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Roberta por fin dio con ellos,

Roberta: Aquí están, siento interrumpir su charla, pero ya estoy lista,

Miguel: Tal vez no sea tan buena idea

Roberta: Ya dijiste que si Miguel

Mia: Tiene razón Roberta, no te puedes arrepentir,

Miguel: Contra dos mujeres no se puede

Roberta: No hermanito,

Los tres fueron a la universidad, cuando llegaron se encontraron con Diego,

Diego: Te sacaron con pistola

Miguel: Más o menos, dos mujeres juntas son peligrosas

Diego: Esto hay que celebrarlo, van a hacer una parrillada en mi casa,

Miguel: Tampoco,

Roberta: Si Miguel, sino tendríamos que regresar,

Mia: Un poco de más aire no te sentaría mal,

Miguel: Bueno,

Diego y Roberta iban atrás,

Diego: ¿Cómo lograron que saliera?

Roberta: Yo no, Mia tiene un extraño poder de convencimiento sobre él,

Diego: Me di cuenta, hizo que dijera que iba a ir a la parrillada

Roberta: Y no es todo, hoy desayuno en la cocina, fueron al jardín y está aprendiendo a moverse dentro de la casa, al menos ya llega a la cocina sin matarse

Diego: ¿Qué le hizo a tu hermano en una tarde?

Roberta: No me preguntes, pero lo que sea, está funcionando.

Estuvieron un rato dando vueltas por la universidad,

Mia: ¿Tú estudiaste aquí?

Miguel: Si, me aprendí donde está todo casi de memoria,

Mia: Así que sabes donde está todo de memoria,

Miguel: Si,

Mia: Pues que bueno porque ya perdimos a Roberta y a Diego,

Roberta y Diego venían atrás, pero alcanzaron a escuchar lo que decía Mia, se quedaron a unos metros de distancia, y luego se fueron por otro lado,

Miguel: ¿Cómo que se nos perdieron?

Mia: Si, así que tendremos que buscar el estacionamiento por nosotros solos,

Miguel: Eso queda, verás,

Miguel hizo un recorrido mental de la escuela,

Miguel: Estamos afuera de la biblioteca,

Mia: Si,

Miguel: Tenemos que caminar hasta donde está el gimnasio, y de ahí hay que rodearlo para salir a la explanada, y de ahí cruzarla para llegar al estacionamiento,

Mia: A ver si tu teoría es cierta, pero primero necesito que me lleves a la oficina de admisiones, para dejar una hoja de mi curso de inducción,

Miguel: ¡Que yo te lleve!, es broma

Mia: No, yo no tengo ni idea de donde queda cada cosa, pero tú si,

Miguel: Puede cambiar

Mia: Un edificio no se mueve

Miguel: No,

Mia: De biblioteca para donde jalamos,

Miguel: Hay que entrar,

ojos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora