Y no volví, de hecho estoy de camino a casa de Sofía.
Sigo enfadada con ella, y ella conmigo, pero no me queda nadie más.No se que me a pasado como para girar hacia
dirección contraria.Le escribí un mensaje de texto a Tony y apagué mi teléfono.
Ahora todo me salía mal y no sé ni cómo me siento. ¿Mal, triste, enfadada...?
¿Mal es un sentimiento? Ni idea.
Cogí el metro y después tuve que hacer autostop. Una pareja con sus hijos diabólicos me dejó subir y me llevaron a la ciudad donde vive Sofía.
Pico la puerta de su casa y me abre al tercer intento. Lleva una bata de tela con el cuerpo brillante y el pelo despeinado.
— ¿Que coño haces aquí? — pregunta enfadada.
— ¿Podría quedarme aquí esta noche? — pregunté.
Detrás suyo apareció Alex sin camiseta y el torso brillante. Me miró de arriba abajo y sonrió.
Lo ignora y dice:
— ¿Acusas a mi novio de que a él le continúas gustando y vienes con los huevos de que te quieres quedar a dormir? —
— No tengo donde ir, no estoy muy bien ahora... solo será una noche. —
— Vete a la puta mierda. — dice marcando todas las palabras.
— No seas mala... deja que se quede una noche. — murmura Alex.
Ella se gira hacia él con el ceño fruncido.
— ¿Encima que nos estropea el polvo? — murmura ella — Además, va de engreída, se cree que a ti aún te gusta. —
Alex me mira con sorpresa fingida.
— ¿De verdad? — pregunta él.
Me muerdo el interior de la mejilla para no soltar barbaridades. Lo odio, lo odiaba y lo odiare siempre.
— No te hagas el sorprendido. ¿Quieres que le cuente todo lo que me decías y hacías cuando ya erais novios? —
Se le borra la sonrisa y Sofia gira la cabeza para mirarlo.
— Todo eso es mentira. — contestó — Yo nunca alagaria a una puta, ya lo sabe toda la facultad. —
El corazón me iba a salir por la boca pero lo disimulé.
— Déjame quedarme y veras que no se podrá estar con las manos quietas. — dije mirando a Sofia.
— Eres una desgraciada. — murmura ella.
— ¿Tienes miedo de perder a tu novio? — preguntó.
Ella hace un ademán con la mano permitiéndome entrar en su departamento.
Pasó por el lado de Alex y su mano me roza levemente una nalga.
Quería girarme y darle una bofetada.
— Puedes dormir en el sofá, no pienso traerte sábanas. — dice Sofia.
Asiento.
Me siento en el sofá y Sofia se mete en el pasillo que lleva hacia su habitación.
— ¿Pensabas que te iba a creer? — pregunta Tony.
Los ojos se me cristalizan y me abrazo el cuerpo.
— Eres un gilipollas... — murmuro.
— ¿Como te habrá dejado ir con el culazo que tienes? Yo no lo haría. — me levanto y me aproximo a él con pasos rápidos, me paro delante suyo con los puños apretados — ¿Que vas a hacer? ¿Pegarme? —
ESTÁS LEYENDO
Mi profesor, su amigo y YO [ACABADA]
RomanceChloe es una chica de 18 a la que le encanta el sexo, casi que se a acostado con todos los más buenorros de su universidad. Su mejor amiga Emma siempre le propone que deje de enrollarse con todos ellos y que intente tener una relación más profunda c...