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     Llegó un olor agradable. Un aroma de las típicas galletas que hacia las abuelas, de hecho, familiar a las galletas concurridas en la Starr Park.

     Lawrie abrió los ojos lentamente, encontrándose recostado en el sofá tapado con una cálida manta. Se sentía extraño, con una sensación rara pero no desagradable. Tomó aire, encantando por el olor tan dulce; sentándose aún algo cansado y sintiendo un pequeño piquete en su pelvis, quejándose bajo.

        — ¡Hola, Lawrie! Ya despertaste.

     El más alto se sobresalto por el repentino saludo, agarrando su pecho como si se le fuera el alma. Normalmente él se despertaba antes que Larry, pero esta vez el menor estaba despierto de antes, sentado en el suelo con un plato de galletas recién horneadas.

        — ¿Te apetece una galleta? Las hice ya que pensaba que ibas a despertar con hambre.

     ¿Es normal que actúe así? Ahora el mayor es el que se siente alterado por la extraña actitud de su opuesto. Claro, el también actuaba como si nada, pero verlo en Larry era más raro.

        — Eh... Paso esta vez... Gracias por la preocupación, hermano. —Pronunció con un tono áspero.

        — No es nada.

     Ambos se miraban a los ojos con cierto nerviosismo y cariño. Larry era el que estaba más nervioso, pues se estuvo planteando que debería hacer ahora que después de todo lo que pasó fue por su culpa y calentura. Suspiro, levantándose del suelo y dedicándole una sonrisa a su hermano.

     Si bien antes era el confundido, pero durante el tiempo que a pasado y sobre todo esto, lo a dejado con dudas, pero había agarrado ya una decisión probablemente definitiva, aunque necesitaba hacer unos pequeños ajustes. Lawrie siempre a querido que cooperará y si quiere algo como eso, él también tiene que cooperar con lo que quiere.

        — Cuando te levantes necesito que vayas a la mesa de la cocina. —Pronunció algo tembloroso, pero manteniéndose firme ante la atenta y afilada mirada de su hermano.

        — Claaro... Ahí estaré.

     Vio como Larry le dejó una galleta en el pecho de todas formas, dirigiéndose a la cocina con las restantes que estaban en el plato.

     Lawrie se rasco la cabeza algo avergonzado y sonrojado por la atención de Larry y sobre todo... Recordar lo que había pasado, estaba seguro que ahora ya no se tenía que esforzar demasiado, aunque tenía cierta inquietud. El menor puede llegar a ser más brusco y desesperado a comparación de él, que intentaba complacerlo.

     Antes de ir a la cocina se comió la galleta, disfrutando la suavidad y sabor. Lo admite y siempre lo menciona, Larry si que tiene buena mano al momento de hornear galletas.

     Se levantó del sofá con algo de dolor, pues la punzada en la pelvis y espalda se hizo más notoria cosa que lo hizo estar algo irritado. Se dirigió a la cocina a paso lento, entre cerrando los ojos por la leve sonrisa de su hermano, que estaba sentado en la silla frente a la mesa con un papel encima en esta y una pluma.

        — ¡Bien Lawrie! Toma asiento, tenemos que hablar de una cosita.

     Una gota de sudor bajo por su mejilla, pues aunque no lo demostraba estaba con una emoción mínima, pero no ignorada. Se quejó bajo y se sentó frente a su hermano, mirando de reojo el documento encima de la mesa.

         — No voy a rellenar papeles cuando no estoy en el trabajo. —Bufo, cruzándose de brazos.
         — ¡No es eso! ¡Es sobre nosotros!
         — ¿Nosotros?

     Larry suspiro, deslizando el papel frente a Lawrie junto a la pluma. Sus manos estaban temblorosas, pues lo que había ahí era algo redactado por él, con normas y cosas así. El mayor agarro el documento, leyendo la descripción de este y soltando una pequeña risa.

        — ¿En serio Larry? ¿Hiciste esto? Siento que no es necesario poner reglas en este tipo de cos-
        — ¡Cla-Claro que es necesario! Si quieres que acepte este término, quiero que también pongas de tu parte.

     Su opuesto sonrió.

        — Bueno, cuando me montaste parece que ya lo habías aceptado.
        — ¡LA-LAWRIE! —Grito exaltado, notándose el colorido rostro de vergüenza.

     El mayor rodo los ojos, tomándose el tiempo para leer la hoja hecha en Word seguramente; se sentía que estaba tibia por ser imprimida.

DESCRIPCIÓN

Puedo llegar aceptar el término si tu aceptas las siguientes normas y condiciones. En primer lugar, me gusta más el término "Outaside Rules", ya que en inglés suena más decente. ¿Lo sabes?

REGLAS

1. Podemos hacer este tipo de cosas más en casa, en el trabajo no es recomendable.

2. Deja de romper las reglas del trabajo...

3. Si estoy durmiendo ni se te ocurra tocarme. Respeta el sueño.

4. Si digo que te detengas, ¡hazlo!

5. Por favor... Si te aburres y te empieza interesar otra persona... Dímelo.

FIRMA

     Lawrie se quedó viendo el papel un rato más, frunciendo el ceño algo molesto por algunas cosas. Siente que no tiene sentido poner ciertas reglas pero si todo esto era para que Larry aceptará, no le queda de otra. Lo quiere para él y esta seguro que no se fijará en otra persona que no sea él, después de todo, lo ama.

     Agarro la pluma, sobre saltando al menor que estaba temblando de los nervios y vergüenza. Larry pudo escuchar el movimiento de la pluma sobre la hoja siendo esta entregada ante sus ojos con una linda firma hecha por el mayor; era muy elegante.

        — Eso fue... Rápido...
        — Oh, espera. Falta algo.

     El mayor le arrebató el papel, moviendo la pluma de forma rápida y rayando, devolviendo nuevamente la hoja a su hermano.

        — ¡¿Pero qué?! ¡Lawrie, eso no se hace! Rayaste la 1, 3 y 4, ¡¿por qué?!

     Rodo los ojos, tirando la pluma a la cabeza de Larry, haciendo que este se queje.

        — Son reglas absurdas, creo yo. Agradece que no raye las otras... Deberías dejar de ser obsesivo con las reglas en algún momento. —Se cruzó de brazos, balanceando un poco la silla hacia atrás en la que estaba sentado.

        — Emm, bueno... Eres malo...

     Larry arrugó un poco la hoja, levantándose de la silla para acercarse a su hermano y sujetar con firmeza el respaldar de la silla para que dejará de balancearse.

        — ¿Y ahora qué? —Gruño, mirando al menor.

        — Al final de cuentas... Firmaste así que... ¿Te parece bien en inglés? —Pregunto mientras acariciaba suavemente el mentón de Lawrie, dedicando una sonrisa.

        — ¿Outside Rules? No me molesta...

     Larry le proporciono un beso en la mejilla seguidamente de un pequeño beso en los labios, subiendo su mano para acariciar su cabeza.

        — Ja, eres muy raro... Me dejas enrollado.
        — Lo sé, Lawrie... Pero recordemos que tu también en un principio me dejaste confundido y ahora... Me haces entender poco a poco en como te sentías.
        — Que cursi.

     Lawrie se levantó de la silla para luego sujetar a su hermano de piernas y elevarlo para poner su peso contra su hombro, llevándolo como costal de papas.

        — Hablamos más en la habitación.
        — ¡Espera, espera! ¡Todavía estamos empezando!

ꕤ OUTSIDE RULES❗| Lawrie x LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora