𝖢𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗍𝗋𝖾𝗌

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Jeongin había logrado llegar a la escuela sin la presencia de aquel alfa que le causaba sensaciones raras; solo esperaba no volver a toparse con él en el camino a casa. 

Iba perdido en sus pensamientos cuando chocó con un cuerpo musculoso que le hizo caer al suelo.

─ ¡Ay, mi pobre trasero! -Se levantó sobándose, alzando su mirada al sentir un fuerte aroma a alfa frente a él. Gruñó al darse cuenta de que no era nadie más que Changbin. ─No he visto a Felix.

─No lo estaba buscando a él, te buscaba a ti. ─Rascó su nuca con un poco de nerviosismo. ─Necesito tu ayuda con algo.

─Lo siento, Bin. Eres muy atractivo, pero no me meto con los alfas de mis amigos. ─Jeongin le dio un par de palmaditas en el hombro haciendo una mueca para alejarse de ahí, pero se vio interrumpido cuando el perlado le tomó del brazo. ─A la fuerza no, puedes invitarme primero un helado.

─Jeongin, basta. ─Changbin le tapó la boca sonriendo con pena a las demás personas que pasaban cerca de ellos murmurando cosas. ─No es nada de eso. Quiero que me ayudes a elegir un regalo para Felix.

Jeongin abrió su boca sorprendido chillando de felicidad. Amaba sentirse útil con algo que implicara a sus amigos así que asintió con demasiada emoción. 

Ambos fueron a su salón esperando la hora correcta para hablar sobre el regalo; subieron a la azotea de la escuela para planear todo.

─Bien, yo opino que lo lleves a una lunada en el mar e intentes hacerle una cena romántica para después follarlo duro. ─Con inocencia que evidentemente no había, el omega vio al alfa haciéndole ojitos. ─ ¡Duro, Changbin! Si lo haces lento no funciona.

Changbin le gruñó rodando los ojos al ver que realmente su amigo no le sería de ayuda. Acarició los cabellos del castaño recibiendo un ronroneo.

─Gracias, lo tomaré en cuenta. ─Avisó cambiando el tema. Aunque quisiera mucho a su amigo, este no se tomaba las cosas enserio por más que lo intentara. 

Pasaron el tiempo juntos contando sus anécdotas, después de todo por algo eran mejores amigos.

─ ¡Y de pronto ese alfa apareció de la nada! Yo como todo buen chico le pedí que por favor dejara de seguirme. 

─ ¿Seguro que no lo golpeaste? ─El alfa le vio sorprendido. Era imposible que Jeongin no golpeara a alguien que lo asustara. 

─No, juro que le pedí amablemente que se alejara de mí. ─Un pucherito adornó el rostro del omega.

Cuando la hora libre acabó y toda la bola de estudiantes salían como animales de aquella escuela, Jeongin hizo una mueca notando que sus amigos no estaban por ningún lado y los demás se alejaban de él por su característico olor.

─Maldita vida, odio todo, ni que mi olor fuera tan malo. ─Suspiró derrotado, su vida era solitaria cuando sus amigos no estaban porque todos le ignoraban para no meterse en problemas con la policía. 

─ ¡Jeongin! ─Changbin le habló haciendo que este se detuviera para esperar a su amigo. ─Te acompaño a casa, Felix no vino y odio ir solo a casa. 

─Me siento usado, pero está bien, vamos. ─El omega caminaba lentamente acompañado del alfa, Changbin era alguien muy hablador y siempre gritaba cuando se emocionaba o daba saltos torpes que terminaban por romper todo a su paso.

─Eres tan lindo Jeongin, verás que encontrarás un alfa que te acepte tal y como eres. ─Changbin pasó su mano con delicadeza por el hombro del más bajo. Grave error. 

Un alfa pelinegro le observaba desde el otro lado de la calle con un aura muy fuerte. El alfa robusto sintió como era tomado de su camisa y separado del pequeño cuerpo del omega, asustado se giró solo para ver a un alfa más alto que él, parecía un tlacuache enfermo.

─ Oww, que alfa ta...─Su comentario fue interrumpido por el mismo alfa que lo había tomado del cuello viéndole amenazante. ─Tranquilo, chimuelo, no te haré nada. ─Changbin susurró aún un poco enternecido.

─Tú a mí no, pero yo a ti sí. ─El otro alfa habló con voz grave, totalmente diferente a lo que Changbin imaginaba.  ─Aléjate de mí omega. ─Había usado su voz de alfa y eso había asustado al más bajo. 

─Jeongin y yo solo somos amigos, lo juro. ─Changbin alzó los brazos derrotados. ─ ¿Verdad Jeon-? ─Ambos alfas dirigieron la vista al omega que corría despavorido gritando por ayuda y ser salvado. ─ ¿Entonces me alejo de él? ─Changbin sonrió viendo al alfa más alto con cierto temor.

Olor a marihuana | Omegaverse [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora