TAEHYUNG
Sé que deberíamos movernos y asearnos, pero ninguna parte de mí quiere bajarse de Seokjin. Esta noche me ha dado algo que nunca le ha dado a nadie. Sé que es un gran paso. También sé que pone mi corazón aún más en peligro si no puedo convencerlo de que no me voy. Claro, él sabe que soy muy testarudo, pero sé que aún teme que lo deje, como todos los demás. Mi polla sigue semidura dentro de él. Siento que se me escapa el semen y lo único que quiero es volver a metérselo. Poseerlo en todos los sentidos, como él me posee a mí.
Se ríe en voz baja y sacude la cabeza, moviéndose debajo de mí y diciendo: —Dios, voy a tener que comprarles un sofá nuevo.
Me rio con él y me inclino para besarlo con fuerza. He tenido un par de relaciones antes, pero nada como esto. Donde podemos reír y hablar, pero también sentir. Como cuando dejamos de reírnos y su mano recorre mi pecho hasta llegar a mi corazón y sus ojos buscan los míos. Puedo sentir lo que él siente. Siento los nervios y la sensación de estar bien.
Sé que tiene que estar un poco asustado. Lo confirma cuando su boca se acerca lentamente a mi oído, respirando en voz baja: —No me dejes.
Mi corazón se parte por la mitad al oír la desesperada necesidad que hay en él. La vulnerabilidad. —No te dejaré.
—Padre soltero... —Gira la cabeza en dirección a la cuna de Bahiyyih, pero sé que no puede verla por encima del respaldo del sofá desde donde está tumbado. —Es mucho.
—No lo es. —Quiero decirle que quiero a Bahiyyih tanto como a él, y maldita sea, la quiero. Pero no quiero asustarlo. Sé que tengo que tomármelo con la mayor calma posible, pero estoy locamente enamorado de este hombre, y cuando gira la cara para mirarme, con los ojos brillantes de algo que no puedo identificar, lo único que quiero es contárselo todo.
Empiezo a abrir la boca para hacerlo, pero él se inclina y me besa dulcemente, con la mano en la mejilla. —Vamos a ducharnos antes de que se despierte—, me dice en voz baja, y yo asiento con la cabeza.
Me bajo de él, le agarro de la mano y lo conduzco al baño. Nos metemos bajo el chorro caliente de la ducha, sin poder quitarnos las manos de encima.
—¿Te duele? —le pregunto, y él niega con la cabeza.
Pero luego dice: —Puede que un poco, pero ha merecido la pena. —Busca jabón y me lava el cuerpo, arrastrando las manos por todo mi cuerpo, y yo hago lo mismo con él.
Pongo especial cuidado cuando llego al pliegue de su culo, barriendo suavemente su agujero y luego arrastro la mano hasta su polla, que ya está dura y pidiendo más. Nos besamos, y su espalda choca contra el azulejo de la ducha mientras nos agarro a los dos con la mano, acariciándolo hasta que se corre contra mí, estallando mi propio orgasmo instantes después.
Volvemos a limpiarnos y salimos de la ducha, secándonos. No quiero vestirme, y una parte de mí teme que me pida que me vaya, pero no me da tiempo a preocuparme. Me sostiene de la mano, tirando de mí hacia la cama, y yo lo sigo, agarrando los calzoncillos del suelo por el camino y poniéndomelos. Él hace lo mismo y nos metemos bajo las sábanas, uno frente al otro.
—Sabes que estoy en esto contigo, ¿verdad?—le pregunto en voz baja.
Tarda en responderme, con la respiración suave y uniforme, pero al final dice: —Quiero creerlo.
—¿Pero? —pregunto sin ningún tipo de enfado. Sólo quiero hablar de ello.
—Pero yo también creía que ella lo estaba. Sé que tú no eres ella.
Me acerco más a él, mi mano roza su costado. —No lo soy, pero sé que es difícil creerlo cuando has pasado por tanto.
—La miras de otra manera.
—¿Irene? —Pregunto, sin estar seguro de a que se refiere, pero puedo ver cómo niega con la cabeza incluso en la penumbra del apartamento.
—Bahiyyih—, susurra. Espero a que diga algo más, pero no lo hace. En lugar de eso, me acerca más a su cuerpo y me abraza con fuerza, como si temiera que me escapara.
Siempre me abraza así y, aunque no lo odio, ni siquiera un poco, anhelo que llegue el día en que no sienta que tiene que hacerlo. No sé a qué se refiere con eso de que miro a Bahiyyih de otra manera, pero no me parece algo malo. Lo ha dicho en una especie de ensoñación, lo que me lleva a pensar que es algo muy bueno. Lo escucho mientras duerme, su respiración es una melodía de relajación y confianza, pero sigue aferrado a mí. Ha estado tan herido toda su vida. Lo retengo, no lo suelto porque sé en el fondo de mi alma que nunca lo haré.
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ABANDONADO (Libro IV)
FanfictionCuarta adaptación de la saga "Rayos de Ilusión", todos los derechos reservados a su respectiva autora. Todos los personajes retratados son completamente ficticios, no representan originalmente a sus personas. Pareja Principal: TaeJin / JinTae Lectu...