ꕤ OUTSIDE RULES❗| Lawrie x Larry

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     Starr Park, un bonito parque el cual para entrar se necesita cierto ticket, claro, un sonriente y amigable robot era el encargado de venderlos, el cuál este pertenecía totalmente a la ley. Larry, el conocido robot policial que adora seguir las reglas.

     — No, no, no señorita, no a pagado por completo la entrada, no puede entrar como si nada.
     — Pero es todo lo que tengo. — Dice con molestia.
      Larry suspira.
     — Lo siento, reglas son reglas.

     Otro suspiro junto con un gruñido se oyó. Lawrie aparece detrás de su hermano, cruzado de brazos con el ceño algo fruncido.

      — No se haga la inocente señora, ese dinero ni es suyo.

     La mujer gruño de vuelta.
      — ¡Como se atreve, este dinero lo conseguí con mis propias manos! ¡EN UNA TIENDA!

     Larry sonrió nervioso, y Lawrie solo soltó una pequeña risa. El hermano más respetado y pesado por así decirlo, no espero más, arrebatando el dinero que tenía en mano la mujer. Había leído el expediente de esta señora; no sabe mentir, pésima para robar pero siempre le gustaba dar pena de alguno u otra manera, por lo cuál ya a hecho una cosa ilegal, robar.
      — Voy a llevar el dinero de vuelta. Sé en que tienda robaste, así que tienes dos opciones, o vienes conmigo, o te arresto y vienes conmigo igual.

      — Eso no me sirve...
      — No me importa, vamos. Larry, quédate aquí. —Ordenó Lawrie a su hermano, para luego irse con la mujer a la tienda robada.

      Larry solo veía como su querido hermano se iba, toda esa situación le pareció un poco incómodo pero graciosa a la vez. ¿Cómo no se dio cuanta que esa mujer había estado robando? Creía que ya había leído todos los expedientes encargados por R-T, su jefe. En fin, su día y trabajo debe seguir, hay mucha fila la cuál tiene que atender y por supuesto estar atento por si veía a otro ser humano con una apariencia o actitud extraña.

      — Tome su ticket. ¡Tenga bonita tarde!
Larry seguía en su lugar, aún con una gran sonrisa. Aunque la mayoría de veces estaba parado le gustaba su trabajo, casi siempre en orden, con todas las personas y robots siguiendo las reglas, lo que tanto le agradaba.

      — ¿Todo va bien? —Pregunto Lawrie, colocándose al lado de Larry con una expresión un poco molesta.
     — ¡Por supuesto! Todo va bien... Uno que otro niño con rabietas pero es lo de menos, ¿qué tal te a ido a ti, Lawrie? Ya es de tarde y pues... Haz demorado.

     El hermano serio suspiro.
      — Ah... Lo sé. —Tomó un poco más de aire y dirigió la mirada hacia Larry. — La mujer quería dar más pena de lo que daba. A veces todo esto es frustrante.
       — Si, solo a veces. ¡Pero es bonito cuando se siguen las reglas! ¿No? Últimamente he notado eso, estamos haciendo un buen trabajo.
        — Si... Reglas.