𝖢𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖽𝗂𝖾𝖼𝗂𝗌𝗂𝖾𝗍𝖾

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Hyunjin iba renegando por la calle junto a su hermana menor. Sus padres los habían mandado a que compraran café de aquella cafetería que tanto les gustaba, así que ahí iba él en contra de su voluntad después de haber sido levantado por su padre a las 9 de la mañana.

─Algún día yo también tendré hijos y los mandaré a hacer las cosas que yo no quiero hacer por flojera. ─Se revolvió lo cabello sin dejar de formar muecas de molestia.

─Entonces los mandarás a hacer prácticamente todo. ─Le dijo Yeji burlándose de su hermano.

A ella no le molestaba ir por café y menos ahora que por fin habían logrado sacar de la cama a Hyunjin después de estar encerrado en su cuarto la mayoría del tiempo mientras lloraba y veía películas de desamor maltratando a los protagonistas.

Aquellos hermanos habían llegado a la cafetería "J-Holic" viendo que el local estaba casi lleno de gente. Tal vez era muy bueno y por eso sus papás les habían mandado a comprar ahí por esa razón.

─ ¡Buenos días! Bienvenidos a J-Holic. Yo soy Ryujin y los voy a atender, ¿Qué desean ordenar? ─La alfa les había recibido con todo el ánimo del mundo.

Al parecer allí todo mundo estaba feliz, Hwang lo podía ver en sus rostros. Que envidia. Pensó, hasta que algo hizo click en su cabeza y reaccionó a lo que la chica había dicho.

Abrió los ojos sorprendido subiendo su camisa hasta taparse media cara y darse la vuelta para salir corriendo de ahí. Su plan falló cuando fue detenido por su propia hermana quien lo tomó de la camisa para evitar su escape.

─ ¡La traición! ─Gritó señalándola y así ganó que todos los clientes del local se le quedaran viendo, algunos con curiosidad y otros con desagrado cuando notaron que un ligero aroma a marihuana se desprendía de él.

─ ¿Trai-? ¿De qué mierda hablas? ─Su hermana estaba perdida al no saber de qué hablaba su hermano. Pero no era la única porque también la chica que los iba a atender estaba igual.

─ ¿Sucede algo? ─Hyunjin sintió que podía morir cuando vio venir a Jaejoong. El padre omega de Jeongin.

─N-no. Yo ya me iba. ─Hwang sin hacer contacto visual con el omega que estaba frente a él, hizo una leve reverencia y retrocedió unos pasos.

─ ¿Tú no eres el alfa que estaba detrás de mi cachorrito? ─Jaejoong lo recorrió con la mirada inhalando un poco de su aroma.─ No sé si hueles a marihuana por mi hijo o porque hiciste cosas ilegales.

─ ¡Oh! ¿Usted es el papá de ese tal Jeongin? - Gruñó Yeji en su dirección.─ ¿Dónde está su hijo? Quiero hablar con él de forma pacífica. ─Dijo mientras enrollaba las mangas de su suéter.

─Tú no vas a hablar con mi hijo. ─Le dijo a la de baja estatura y luego se giró hacia el otro alfa viéndolo fijamente.

─Olvidé que había puesto arroz en la lumbre. Me voy. ─Dijo Hyunjin en un intento de volver a escapar de ahí, aunque fue detenido, otra vez.

─ ¿Podemos hablar un momento? ─El omega preguntó con cautela hacia Hwang que le veía con un poco de miedo.

─Pero claro que vamos a hablar. ─Yeji se cruzó de brazos poniéndose frente a su hermano en un intento de protegerlo, aunque este fuera más alto que ella.

─A solas. ─Dijo molesto Jaejoong dándole una mirada de molestia a la alfa que se había puesto frente a Hyunjin para "protegerlo". ─No le haré nada a tu hermano, fiera.

─Bueno. Los dejo hablar solos, pero me da el número de esta belleza que nos atendió. ─Señaló a la alfa Ryujin, quien hasta el momento solo había estado quieta en su lugar escuchando lo que todos decían y alimentando su alma chismosa.

