¿Seré Tu Juguete? [Jenlisa G¡P]

Capitulo 19

—¿Estas cansada?

—Muy cansada, gracias.

—Te amo.
Lisa dió un beso a su boca.

—Tendras que tapar estás marcas amor.

—Lo haré con maquillaje.
Jennie le sonrió.

—¿Sabes dónde tenemos el control del televisor?
Preguntó Jennie.

—Debe de estar en un cajón.
¿Por qué?, ¿Veremos Netflix?
Lisa movió sus cejas en coquetería.

—No tonta, eso... me duele mi cuerpo, y creo que debo de ir por una pastilla plan b.
Ambas rieron ante el chiste de Jennie.

—Saldria hermoso.
Lisa habló.

—¿Que?

—Un bebé que venga de nosotras, saldría muy hermoso.

—Lili somos jóvenes amor, estamos estudiando... sabes que es imposible que llegue a pasar.
Lisa hizo un puchero.

—Pero yo quiero amarrarte a mi con un bebé, para que nunca me dejes.

—No seas tonta Lalisa, no te dejaré nunca, sería un desperdicio no tenerte y una tonta si te dejo.

—Eso dicen todas.
Jennie golpeó suave a Lisa por decir eso y ambas rieron.

—Quiero terminar de ver mi serie.
Dijo Jennie.

—Amor, el control debe de estar por ahí, busca.

Jennie se paró de la cama y fue al mueble donde guardan de todo.

Lo primero que vio Jennie fue una bolsa llena de jeringas y muchas cosas más.

Jennie agarró la bolsa y empezó a revisar que tenia dentro.

No supo que reacción tener cuando vio que lo que contenia esa bolsa era droga.

—¿Me puedes explicar que mierda es esto?

Lisa se levantó lo más rápido que pudo de la cama al escuchar a Jennie y al recordar lo que ella puso en uno de los cajones.

—Amor, te puedo explicar.

—Si, Lalisa, explicame esta mierda ya.

— Mi hermano me lo dio por que el ya tenia muchas cosas en la bodega; pero yo no lo usaré.

—¿La usaste hoy?

—Amor...Jennie, no estes molesta.

—¿Si o no?

—Si.

—¿Por que cuando te pregunté no me lo contaste?

—No sabía cómo ibas a reaccionar.

—Lo que más me molesta es que me mientas en la cara Lalisa.

—Ya no lo volveré hacer.

—¿Cuál usaste?

—¿De que hablas?
Lisa vió que Jennie hizo una mueca de obviedad, se estaba refiriendo a la droga.

—Solo me fume un puro con mi hermano, me pegó de más porque hace mucho no lo hacía.

—Bota esto.

—No amor, no voy a botarlo, Se lo voy a cuidar a mi hermano, eso es todo.

—Lalisa te he dicho que lo botes.

—Vamos a ver jennie, se que no te gusta que tengamos esto aquí, pero es un favor, entonces lo guardaremos y no lo usaré.

—Vale, has lo que te dé la gana, yo me voy a dormir al otro cuarto.

Jennie se puso sus pantuflas y salió por la puerta.

Lisa suspiro y sacó un grito mudo mientras golpeaba la cama.
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Después de una hora, a Lisa la estaba consumiendo la ansiedad.

Agarró su cartera y bajo a la tienda que está abajo de los departamentos.

—Buenas noches.

—Buenas noches señorita, ¿que se le ofrece?
Preguntó la persona que atendía allí.

—¿Me puede dar unos cigarrillos?
Lisa señaló los rojos que son los más fuertes.
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Volvió a la habitación, abrió el balcón y se sentó en una de las sillas, se llevó un cigarro a la boca y lo encendió.

Se fue relajando con el pasar de los minutos al sentir el humo bajar.

—¿Y es que por qué sería mi culpa?
Hablaba sola mientras pensaba en Jennie.

—Mi hermano que es un gilipollas y yo que se lo acepto.

—Pero yo no lo volveré a hacer, porque tanto escándalo, Dios.

—Y es que solo me falta que me deje por culpa de la maldita droga, que no me voy a morir por tenerla allí, que no la voy a probar, y ella que si que si.

—Madre mía, que pelea te tienes con el cielo, ¿no Lisa?
Preguntó Jennie que desde hace rato está escuchando a Lisa hablar sola.

Lisa se asustó un poco y pegó un pequeño grito.

—Yo...si, perdón si no te deje dormir.

Jennie se paró al frente de Lisa, se sentó en su regazo.

—¿Por que hueles a cigarro?

—Porque me he fumado uno Jennie.

—Mmm, ya veo, ¿Y eso está bien para la futura doctora?

—No, no está bien, pero no seré la primera doctora en fumar.

—Lili... No estoy molesta, pero no me gusta eso aquí.

—No pasará nada Jennie.

Jennie paso los brazos por los hombros de Lisa y posó sus labios sobre los de su novia.

—Te amo.
Lisa apretó sus caderas.

—Yo también.
Dió otro beso.

—Se va a romper la silla.

—No, no se romperá.

Después de cinco minutos besandose y tocándose sus cuerpos, Jennie se puso algo eufórica.

Jennie empezó a bajar.
Quito el buzo de Lisa y su boxer.
Vio a su amigo salir en un salto chocando con su barriga inmediatamente.

Húmedo, rosa, y apetitoso, todo lo que necesita para divertirse.

Lisa observa todo lo que hace Jennie, la verdad solo pensó que la desnudaría y después subiría para que la follara, pero los planes cambiaron un poco.

Jennie agarró su pene y lo apretó.
Dejo un beso en la punta.

—¿Que..que haces Jennie?

—Yo quiero probarte.

Jennie abrió su boca y poco a poco, centrimetro a centrimetro, pulgada a pulgada... Fue complaciendo a su novia, que ahora mismo es una caos.

Lisa no sabe dónde colocar su mano al sentir a Jennie imponiendo un ritmo delicioso.

—Que rico ... sigue...así.
Gimió Lisa.

Lisa decidió colocar su mano en la cabeza de Jennie y empujarla un poco más.

—Mas rápido Jennie.
Jennie al escuchar esto hizo un ritmo más rápido.

Jennie gemia con su boca llena y eso mandaba vibraciones a la polla de Lisa.
—Ahh...mierda... Eres buena.
Jennie volvió a gemir.

Lisa sentía que se correría.

—Jen... Me corro, ah..ah..
Lisa se corrió, y mientas se recuperaba del orgasmo Jennie subió hasta su rostro y empezó a besarla.

—Te amo.
Dijo Jennie.