La pareja de novios caminaba por la gran plaza, iban tomados de la mano y estaban ahí para comprar las cosas de la nueva habitación de Ni-ki.
Ya estaba todo planeado, las paredes de azul, la cantidad exacta de muebles y diferentes figuras floresentes pra decorar la habitación.
Sería un tiempo muy lindo en pareja que iban a disfrutar.
Ya con las compras hechas y dos botes de pintura azul regresaron a cada pra comenzar lo más pronto posible. Este día solo pintarían las paredes y la decorarían, los muebles llegarían a su casa en mínimo dos días.
Así que en cuento llegaron en pagaron todas las cosas de Soobin, cubrieron los muebles con plástico y los movieron, después pensaban en donarlos o venderlos, ya tendrían tiempo de hacer eso, también cubrieron el piso con plástico y dejaron los botes de pintura sobre este.
Se pusieron ropa cómoda que pudieran manchar y comenzaron a pintar las paredes de la habitación. La pintura parecía ser del color perfecto pues resaltaba muy bien con la luz que entraba por la ventana, si Ni-ki viera el color le encantaría tanto como a su padre.
Ambos hacian un buen trabajo, Soobin pintaba una pared mientras Yeonjun pintaba otra, a ese paso podían acabar antes de lo esperado. Pero ocurrió un problema, Soobin llevaba la mitad de la pared y estaba comenzando a cansarse, no estaba acostumbrado a hacer ejercicio y ahora lo estaba sintiendo en sus brazos.
– Uff – suspiro – esto es demasiado agotador, no siento los brazos – se quejó mientras movia sus brazos para relajarlos.
– ¿Quieres que te ayude? Podemos descansar su quieres– propuso Yeonjun.
– No... Es muy temprano... – eran las 2:30 de la tarde.
Soobin iba a sugerir seguir para no atrasarse, pero luego vio que Yeonjun estaba a nada de terminar de pintar su primer pared.
– Hay... Pero si tu ya casi terminas – dijo impresionado.
– Si, mejor descansa, yo puedo seguir solo.
– No, quiero ayudar, descansaremos un poco y luego regresaremos, no pienso dejarte todo a ti.
– Esta bien – sonrió.
En realidad Yeonjun también estaba cansado, no tanto como Soobin, pero quería hacerse el fuerte para que el no pensara que era débil.
Ambos dejaron las brochas en los plásticos y se dirigieron a la cocina, tomaron un poco de té y comieron unas donas que habían comprado en la mañana y se tomaron el tiempo de ordenar algo para comer más tarde, luego regresaron a su labor.
Mientras Soobin seguía pintando no pudo evitar echar un vistazo a el trabajo de Yeonjun quien ya estaba empezando con la otra pared, no pudo evitar notar como sus músculos resaltaban cada vez que alzaba sus brazos o hacia algún movimiento que requiriera fuerza. Por un momento se imagino a el siendo rodeado por esos brazos tan trabajados, se le hizo agua a la boca de tan sólo imaginarse mordiendo los en una situación tan candente donde tuviera que hacerlo para callar sus gemidos, sus alucinaciones fuera de la realidad lo hicieron babear de tan sólo pensar en algo así...
– ¿Crees que necesite otra capa? Siento que el tono se ve más claro cuando se seca – dijo Yeonjun mientras veia la pared.
Soobin fue sacado de sus pensamientos, sentía las mejillas calientes, estaba muerto de pena por pensar en esas cosas.
– ¿Cómo? – pregunto apenado.
– ¿Que si piensas que debo dar otra capa de pintura? – repitió y volteo a verlo.
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¡𝒑𝒂𝒑𝒂́ 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒂 𝒖𝒏𝒂 𝒏𝒊𝒏̃𝒆𝒓𝒂!
Romance•Yeonbin• Yeonjun tiene un pequeño muy travieso en casa. Ni-ki tiene suerte de tener un papá muy guapo o si no, estaría de nuevo en casa de la abuela, sin Internet, sin juguetes y sin diversión. •Yeonjun 25 años/ Soobin 20 años. •Aparicion/mencion...