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      La molesta alarma sonó. Larry no pudo evitar quejarse un poco, tenía ganas de seguir durmiendo, aunque eso nunca le sucede. Apagó la alarma, sentándose en la cama.

       Miro a su alrededor medio dormido aun, estaba en su habitación, ordenado como le agrada. Bostezo por última vez y se rasco el abdomen, sintiendo un ligero dolor en este. Pronto tenía los ojos más que abiertos, apartando las cobijas de golpe para verse a si mismo.

       Nada fuera de lo común. Su uniforme estaba limpio, nada rasgado ni arrugado. Su cabeza empezó a doler un poco, dándose unos pequeños golpes; esto le recordaba que Lawrie hacia lo mismo. Espera, ¿no había hecho algo con Lawrie anoche?

         Su cara empezó a ponerse más que roja.

       Rogaba de que todo ese suceso no hubiese sido real ; siempre le fue leal a las reglas y romper una de esa magnitud era tan horrendo.

         La puerta de su habitación se abrió.

         — Despertaste. Hay que irnos. —Dijo su contrario, con su típica expresión fría y cruzado de brazos mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
       
          Larry se asustó.
         — La-Lawrie... ¿Qué sucedió ayer?
         — ¿De qué hablas?

       Al notar el rostro confuso y molesto de su hermano pudo suponer que solo fue un sueño... Bastante realista... Aun así, haber soñado eso lo había aliviado, pero por otro lado le parecía tan desagradable. Aparte de eso, recordó que aun no había arreglado las cosas con Lawrie, quizás por eso tiene esa misma cara y tal vez... La preocupación lo hizo soñar cosas raras.

          — Da igual... Eh... Esto es incómodo... Por la discusión de ayer... ¿Me puedes perd-..
           — No es momento de hablar. Es el evento. Levantate. —Bufo bajo, alejándose de la habitación.
           — Oh, si...

         El menor no pudo evitar ponerse triste. Al final, arreglar las cosas eran difíciles. Se dio otros pequeños golpes en la cabeza, intentando olvidar lo demás.

      Quizás necesitaba un borrón de memoria.




      Larry y Lawrie habían llegado 2 minutos antes al parque, viendo su jefe con una taza de café en la entrada de Starr Park. (De lejos siempre se ve más pequeño)...

        — Buen día muchachos.
        — ¡Buenos días R-T!
        — Buenos días, señor.

      R-T se le quedo mirando un rato a Lawrie, con los ojos entrecerrados como analizando el comportamiento.
 
         — Lawrie... ¡QUE ME DIGAS R-T!

       El robot más serio solo miro a otro lado, un poco avergonzado pero molesto. Siempre regañado por algo mínimo.

          — Esta bien... —Se cruzó de brazos, cerrando los ojos.
          — Bien, da igual. ¡Chicos! En... —Procede a mirar el reloj. — ¡En 45 segundos..! Los invitados especiales se harán presentes aquí, en Starr Park. Quiero una buena disposición, calidad y atención, ¿entendido?
           — ¡Si, R-T!

       Larry no pudo evitar emocionarse, sonriendo con alegría y optimismo, mientras que Lawrie seguía igual, se le nota desmotivado.

       De todas formas Larry quería dar una buena impresión, ya que se trataba del alcalde y con el dueño de Starr Park, podría ser una buena oportunidad para obtener autógrafo de alguno de los 2, sobre todo con el dueño del parque, o sea, es el dueño, dios mío.

ꕤ OUTSIDE RULES❗| Lawrie x LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora