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Había pasado poco más de dos años de que había nacido su hija, del horror vivido con su
desaparición no se acordaban, las terapias les hicieron mucho bien, estaban unidos y felices.
Tobo iba bien, pero de pronto en los últimos dos meses, ella lo había sentido extraño, justo la
noche anterior
Mia: Hola mi amor
Miguel: Hola
El saludo fue uno muy frío que se le clavo en el corazón a ella,
Mia: ¿Qué tienes?
Miguel: Nada, me voy a dar un baño
Mia: Quieres que
Miguel: Mi hija, ¿ya se durmió?
Mia: Si,
Miguel: Bueno
El entro al baño, ni siquiera le había dado un beso, ella trato de aguantarse las ganas de llorar
que le dieron su indiferencia, fue a la recamara de su hija, estaba acostada en la cuna, salió al
balcón y vio todo lo vivido en más de cuatro años a su lado. Lo sentía muy lejano, no entendía
la razón, solo esperaba que no la hubiera dejado de amar. Cuando regreso a su cuarto, él se
encontraba acostado, ella le hizo compañía y,
Mia: Mi amor,
Lo beso,
Miguel: Buenas noches
Mia: Buenas noches
El cuchillo termino de atravesarle el corazón, fue al baño y se encerró a llorar, eran como las
doce del día, su hija estaba tomando la siesta y ella intentando no pensar que él la hubiera
dejado de amar, tocaron a la puerta
Mia: ¿Quién?
Roberta: Yo cuñada,
Le abrió la puerta a Roberta, tenía seis meses de embarazo, después de dos años de casados se
habían decidido a encargar al bebé, ella la saludo, pero ambas habían aprendido a conocerse
muy bien, en cuanto la vio, Roberta supo que le sucedía algo, fueron a la cocina,
Roberta: La nena
Mia: Durmiendo,
Roberta: ¿Qué tienes cuñada?
Mia: Nada
Roberta: Más que mi cuñada eres como una hermana y he aprendido a conocerte, algo te tiene
mal, ¿qué es?
Mia: Tu hermano
Roberta: ¿Mi hermano?,
Mia: Si ha estado muy extraño conmigo
Roberta: ¿A qué te refieres con extraño?
Mia: Frío, hace dos meses que nada de nada
Roberta: No te entendí
Mia: Es que... voy a darle una vuelta a mi hija
Roberta: Prefieres que hablemos en la sala, por si despierta le nena
Mia: Está bien,
Fueron a la sala, Mia se sentó dando la espalda a la puerta,
Roberta: ¿Qué ha pasado entre ustedes?
Mia: Ese es el problema, bueno no necesariamente, pero hace dos meses que no hacemos el
amor
Roberta: ¿Por qué?
Mia: No sé Roberta, siento que lo pierdo y me duele mucho,
Se le salieron las lágrimas, Roberta la trato de consolar,
Roberta: Piensas que él
Mia: No quiero contemplar esa posibilidad, me aterra pensar que me haya dejado de amar y
esté con otra
Roberta: Mi hermano no es así
Mia: Esto no lo debí hablar contigo, es tu hermano y
Roberta: Entonces con quien cuñada, soy su hermana, pero también soy tu amiga, recuerdas
que yo fui quien les vi potencial de pareja
Mia: Creo que ese potencial se perdió,
Roberta: Cuñada no digas eso,
Mia: Voy a hablar con él y
Roberta: Espera no vayas a hacer la misma tontería de hace años, cuando fue todo el engaño
de Sabrina y que estuvieron a punto de divorciarse
Mia: Jamás podría retenerlo a mi lado, sino me ama
Roberta: Yo siento que él no te ha dejado de amar
Mia: Yo siento lo contrario
Roberta: Igual y son las presiones del trabajo, han sido meses difíciles
Mia: Eso no lo discuto, pero no es la primera vez que hay tanto trabajo, lo estoy perdiendo y no
sé ni el porque o por quien
Roberta: No pienses en eso, en caso que alguna tratara de entrometerse en su matrimonio,
tienes que luchar por él,
Mia: He luchado por él, ayer quise que hiciéramos el amor y sabes que obtuve de contestación
Roberta: No,
Mia: Un buenas noches más seco, ni una persona que acabas de conocer te lo dice así
Roberta: Tal vez estás exagerando
Mia: No lo estoy haciendo
Roberta: Tienes que hablar con él
Mia: Lo he intentado, pero viene cansado, o se pone a jugar con la nena, me he tragado
algunas cosas por no hacer una escena delante de la niña, debe tener otra mujer,

Miguel había regresado de la oficina pero ninguna de las dos oyó, ni vio cuando entró
Roberta: Ni digas eso
Mia: Si, pero no se ha de atrever a decírmelo, quizás por miedo a que no lo deje ver a nuestra
hija, yo no quiero un matrimonio de apariencias, dañaría más a nuestra hija,
Roberta: Habla con él
Mia: Lo mejor será divorciarnos
Roberta: Cuñada no digas eso,
Mia: Él ama a otra, su indiferencia me lo demuestra, a veces siento que quisiera que no
estuviera en la misma cama, no me abraza, ni me besa al llegar, está irritante,
Roberta: No puedes decir que se divorcian y ya, sin luchar por su matrimonio, tienen una hija,
además tú lo amas
Mia: Si yo lo amo y dudo que se pueda amar más, pero él,
Miguel: Tal vez te lo pueda contestar yo,
Ella volteo, él tenía lágrimas en los ojos, en eso se escucho que la niña lloro,
Miguel: Hermana nos puedes hacer un favor,
Roberta: Si claro
Miguel: Puedes llevarte un rato a Angie al jardín, para que Mia y yo podemos hablar
Roberta: Si,
Roberta subió por la niña, cuando bajo con ella, él le dio un besito y Angie le sonrió, las dos
salieron, él se acerco a ella, sintió mucho miedo de escuchar lo que había imaginado por esos
dos meses y cerro los ojos, en eso
Mia: ¿Qué haces?
No le contesto, la había cargado y comenzó a caminar con ella en brazos, subieron las escaleras
y entraron a su cuarto, la bajo con delicadeza, cerro la puerta y,
Mia: Mejor hablamos en la sala
Miguel: Tú y yo no vamos a hablar,
La beso, entre lágrimas él le comenzó a quitar la ropa a ella, le sonrió, la cargo y la puso
delicadamente en la cama, se quito la ropa él, se acostó a su lado,
Miguel: No te he dejado de amar y tienes razón, dudo que se pueda amar más de lo que yo te
amo a ti,
El cuerpo de ella volvió a sentir las caricias y besos que tanto extraño, la dulzura del abrazo de
él, la forma en que siempre le hacia el amor, sus cuerpo unidos, todo fue como aquella primera
vez o mejor, los dos se conocían, habían adquirido la astucia para amarse y disfrutarse
mutuamente, estaban abrazados
Mia: Te amo,
Miguel: Yo también te amo mi amor, discúlpame por estar así estos dos meses
Mia: ¿Qué tienes?, ¿es otra mujer?
Miguel: Si hubiera sido otra mujer, jamás me hubiera atrevido a volverte a tocar
Mia: ¿No me engañas?
Miguel: Para la única que tengo ojos, amor, días y noches para amarnos eres tú,

ojos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora