Marta De La Reina se consideraba poseedora de un corazón de diamante del que nunca se enamoraría verdadera y profundamente.
Dueña de la inmobiliaria De La Reina, una de las más prestigiosas de Florida, pensaba que todo iba bien, estaba prometida co...
Aquí tendremos la explicación completa del pasado de Fina.
Buena lectura
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POV Fina - Flashback de HACE 3 AÑOS
Era el día más feliz de mi vida. Había salido temprano de la oficina para recoger a Esther en nuestra casa.
No podía creer que esto estuviera pasando. Finalmente intentaríamos nuestra primera fertilización in vitro después de mucha búsqueda y ninguna decisión concreta.
Mientras empacaba mis cosas, pensé en mi esposa.
Esther era mi gran amor. Me encantó todo sobre ella. Su largo cabello rojo, sus ojos color miel, su cuerpo con curvas y su forma de ser dulce y gentil.
Nunca pensé que sería tan feliz o que algún día me casaría.
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Mis padres amaban a Esther. Fue gracioso porque siempre la defendían a ella y no a mí en cualquier desacuerdo familiar.
Las reuniones para almorzar siempre eran buenas y Esther era la niña mimada de la familia. No había nadie que no la amara o no la quisiera cerca.
Hoy sería un día que hemos estado esperando durante 12 largos meses. Desde que mi hermano regresó de Europa aceptando nuestra propuesta.
Todavía recuerdo cuando llegó al aeropuerto y corrí a sus brazos. Cuánto lo extrañé después de cuatro años de no verlo.
Tasio siempre ha sido para mí mucho más que un hermano mayor. Era mi mejor amigo, mi confidente.
Él era la persona más importante del mundo para mí y todavía no conocía a mi esposa.
Cuando Esther y yo nos casamos, él estaba trabajando en Europa como médico voluntario. Era su sueño y no podía renunciar a eso para estar conmigo, pero le envié innumerables fotos y videos y él estuvo lo más presente que pudo.
Cuando regresó me sentí extremadamente feliz. Sabía que sólo sería por un año y medio, pero fue suficiente para satisfacer el anhelo.
Él y Esther tuvieron una relación instantánea y parecían conocerse desde hacía años. A veces terminaban las frases del otro durante la cena y a todos les parecía gracioso.
Confieso que al principio sentí celos, pero luego me acostumbré. Fue bueno tener a mi hermano y a mi esposa en la misma página.
Caminé hacia el auto hacia mi casa recordando los últimos doce meses como si hubiera un vívido destello de memoria pasando por mis ojos.
Después de muchos intentos de buscar un donante compatible con mis características, Esther y yo nunca estuvimos muy seguras de cuál.
