ojos del alma

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En eso tocaron la puerta

Mia: ¿Quién será?

Miguel: Mariana

Mia: ¡A esta hora!, se cayó de la cama

Miguel: La tiro yo creo mi tía Claudia

Mia: ¿Por qué?

Miguel: Porque como no puedes estar sola

Mia: Mi amor no, yo puedo quedarme perfectamente bien sola

Miguel: Shh, el que manda aquí soy yo, hoy en la mañana viene Mariana y en la tarde la

reemplaza mi tía Claudia hasta que yo llegue

Mia: Pero

Miguel: Nada,

Mia: ¿Y mañana por curiosidad quién viene?

Miguel: Tu suegra en la mañana y Roberta en la tarde

Mia: No inventes mi amor

Miguel: Si, el miércoles estará contigo Clara en la tarde y en la mañana sino mal recuerdo

Mónica

Mia: Pobres de tus amigas

Miguel: También son tus amigas ahora y se ofrecieron a ayudarme, para que yo esté tranquilo

Mia: Está bien, ¿quién más me hará compañía?

Miguel: El jueves en la mañana estará Alexa y en la tarde Rocío

Mia: Ya no tienes a nadie para el viernes,

Miguel: En la mañana tendrás dos cuidadoras,

Mia: ¿Quién?

Miguel: Mi tía y Mariana, en la tarde será igual

Mia: Déjame adivinar, Roberta y tu mamá

Miguel: Si mi amor, el fin de semana yo no me despego de ti para nada

Mia: No puedo decir que no verdad

Miguel: Nop

Mia: Ni hablar, te acompaño abajo

Miguel: No, te quedas aquí, yo le abro a Mariana y ella sube a verte

Mia: Ok

Miguel: Te portas bien

Mia: Si mi amor, vete tranquilo, obedeceré a mi cuidadora

Miguel: Más te vale, me muero si te pasa algo

Mia: La bruja está muy lejos y yo no voy a poner en riesgo a nuestra bebé,

Miguel: Bueno, beso

Mia: Que te vaya bien

Miguel: Gracias
Cuando iba a salir

Mia: Oye

Miguel: ¿Qué paso?

Mia: ¿Romina todavía es tu secretaria?

Se regreso y la abrazo

Miguel: Tú no tienes que preocuparte por eso, tu esposo solo tiene ojos para ti

Mia: Si mi amor

Miguel: Pero para tu mayor tranquilidad tu suegro la mando a otras oficinas de la empresa

Mia: Lejos de donde trabajas

Miguel: Aja, así que una sonrisita y besito de nuevo

Mia: Si mi amor

El bajo y le abrió a Mariana