ojos del alma

35

Estaban a dos días del catorce de febrero, Mia y Roberta andaban en la biblioteca investigando
algunas cosas, Miguel había quedado de pasar por ella para irse a la oficina, le seguía ayudando
en eso de ser su secretaría,
Roberta: Y no quisiste que contratara una secretaria
Mia: No para nada, pero así compartimos tiempo juntos,
Roberta: Aguantarlo como jefe y esposo
Mia: Me agrada más en lo segundo,
Roberta: Es exigente,
Mia: Si mucho,
Miguel había llegado,
Miguel: Te oí
Mia: Amor no lo puedes negar eres un perfeccionista
Miguel: Mira quien lo dice
Roberta: No que todo miel sobre hojuelas
Mia: Tenemos nuestras diferencias, pero eso la hace mejor
Miguel: Si mucho mejor
Se besaron,
Roberta: ¡Cuanta miel!
Miguel: Ni digas que estás igual con Diego
Roberta: Bueno si hermano,
Miguel: Ahí viene un cuervo
Joaquín iba entrando a la biblioteca,
Joaquín: El nuevo jefe de relaciones públicas
Miguel: Así es Joaquín
Joaquín: Pues siendo tu papá el dueño, las cosas son regaladas
Miguel: Te equivocas, yo estoy a prueba,
Joaquín: Uyy si
Miguel: No tengo porque convencerte de nada
Joaquín: Tienes mucho miedo que te quite a tu flamante esposa,
Miguel: No, ella me ama y yo a ella
Joaquín: Y por eso ni siquiera es capaz de hablarme,
Miguel la vio, le dio un beso,
Mia: Si no te hablo es porque no me interesa, solo por eso,
Joaquín: Así que tienes voz
Mia: Si, y con ella te digo que si piensas intentar algo para destruir mi relación con Miguel, te
ahorres el esfuerzo, lo amo, no dejare que nadie nos separe
Joaquín: ¿Y estás segura del amor de él?
Mia: Claro
Joaquín: Lo veremos,

El tipo se fue, Miguel tenía ganas de golpearlo,
Mia: No le hagas caso
Miguel: Es que yo no le hice nada
Roberta: Pero él piensa que si hermano
Miguel: El se enredo con Sabrina mientras era mi novia, él fue quien traiciono nuestra amistad
Mia: Olvida eso Miguel
Miguel: Tienes razón amor, nos vamos
Mia: Si, ya acabamos
Miguel: Adiós hermanita,
Roberta: Adiós, voy a buscar a mi prometido
Miguel y Mia se fueron a la oficina, por su parte Roberta fue a buscar a Diego, él le había dicho
que estaría trabajando en una de las salas de la biblioteca, se dio una vuelta, le faltaba una de
revisar, debía estar ahí cuando entro,
Roberta: DIEGO
Diego: Roberta no es lo que piensas
Sol lo tenía abrazado, parecía que se iban a besar, a ella le dio mucho coraje,
Roberta: ¿Por qué?
Diego: No esto fue una trampa,
Roberta: ¿Cuál trampa?
Diego: Teníamos que trabajar, luego ella
Roberta: No quiero explicaciones toma
Ella se quito el anillo y lo aventó saliendo del lugar, Diego lo alzo y trato de ir tras ella pero Sol
se puso en la puerta para no dejarlo salir,
Diego: Quítate
Sol: No te ama, desconfió de ti
Diego: Todo esto lo tramaste
Sol: Desde luego
Diego: Estás loca
Sol: Ella es
Diego: La mujer que amo, con la que me voy a casar
Sol: Te aventó el anillo
Diego: Te quitas
Sol: ¿O qué?
Diego: No respondo
Él la empujo, cuando estuvo afuera no encontró por ningún lado a Roberta, ella llego a su casa
llorando,
Abuelita: Mi niña que tienes
Roberta: Diego,
Abuelita: ¿Le paso algo?
Roberta: La vieja esa
Abuelita: ¿Quién?
Roberta: Sol,
Abuelita: Por la que habían terminado una vez
Roberta: Si la misma
Abuelita: ¿A ver dime?
Roberta le contó a su abuelita todo lo que había visto,
Abuelita: Y solo por eso, te quitaste el anillo y se lo aventaste
Roberta: ¿Solo por eso?
Abuelita: Hija por díos, sabes cuantas lagartonas no se quisieron meter entre tu abuelo y yo
Roberta: ¿Te engaño?
Abuelita: No, pero si hubo muchas que hicieron hasta lo imposible, pero él me amaba a mi, eso
lo tenía muy presente
Roberta: Mañana es catorce
Abuelita: Tendrás que hacer algo para arreglar tú enredo,
Roberta: Supongo que si,
Por su parte Mia y Miguel regresaron de la oficina,
Miguel: un día pesado
Mia: Si mi amor, pero ya estamos en casa, quieres que te prepare algo
Miguel: No tengo hambre,
Mia: Un té o algo,
Miguel: No solo quiero dormir
Mia: No sacamos la correspondencia,
Miguel: Ya mañana
Mia: Acuérdate que luego el hijo de la vecina le gusta esconderla,
Miguel: Si pero bajar
Mia: Yo voy por ella Miguel, flojo
Miguel: Voy
Mia: No descansa
Mia fue por la correspondencia,
Mia: Te caché
Niño: Me vas a acusar con mi mamá
Mia: No con una condición
Niño: ¿Cuál?
Mia: Vuelves a sacar nuestra correspondencia y te acuso
Niño: Está bien
El niño se fue con su travesura frustrada, Mia reviso que todo fuera correspondencia de ellos,
había una sobre a su nombre pero sin remitente,
Mia: ¡Que extraño!
Lo abrió, saco unas fotos y una carta, tardo tanto en regresar que Miguel la bajo a buscar, ella
estaba sentada en las escaleras,