Rock and cakes!

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Tenía una banda de rock que dominaba los escenarios nocturnos. Aquella banda era reconocida por toda la ciudad al igual que su líder, Katsuki, no sólo por su talento en la guitarra y su voz grave, sino también por sus atuendos totalmente oscuros que le daban la apariencia de ser una persona demasiado ruda y, en cuestión, sí lo era.

Sin embargo, una noche cuando el grupo se reunió para llevar a cabo el ensayo general antes de sus conciertos, todos los integrantes notaron algo extraño en él. A pesar de su atuendo usual totalmente oscuro, algo llamaba demasiado la atención: un collar. No era uno de los que solía utilizar, era diferente, totalmente fuera de su estilo. El collar llevaba perlas, flores e incluso pequeños corazones, todos en colores pasteles, y eso hacía que brillara mucho más bajo la tenue luz del estudio.

Era un contraste tan grande con su estilo que sus compañeros de banda, Kirishima, Mina y Denki, no pudieron evitar mirarse entre ellos con gran sorpresa y, por supuesto, curiosidad.

Mina, siempre siendo la más directa, fue la primera en preguntar.

— Bakubabe, ¿qué pasa con ese collar? No es precisamente tu estilo. — cuestionó con gran interés sin quitarle los ojos al collar en su cuello.

—Es algo personal. — respondió encogiéndose de hombros con una pequeña sonrisa apenas notable, volviendo su atención a afinar la guitarra.

Pero su respuesta e incluso actitud no hicieron más que alimentar la curiosidad en sus amigos.

Más tarde, el concierto se llevó a cabo. Sus amigos pensaron que en el momento que salieran al escenario se escondería el collar o incluso que se lo quitaría, pero no fue así. Katsuki lucía orgullosamente aquel lindo collar de tonos pasteles. Y, por supuesto, los rumores no tardaron en murmurarse por todo el público, cosa que claramente no le importaba a Katsuki y no habló del tema, pues al final de todo se trataba de su vida personal.

Horas después el concierto terminó. Mientras Katsuki se alistaba para poder irse a su casa, Kirishima, Mina y Denki se reunieron en un rincón del estudio para discutir lo extraño que estaba su amigo.

— Esto es raro. — habló Kirishima — Katsuki nunca ha sido del tipo que usa joyas, muy de vez en cuando las utiliza y solo porque es necesario. Pero, ¿ahora? Y algo, ¿cómo decirlo? ¿tan delicado?

— ¡Lo sé! A mí igual se me hace raro. Recuerdo el día que le intenté regalar un accesorio y lo rechazó completamente. —añadió Mina.

— Yo opino que debemos investigar el misterio detrás de aquel collar. Quién sabe, tal vez podría ser la pista de algo más grande. — dijo Denki con una sonrisita traviesa.

— Solo esperemos no morir en el intento. —habló Mina.

Así que, decididos a resolver el misterio, comenzaron a seguir discretamente a Katsuki después de los conciertos y ensayos. Pasaron varios días sin descubrir nada fuera de lo común, hasta que una tarde lo vieron entrar en una pequeña pastelería no tan lejos de su casa ni del estudio.

Se quedaron observando desde el otro lado de la calle donde pudieron ver a Katsuki hablando con un chico de cabellera rizada y ojos verdes brillantes, que llevaba colocado un delantal manchado de harina. Parecía que se trataba del dueño del lugar. Los amigos solo se limitaron a observar, pues lo extraño de esto era que la pastelería estaba cerrada al público. Sin embargo, momentos después, la pareja salió de su campo de vista; lo más probable es que se habían ido a otra habitación.

Luego de que Katsuki se marchara y la pastelería abriera, decidieron entrar.

— ¡Bienvenidos! ¿En qué puedo ayudarles? — habló el chico que habían visto antes, con gran energía y una cálida sonrisa.

— Solo estábamos curioseando. ¡Esta pastelería es tan linda! ¿Eres el dueño? —cuestionó Mina, haciéndose la que no tenía idea de nada.

El chico asintió.

— Sí, me llamo Izuku y hago todos los pasteles que pueden observar. ¿Quieren probar algo?

El grupo de amigos asintió, pues seguir a Katsuki de un lado a otro los desgastaba. Mientras degustaban algunos pasteles, Mina aprovechó para preguntar de manera discreta.

— Por cierto, vimos a nuestro amigo Katsuki salir de aquí hace un rato. Parece que se lleva bien contigo. — habló, jugando con el tenedor y observando detalladamente el comportamiento de Izuku.

Su cuerpo se paralizó por un momento; aún así, no tardó demasiado en responder.

— Oh, sí, Kacchan viene aquí seguido. Nos conocimos hace unos meses cuando buscaba un pastel para el cumpleaños de su madre. — respondió tímidamente con una sonrisa y un ligero rubor en sus mejillas.

— ¿Kacchan? — Denki murmuró demasiado bajo para que Izuku lograra escucharlo.

Kirishima, sin poder contener su curiosidad, también decidió preguntar directamente.

— ¡Ya! Entonces, ¿el collar de perlas? ¿Es un regalo tuyo?

— Ah, sí. Se lo di como agradecimiento por ayudarme con un problema que tuve con el horno hace unas semanas. — sus mejillas se ruborizaron aún más, mientras que su voz sonaba temblorosa.

Los tres amigos se miraron entre sí; sabían que algo estaba ocultando, sin embargo, no investigarían más, era la vida privada de ambos y no podían simplemente interferir.

Los días pasaron y Katsuki seguía con el collar, nunca se lo quitaba. Incluso, ahora tenía colocada una pulsera en su mano derecha con el mismo diseño y las mismas perlas. Sus amigos ya no cuestionaban nada, solo lo dejarían ser y le deseaban en secreto que todo fuera bien.

Sin embargo, los que no dejarían pasar aquellos detalles eran el público. Los rumores comenzaron a tomar más fuerza, las redes sociales incluso se llenaron de ese tema con el encabezado de: "Dynamight y su relación secreta".

Una noche en el concierto, se presentó con el distintivo collar de siempre y nuevas pulseras. Al tener una pausa, el público comenzó a gritar quién le había regalado todas esas pulseras y collar. Pero un comentario hizo que terminara revelando todo.

— ¡Estoy 100% segura que se lo pudo haber regalado su hermana, Katsuki-san nunca podría utilizar algo así por su propio gusto! — gritó una fan, una de esas típicas fans intensas que no aceptan que sus ídolos tengan una vida fuera de la música.

Katsuki tomó el micrófono molesto.

— En primer lugar, no tengo hermanos. —aclaró — Y en segundo lugar, uno debe utilizar todo lo que su lindo novio le regale, ¿no creen? — habló mientras miraba en un punto específico.

Detrás de todo el público eufórico por la reciente confesión, se encontraba Izuku, observando en silencio el concierto de su pareja; observando cómo tanto él como los accesorios que le había regalado brillaban en el escenario.

—💌: Lyra.

Por cierto, si mañana no llego a actualizar el fic es porque me quedé sin internet debido a la tremenda tormenta que está pasando por acá🥺
Y una cosa más, hice un au en X, por si quieren ir a darle un vistazo. Se los agradecería mucho. Mi usuario es: @Bunnizy💗

One Shots y Drabbles • Bakudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora