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Las semanas pasaban rápido y Ni-ki seguía diciendo que Soobin era su nuevo papá.

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Soobin llevaba a Ni-ki a la escuela, iban tomados de la mano, el pequeño Ni-ki caminaba alegremente mientas Soobin... Soobin recordaba lo que la otra noche había sucedido y caminaba con un dolor en la espalda.

Estaba confundido, habían dicho que no tendrían ningún contacto especial hasta aclarar las cosas y bueno, Yeonjun lo besaba casi todos los días y la noche anterior llegó tarde de trabajar.

Soobin estaba viendo algo en la tele, cuando Yeonjun llegó y le robó un beso, luego lo volvió a besar y así hasta que terminaron en la cama de nuevo. No iba a decir que se sentía mal, porque el no disfrutaba, sin embargo cada día se confundía más y cada día Ni-ki le tomaba más cariño.

– Adiós papi – Ni-ki beso la mejilla de Soobin y entró a la escuela.

Soobin no sabía que hacer, todos los padres lo miraban extraño, era la primera vez que Ni-ki le decía así en la escuela.

– Soobin, veo que Ni-ki piensa que eres su padre – la señora Jisoo se acercó a el.

– Bueno... Me tomo mucho cariño.

– Ya veo, ¿El señor Yeonjun es un buen jefe? – ¿A que venía su pregunta? ¿Quiza ella lo sabía? ¿sabia porque hacia con Yeonjun?

– S-si – respondió nervioso – el es muy bueno conmigo.

– Ya veo, esque eres la primer niñera de Ni-ki y pensé que sería diferente... ¿Por qué aceptarme el trabajo? Ni-ki nunca necesito una.

– Bueno, necesitaba dinero...

– Ya veo.

La campaña sonó, las puertas se cerraron.

– Bueno, debo irme, tengo cosas que hacer – Soobin se despidió de la señora.

– Hasta la tarde.

¿Por qué lo interrogó tanto? Soobin se ponía nervioso cada que creía que pueden descubrir las cosas que hace cuando no trabaja.

Soobin regresó a la casa, limpio un poco, se metió a bañar y luego salió al trabajo de Beomgyu.

Entro a la cocina del restaurante, tomó un delantal y se lo puso, localizó a su amigo que estaba cocinando por ahí y entonces se acercó a el.

– Beomgyu necesito ayuda – se acercó sigilosamente.

– ¿De nuevo? Es la tercera vez que vienés en la semana.

– Es que Yeonjun lo volvió a hacer, me volvió a tocar y ya sabes.

– ¿Y cuantas llevan en estos dos meses?

– No lo se Beomgyu, no las cuento, son como tres o cuatro.

– Yo creo que ya te esta utilizando, piensa Soobin. El señor esta separado con un hijo, solo, lo abandonaron combinación niño, ¿No crees que tiene ganas después de cinco años?

– Bueno, no lo había pensado así.

– Eres su nuevo juguete, si no a aclarado nada es eso, solo te usa.

– ¿Y que debo hacer?

– Salir de ahí, renuncia y si pregunta porque di que tus padres consideraron mejor las cosas y quieren que regreses.

– ¿Qué pasará con Ni-ki?

– El niño puede tener otras niñeras, pero estar ahí es malo para tu salud mental.

Beomgyu tenía razón, Soobin ers un completo idiota ¿Como no se dio cuenta antes? Esa misma noche se iría, no iba a soportar otro dia más sin aclarar las cosas.

Soobin salió de la cocina y regresó al Departamento, pero no esperaba que Yeonjun estuviera ahi... Al menos quería despedirse de Ni-ki...

– Hola, pensé que ibas a regresar más tarde – Soobin se acercó a Yeonjun y se se yo junto a él.

– Mis reuniones se cancelaron y pide regresar justo a tiempo.

– Todavía falta una hora para que Ni-ki salga.

– Lo sé. – Yeonjun se acercó peligrosamente a los labios de Soobin.

– Yeonjun, yo quiero hablar contigo. – Dijo antes de que Yeonjun pudiera besarlo.

– Esta bien, ¿De que quieres hablar?

– Yo... Renunció. – dijo de la manera más seria posible.

– ¿Por que?

– Mis padres me llamaron, fui a verlos esta tarde, me dijeron que sentían todo y que regresara a la casa... No tengo otra opción.

– Pero, Soobin no te puedes ir, diles que no.

– pero sino lo hago volverá a ser lo mismo y yo... Los extraño.

– Soobin, pero, no te puedes ir.

– ¿Por qué no?

– Pues Ni-ki... Y yo, al fin aclare mis sentimientos Soobin, yo te amo de verdad, no te puedes ir ahora.

– ¿Me amas? ¿De verdad? – Soobin no pudo evitar sonreír ilusionado.

– Ya entendí todo Soobin, yo de verdad te amo.

Yeonjun beso los dulces labios de Soobin.

– Soobin, por favor quédate, te necesito conmigo.

– Lo voy a pensar...

¡𝒑𝒂𝒑𝒂́ 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒂 𝒖𝒏𝒂 𝒏𝒊𝒏̃𝒆𝒓𝒂! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora