ojos del alma

47

Entro Sabrina a la oficina con una gabardina,
Miguel:¿Qué haces aquí?
Sabrina: Viene a darte algo que seguramente tu esposa ya no te puede dar
Mia: ¿Qué le quieres dar a mi esposo Sabrina?
Sabrina: Tú
Mia: Si yo, me imagino que el siguiente paso era quitarte la gabardina y quedar en ropa
interior, para que cuando yo entrara viera la escena, pero te fallo,
Sabrina: El y yo
Mia: Nada, este truco te salio mal, confió en él y tu mensaje sonó a una trampa, caí una vez,
pero dos veces no, amo a Miguel con toda mi alma y voy a luchar con todo para defender
nuestro amor, por mi y por el hijo que estoy esperando,

Sabrina dejo la oficina azotando la puerta, su plan no le había salido bien,
Miguel: Otra vez me querían poner un cuatro
Mia: Ve muchas películas,
Miguel: Lo bueno que nosotros también
Mia: Si y deduje lo que quería hacer,
Miguel: Nos vamos
Mia: Ahora si, te prepare algo muy rico, y por cierto tendremos invitada
Miguel: ¿Quién?
Mia: Tu hermana, pasara a comer con nosotros saliendo de la universidad, con eso que Diego
tuvo que salir unos días de viaje,
Miguel: Ella no pudo ir,
Mia: Estamos en finales, ni como irse,
Miguel: Pues si,

Llegaron a su casa, él puso la mesa y al poco rato llego Roberta, comieron muy a gusto, y
Miguel: Hora de irnos a la universidad mi amor
Mia: Si, lo bueno es que ya pronto terminaremos
Roberta: Es pesado cuñada
Mia: De repente, pero bueno he podido hasta ahora, ya es la recta final
Roberta: Afortunadamente la bruja no te ha dado dolores de cabeza
Mia: Hoy quiso hacerlo
Roberta: ¿Cómo?
Miguel: Nos quiso tender una trampa hermana
Roberta: Otra vez
Miguel: Si, pero mi esposa le puso un alto muy diplomático,
Mia: Es tarde, vamos
Miguel: Si, porque no puedes llegar tarde
Roberta: Me tienen que contar,
Miguel: Claro hermana, pero será otro día, porque Mia no puede llegar tarde
Roberta: Ni yo
Mia: ¿Tú?
Roberta: Es que tomare esa clase para reponer a una que tuve que faltar,
Miguel: Pues vamos…
Miguel las dejo en la universidad, mientras iniciaba la clase, hablaron un poco,
Roberta: ¿Qué quiso hacer Sabrina?
Mia: Tenderme un cuatro, me mando un mensaje que fuera a la oficina de Miguel a las dos
para ver que me engañaba
Roberta: Fuiste,
Mia: Si pero en cuanto recibí el mensaje, llegue antes que ella y pues le amole su teatrito,
Roberta: Esta mujer
Mia: Realmente no me preocupa lo que haga ella,

Roberta: Cuñada
Mia: ¿Qué?
Roberta: ¿Tienes algo?
Mia: Siento que la nueva secretaria de Miguel le quiere aventar el perro
Roberta: ¿Por qué?
Mia: Porque se viste bien atrevida, y siento que se le insinúa, algo me huele mal ahí
Roberta: Mi hermano solo tiene ojos para ti
Mia: Lo sé, pero es que tal vez fue coincidencia pero hoy no fue a trabajar
Roberta: ¿Y?
Mia: Siento que le quería ayudar a Sabrina,
Roberta: Entonces no quiere nada con mi hermano,
Mia: Para después quedarse con él,
Roberta: Umm
Mia: No me hagas caso, creo que he visto muchas películas o novelas últimamente
Roberta: Casi no ves la televisión
Mia: Pues no, pero
Roberta: Tú tranquila, no te hace bien ponerte así por ti y el bebé
Mia: Lo sé,
Roberta: Debes confiar en mi hermano, él te ama,
Mia: Si eso hice hoy, pero hay algo en la tal Romina que me da mala espina,
Roberta: Puedes pedir que la cambien a otro lado
Mia: Le dije a Miguel que siento que la tipa se le está aventando, él me sugirió lo mismo, pero
no quiero ser una esposa celosa o algo sí,
Roberta: La intuición femenina no falla, si sientes que está tratando de entrar en tus terrenos,
Mia: Yo no la dejare entrar,
Roberta: Así se habla cuñada,
Miguel regreso a la oficina, y Romina estaba ahí,
Romina: Buenas tardes señor
Miguel: Buenas tardes, no te reportaste enferma
Romina: Me sentí mejor y vine a trabajar,
Miguel: Bueno,
Romina: ¿Necesita algo?
Miguel: No nada,
El entro a la oficina, estaba trabajando,
Romina: Le traje este café,
Miguel: Gracias, pero no tomo y lo sabes
Romina: Perdón como tengo algunos días apenas,
La mujer le sonrió muy coquetamente,
Miguel: Lleva estos papeles a archivo por favor
Romina: Si señor,
Poco después él la llamo para dictarle un comunicado, cuando entro y se sentó, él se volteó