GUERRA DECLARADA

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Buenas noches hermosas ^^

Con gripe pero vamos

Buena lectura

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Fina punto de vista

El día apenas comenzaba, pero ya podía sentir el aire diferente. La noche anterior había sido completamente inesperada.

Imaginé que la reacción de Jaime no sería la mejor, pero salté del sofá cuando Begoña me llamó preocupada y pude escuchar los gritos furiosos del hombre al final de la llamada.

La desesperación se apoderó de mí.

No recuerdo haber llegado tan rápido a ningún otro lugar.

Conduje como loca sintiendo el corazón latiendo en mi garganta.

Si tocara a Marta, cualquier mechón de su pelo, nunca me lo perdonaría y tendría un problema grave entre manos.

Lo perseguiría hasta el infierno si fuera necesario. Terminaría con la vida de ese idiota.

Yo estaba en la cocina, intentando preparar el desayuno para Marta y Begoña. La menor llegó sin que yo me diera cuenta y de repente me besó en la mejilla.

Begoña era adorable. Tenía la misma belleza que su hermana mayor y la misma sonrisa.

Su largo cabello castaño hacía una combinación visual perfecta. Tenía una cara soñolienta extremadamente linda y una sonrisa angelical en sus labios cuando me miraba.

– ¡Buenos días cuñada! - Dijo divertida, haciéndome sonrojar.

– Begoña… ¡Aún no soy tu cuñada! Y buenos dias.

- ¡Por supuesto que es!

Sonreí, sacudiendo la cabeza. Begoña me parecía una de esas adolescentes testarudas y no tenía sentido discutir con ella.

Me encantaría ser oficialmente su cuñada, pero era demasiado pronto.

Las cosas estaban sucediendo muy rápido y sabía que la cabeza de Marta debía estar hecha un desastre después de lo de anoche.

También sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que tuviera que enfrentarse a su ex prometido y a Tereza, lo que ciertamente no sería fácil para ella.

Nuestra relación aún no tenía una definición y tal vez tomaría un tiempo tenerla, pero eso no me preocupaba por ahora.

– Hice nuestro café. Perdón por meterme con todo. - Sonrisa.

– ¡Oye, no te preocupes, Fina! ¡De nada aquí! Y además, lo estaría en la família de todos modos...

Levanté una ceja y miré a Begoña sin entender. Ella sonrió sin pretensiones y continuó.

– Bueno, si mi hermana no hubiera sido tan ágil me habría ganado tu corazón.

Me reí mientras le servía jugo de naranja en un vaso.

– No puedo decir que no lo hubiera hecho. Ya no subestimo a las mujeres de la familia De La Reina. - Le guiñé un ojo a Begoña que sonrió convencida.

- ¡Lo haces muy bien! ¡Nuestro encanto es irresistible! - Me reí.

– ¡Pero en serio, me alegra mucho saber que están juntas! Marta merece alguien como tú.

Le sonreí a Begoña, con las mejillas ardiendo. Era adorable y ahora me gustaba aún más.

– Oye, ¿por qué no le llevas café a su habitación?

DIAMOND HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora