ABANDONADO (Libro IV)

CAPITULO 10

SEOKJIN

Intento dejar de obsesionarme con el guapo pelirrojo que estaba encima de Taehyung esta mañana. No es mío. Dejé claro que somos amigos y nada más. Sinceramente, ser amigos es más de lo que podría haber esperado con un tipo como Taehyung. Si quiere salir con el chico guapo y musculoso, que lo haga. Dudo que ese tipo tenga tantos problemas como yo. Sin equipaje. Yo vengo con mucho equipaje.

Okey, tengo que parar. Apenas conozco al tipo. Excepto que he pasado todos los días con él desde que llegué aquí. Creo que he hablado con él más que con nadie en los últimos años. Diablos, tal vez nunca. No puedo explicarlo. Pero estar cerca de Taehyung me hace sentir seguro de una manera que nunca lo he hecho. Y eso es aterrador como el infierno.

Ahora ese tipo está de vuelta por segunda vez hoy, justo cuando casi hemos terminado nuestro turno. Está coqueteando con Taehyung, tocándole el brazo, y me siento mal. Y, al parecer, también siento un profundo odio por los pelirrojos que nunca había sentido antes de que ese tipo empezara a tocar a Taehyung. Escucho la risa de Taehyung mientras habla con el tipo. Le levanta un dedo al pelirrojo y luego camina hacia mí, con una sonrisa en la cara. Pero esa sonrisa no ilumina su rostro como lo hace normalmente.

—Ha vuelto—, digo con una mordacidad en el tono que no intento ocultar.

—Ha vuelto. —Taehyung sonríe, haciéndole cosquillas a Bahiyyih en la barriga con su gran mano y luego me mira. —Vamos a ir a comer algo.

—¿En serio? —pregunto, horrorizado al ver cómo se me retuercen las tripas.

Se encoge de hombros y no parece muy entusiasmado. —Sí bueno, es guapo y simpático. —Taehyung mira por encima del hombro al chico, que está claramente prendado de él, y luego vuelve los ojos hacia mí. —Nos vemos mañana.

—¿Mañana? —De repente, siento pánico por dentro. Suele venir a mi casa después del trabajo. No piensa venir esta noche. ¿Y si él y este tipo se llevan bien? ¿Salen juntos? ¿Se casan? Mierda. Realmente tengo que controlarme.

—Um, sí. Probablemente será tarde cuando terminemos de cenar—, dice Taehyung con cuidado, observándome atentamente.

—No pasa nada. Todavía puedes venir. —Mierda. Mierda. ¿Qué demonios me pasa?

Ladea la cabeza, mirándome. —No quiero despertar a Bahiyyih.

Bien, déjalo en paz. Puedes estar solo una maldita noche después del trabajo. Será bueno.

—Sabes que se despierta para comer todas las noches. —Eso no fue lo que te dije que dijeras, boca. Lo juro por Dios, me siento como un idiota.

Sonríe ante eso, mirando a Bahiyyih, que realmente lo desea. Lo noto en su cuerpecito cuando la agarra. Está acostumbrada a jugar con él después del trabajo. Dios, ¿y si ahora se encariña con él y él se casa con el pelirrojo?

—Bueno, quizá me pase más tarde—, dice, y me invade una sensación de alivio.

—Bien. Deberías—, digo rápidamente, esperando que suene menos desesperado de lo que me siento.

Se despide y se marcha con el tipo al que ahora odio inexplicablemente, y yo llevo a Bahiyyih al estudio. Le preparo un biberón y le doy algo de picar antes de acampar en el sofá. Intento por todos los medios no pensar en Taehyung en su cita. ¿Y si lo hubiera besado aquel día en el sofá? ¿Seguiría en esa cita esta noche?

Probablemente. Porque al final todo el mundo se va. Mis padres, Irene, padres adoptivos, todos me abandonan. Taehyung es un buen tipo, pero yo estoy dañado. Más que dañado. Y lo alejaré, no importa lo terco que sea. No importa lo bueno que sea, lo terminaré alejando. Y que me maten si lo lastimo. No puedo hacerle eso. No a él.

*****