ojos del alma

51

Ella se rió,
Mia: ¿Por qué?
Miguel: Porque se me olvidaba que tú eras la positiva del equipo
Mia: ¿Cuál equipo?
Miguel: De nuestro matrimonio, yo soy el pesimista
Mia: Vas a tener que aprender a serlo,
Miguel: Tú me tienes que enseñar
Mia: Vamos a darte unas clases de positivismo
Miguel: Si mi amor
Mia: Me das un besito, es que no me puedo mover
Miguel: ¿Te gusto el besito?
Mia: Si, te acuerdas del primero que nos dimos
Miguel: El día de tus clases de natación
Mia: Descubrí que no era tan difícil y también que te amaba
Miguel: Yo también descubrí lo mismo
Mia: La bruja no consiguió ahogarme, tampoco esta vez tendrá éxito su maldad
Miguel: Mi amor, me dijiste que ella no te había aventado, sino al contrario
Mia: Umm, si me trato de ayudar
Miguel: Tampoco eres buena mintiendo, así como cuando te pedí que si querías ser mi novia y
estabas insegura de mi amor, pero no te atrevías a decírmelo,
Mia: Había tenido una pesadilla que no ayudo, efectivamente tampoco soy buena mintiendo,
por eso cuando fue lo de ese campamento me puse tan mal
Miguel: Hemos vivido muchas cosas
Mia: Y viviremos muchas más, tu nena y yo somos iguales
Miguel: ¿En qué sentido son iguales?
Mia: Nos proponemos algo y lo logramos
Miguel: ¿Y qué se han propuesto?
Mia: No dejarte sin tus ojos y tu aire
Miguel: Me parece bien, además me tienes que seguir cumpliendo la amenaza de hacer el
hombre más feliz del universo, del planeta,
Mia: Cada vez me la subes más
Miguel: En cuanto las den de altas, voy a pintar el cuarto de la nena
Mia: Si mi amor, también le compraremos sus cosas, muchos vestidos, la voy a vestir bien
hermosa
Miguel: Así como te vistieron a ti para conquistarme
Mia: Yo no quería conquistarte
Miguel: Pero bien que accediste
Mia: Me agarraron en curva, sin algunos días sin dormir,
Miguel: Todo por cuidarme
Mia: Tú estás igual, tienes mala cara, se me hace que te ves peor que yo
Miguel: Es que no te has visto tú
Mia: Ahh, ¿no estoy bonita?,
Miguel: Si eres mucho más hermosa
Mia: Esa contestación me recuerda algo
Miguel: Mi hermana me puso en aprietos
Mia: Eso dijiste, que era más bonita yo que la bruja, aunque andaba como Rodolfo el reno
Se pusieron a recordar muchas cosas, después de un rato ella se quedo dormida, él la observo
y le gano el sueño, tocaron la puerta, no hubo respuesta, los papás de ambos entraron, vieron
la escena, a los cuatros se les llenaron los ojos de lágrimas, se había quedado dormido
sosteniendo la mano de ella, cuando se tratara de mover estaría todo mal,
Elena: Hijo despierta
Miguel: Umm
Octavio: Vinieron tus suegros
Miguel: Buenas... no sé ni que hora es
Marina: Buenas tardes muchacho, tus papás nos hicieron favor de ir por nosotros y llevarnos a
comer
Miguel: Gracias, yo no tengo cabeza para mucho,
Franco: ¿Cómo está?
Miguel: No ha habido cambio señor, hay que esperar, pero a veces eso mata
Ella oyó voces y despertó
Mia: Mi amor
Miguel: Aquí estoy,
Marina: Hola hija
Mia: Mamá, papá,
Alfonso: Y yo también vengo, el que te cambio la vida al mandarte a los ángeles
Mia: Si hermano, gracias a eso conocí a mi esposo que es un hombre maravilloso
Miguel: Yo te pude conocer a ti y salir de las tinieblas
Le dio un beso y se le salieron unas lágrimas
Franco: Ánimo muchachos
Su hermano se acerco al ultrasonido donde monitoreaban a la bebé,
Alfonso: Mi sobrina
Mia: Si hermano,
Marina: Se ve grande,
Alfonso: Esa de ahí es su manita
Miguel: No cuñado es la sombra que se ve de su ojo
Alfonso: Ahh pensé que tenía el puñito cerrado

Marina: A ver yerno, explícanos
Mia: Anda mi amor
Miguel: Este de aquí es su pie
Franco: Se está moviendo
Miguel: Es muy activa,
Franco: Les va a poner la casa de cabeza cuando crezca
Miguel: Díos lo escuche suegro
De vuelta al presente, habían terminado los brindis, ella bostezo,
Miguel: La mujer más hermosa de la tierra tiene que irse a descansar
Mia: Ya se me acabo el veinte, como cenicienta a las doce
Santiago: Verás que el año que entra podrás desvelarte todo lo que quieras
Mia: Eso espero Santiago
Miguel: Hora de regresar a la cama
Mia: Ya voy
Clara: Ahora él es el general
Mia: Si Clara, ¿cómo sabes que me decía así?
Clara: Ya ves que nosotros de todo nos enterábamos
Miguel: Bueno arriba mi amor, con cuidado
Mia: Si
Miguel: Me van a disculpar se quedan en su casa,
Mia: Oye la que se va soy yo, tú puedes volver a bajar
Miguel: Nop, quiero estar a tu lado
Roberta: Bueno, feliz navidad a todos
Mia: Gracias cuñada,
Los dos subieron, ninguno volvió a bajar, la ayudo a ponerse la pijama, la acostó con cuidado y
él también hizo lo mismo
Mia: A veces ya no aguanto la cama
Miguel: Ayy mi amor, cambiaria tu lugar con gusto, sé que ha sido pesado para ti
Mia: Para ti también, estás muy demacrado
Miguel: No era muy cómodo dormir en el hospital
Mia: Pero muchas noches te mande a la casa, varios te dijeron que podían quedarse
Miguel: Tú estuviste conmigo todo el tiempo, yo no quería irme y
El comenzó a llorar
Mia: Shh, te amo,
Miguel: Y yo a ti
Mia: Esta navidad cumplimos casi nuestro primer año de casados
Miguel: Fue en año nuevo cuando
Mia: Me dio ese temblor extraño y ese deseo de entregarme a ti,
Miguel: Nuestra reconciliación tuvo un fruto hermoso
Mia: Nuestra hija, que sigue creciendo dentro de mi