ojos del alma

6

Al día siguiente no la despertaron gritos, se levanto y toco en la recamara de él, como no obtuvo respuesta abrió la puerta, no estaba ahí, se asusto mucho así que bajo las escaleras, con la prisa una de sus sandalias se le atoro en los últimos escalones lo que hizo que se cayera,

Mia: Auchhh

Mia: Ya me caí

Miguel iba saliendo de la cocina,

Miguel: Mia

Mia: Si,

Miguel: ¿Dónde estás?

Mia: En el suelo

Miguel: ¿Como qué en el suelo?

Mia: Ahora fui yo la que se cayo de las escaleras,

El se acerco, podía ver su silueta de ella en el piso, así que la ayudo a levantarse,

Miguel: ¿Estás bien?,

Mia: Si, solo fueron como cuatro escalones los que me caí,

Miguel: ¿Cómo?

Mia: No sé, iba bajando y se atoro en algo mi sandalia, eso me hizo perder el equilibrio y caerme,

Miguel: Pensé que el único que se caía era yo,

Mia: Pues ya ves que no, todo por bajar corriendo,

El se empezó a reír,

Mia: No te rías,

Miguel: No lo puedo evitar,

Mia: Me vas a hacer enojar,

El no paraba de reírse,

Mia: Yo no me reí ayer que te caíste,

Miguel: Ya pues, ¿por qué bajaste corriendo?

Mia: Fui a tu cuarto, como no me contestaste abrí la puerta y como no estabas

Miguel: Te asustaste,

Mia: Si,

Miguel: Dijiste este ya se tiro por el balcón, se tiro por las escaleras o que hizo ahora,

Mia: No es para tanto, las mañanas no son muy buenas para ti, y no me lo vas a negar,

Miguel: Eso si, acuérdate que te dije que no dormía mucho

Mia: Con la experiencia de ayer,

Miguel: No, a ver siéntate en el sofá,

Mia: Gracias

Los dos se sentaron en el sofá,

Miguel: Me desperté temprano, y baje a la cocina,

Mia: ¿Por qué no me hablaste?

Miguel: Digamos que quiero iniciar a hacer las cosas por mi mismo,

Mia: Eso me da gusto,

Miguel: Segura que estás bien,

Mia: Aporreada, pero bien,

Miguel: No quieres ir a ver un doctor o algo,

Mia: No fue para tanto, y ya ves

Miguel: ¿Qué?

Mia: Hasta una persona que ve, se cae por las escaleras de ves en cuando,

Miguel: No te habrás caído para probarme eso,

Mia: Si claro,

Miguel: Te aventaste cuatro escalones,

Mia: Como crees, si me voy a dar un golpe, solo para convencerte, y mira que dolió,