DIAMOND HEART

REUNIÓN CON LA FAMILIA

Hola chicas, estoy de vuelta

Vamos al capitulo

🧁

Buena lectura

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Fue un día diferente para Fina, apenas durmió. Aun así decidió salir temprano, no quería disgustar a sus padres llegando a la hora del almuerzo.

Por lo general, no le gustaba viajar cuando no podía dormir, pero era imposible dormir con la cabeza dando vueltas con mil pensamientos.

Estaba pensando en la noche que pasó con Marta, algo que hacía muchos años que no ocurría.

Desde su divorcio prometió no involucrarse más, y poco a poco fue incumpliendo esa promesa, hasta no poder resistirse a Marta.

A veces le venían a la mente los momentos de la noche, a veces el momento difícil que pasaría en casa de sus padres después de tres años sin siquiera hablarles adecuadamente.

Y todo lo que pasó ni siquiera fue culpa suya, ella fue una víctima, y aunque su hija fue traicionada, fue y es difícil que la reconozcan de esa manera.

La gente te culpa sólo por esto, lo que ya te deja con "sangre en las manos" aunque nunca las hayas ensuciado. Esto atormentó a Fina.

Extrañaba a sus padres, pero temía enojarse o decepcionarse cuando los viera y arruinarlo todo. No sabía si estaba lista para la reunión, pero también sabía que no podía posponerla más.

Recordó cuando Marta se ofreció a acompañarla y una sonrisa involuntaria se formó en sus labios. Nunca había sido tan difícil decirle que no a alguien.

Respiró hondo antes de arrancar el coche y pensó en los maravillosos besos en el yate, aferrándose a eso para que el sentimiento de felicidad la acompañara a Lakeport y la ayudara a mantener la calma.

Se sobresaltó al sonar su teléfono celular y sonrió al ver el nombre en la pantalla.

- ¡Buenos días Marta!

- ¡Buenos días Fina! ¿Ya estás en Lakeport?

- No - se rió - Yo me iba en ese preciso momento.

- ¿Has dormido?

- La verdad que no, solo dormí una hora... tengo mucho sueño, pero voy con la música alta y creo que todo irá bien.

- Podria manejar. Me preocupa que vayas solo, podría ser peligroso...

- No hay necesidad, de verdad, y como te dije, no hay manera de que puedas quedarte ahí conmigo. Va a ser un día difícil...- Su voz cambió y Marta lo notó.

- Puedo quedarme en la ciudad, caminando. Realmente necesito ir de compras y ese mercado es maravilloso. - Se rió de su propia insistencia en ir con la morena.

- ¿Se trata de querer ir conmigo?

- No creo que debas estar sola en un momento como este. Y no creo que quiera dejarte sola, así que...

- Ok señorita "fría" - Rió - Entiendo.

- Genial, ¿entonces tenemos un sí?

- Marta, tengo que irme ya, no habrá tiempo para esperarte.

- Yo se de eso.

- ¿Entonces?

- Por eso ya estoy aquí. Mira atrás.

Fina miró por el espejo retrovisor central de su auto y su corazón latía salvajemente en su pecho.

Ella estaba allí, vestida con jeans, una blusa negra, botas y una chaqueta de cuero doblada sobre el brazo.