─ ¿He? No. Estás loca. ─Le dijo la alfa chismosa. ─No salgo con alfas.

─No soy cualquier alfa, soy la mejor de todos. ─Yeji se mostró orgullosa acercándose a la chica y dejando solo a su hermano que fue llevado hacia fuera por un omega que quería una explicación.

El alfa estaba nervioso porque no sabía qué sería lo que le diría el padre de Jeongin, en especial porque lo había visto como si hubiese cometido el peor de los crímenes.

─Mi hijo no ha dejado de llorar desde hace una semana y no ha ido a la escuela. ¿Sabes tú por qué? ─Le dijo directamente, ocasionando que Hyunjin casi se atragantara con su saliva.

─Yo... eh. No tengo respuesta para ello en estos momentos; su hijo no se presentó a nuestra cita y ha estado ignorando mis mensajes durante estos días. ─Hyunjin se abrazó a sí mismo viendo la nada. ─No sé qué fue lo que hice mal y le juro que, si supiera, iría a pedirle perdón en estos momentos.

─Mi hijo puede ser un chico difícil, pero no lo había visto alegre y feliz con su aroma desde que te conoció. ─Dijo el mayor recargándose contra la pared. ─Antes tenía miedo de salir a la calle porque las personas lo veían raro por su aroma. El día que él te conoció y empezaste a seguirlo, su aroma se era cubierto por el tuyo y él era muy feliz porque al menos ya no recibía esas miradas.

─Lo sé, por eso yo lo marcaba con mi olor cada que podía. ─Murmuró un poco apenado. ─Nunca me gustó que se sintiera mal por tener ese olor, es muy rico.

─Eso piensas tú, pero no todos piensan igual que tú. ─Suspiró el omega. ─A lo que quiero llegar es: deberías hablar con él y resolver lo que sea que haya pasado. Deberías hacerlo antes de que sea tarde y mi hijo encuentre a otro alfa.

─El que tiene que buscar a mi hijo es el suyo. ─Una terca voz hizo presencia en la situación y un aroma fuerte de alfa inundó sus fosas nasales. ─Mi pequeño siempre está detrás del suyo y este solo lo lastima; un día de estos puede enfadarse y encontrase a un omega o alfa que lo trate mejor que su hijo.

─Papá, está bien. ─Hyunjin trató de calmar a su papá que se veía más que molesto y estaba soltando sus feromonas de molestia. Eso hacía que el omega que estaba allí casi se arrodillara y mostrara su cuello en señal de sumisión, porque no era un alfa cualquiera, era uno de rango superior.

─No, no está bien. ─Gruñó aún más molestó y buscó con la mirada a su hija que estaba persiguiendo a una joven en la cafetería. ─Nos vamos.

Fue lo último que dijo antes de entrar a la cafetería por su hija menor y sacarla de ahí antes de que la otra chica le lanzara café caliente o algo así.

─Disculpe a mi papá, él no es gruñón, pero debe estar molesto. ─El alfa hizo una reverencia al omega y se dirigió hacia el carro de su padre.

Hyunjin se rio de su hermana cuando vio que su papá la traía de la oreja y la estaba regañando.

─ ¡Ay! ¡Duele, papá! ─Yeji trataba de soltarse de su papá, pero no podía.

─ ¿Qué te he dicho de andar acosando a las personas? ─Le dijo cuando estuvieron frente al coche y solo entonces la soltó.

─Que no debo seguir los mismos pasos de mi hermano. ─Yeji agachó la cabeza apenada.─ ¡Oye! ─Gritó cuando Hyunjin le dio un zape y luego abrió la puerta para subirse al carro e irse de allí.

Los tres alfas estaban en el carro con un silencio un poco incomodo. Solo se oían las respiraciones de los dos y como Yeji se sonaba la nariz.

─Los mando por un café y terminan metidos en problemas. ─Su padre cortó el silencio. - Recuérdenme no volver a mandarlos solos. 

Olor a marihuana | Omegaverse [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora