Capítulo nueve

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25 de septiembre de 2007
1:32

A esa hora, se suponía, debía estar durmiendo, más allá de si hubiera escuela o no al día siguiente. Pero su cabeza no terminaba de procesar lo que había pasado el día anterior y que, directa o indirectamente, había sido su culpa.

Por lo menos estaban vivas. Hunter se enteró una hora antes gracias a una corta llamada que Edalyn le hizo a Raine. Luz y Amity habían sido atacadas en la tarde, en un lugar en el que no estaban usualmente, pero seguían con vida, pues alguien había ido a ayudarlas antes de que fuera demasiado tarde.

Llevaba dos horas despiertos, mirando al techo. Estaba en la casa de Raine, pues ella había pasado a buscarlo después de la llamada de Edalyn, en la casa de los Park.

Cómo hacia tiempo que no dormía ahí, tuvo que conformarse con un sobre de dormir que Raine había comprado años atrás y que nunca utilizó hasta entonces.

Ya sabía que sus amigas estaban bien, pero igualmente, seguía sintiéndose culpable ¿Por qué fue tan idiota ese día? Todo hubiera sido diferente si el no proponía ir todas al parque... si no hubiera hecho que se enojaran y se fueran por separado, o por no priorizar que cada uno volviera a su casa.

Un asesino, Philip Wittbane o no, estaba afuera, y eso era motivo suficiente para quedarse dentro de sus casas. También porque la policía no estaba dando con buenos resultados hasta el momento.

Un ruido hizo que se despabilará y se levantará del sobre. Fue de la cocina. Respiro hondo y trato de convencerse que estaba alucinando, que era por culpa del estrés y que tenia miedo por lo relacionado con Philip Wittbane...

Tomó su teléfono y prendió la linterna, alumbrando la sala oscura. Apuntó a la puerta cerrada de la cocina y se alejo lentamente hacia la puerta que lo llevaba al pasillo. Iría a la habitación de Raine, le avisaría que había alguien en la casa, y saltarían por la ventana, ventana que se encontraba en el tercer piso de un edificio. Si saltaban, se quebraría más de la mitad de los huesos, probablemente.

Recién se tomó el tiempo para pensar ¿Cómo alguien entraría por la ventana de un tercer piso? Debe ser experto trepando, y considerando la edad que tenía Philip Wittbane cuando se fue de la cuidad, para entonces su estado físico no le permitiría trepar tanto aún con las herramientas que tenga...

Escucho como una olla o algo por estilo se caía en la cocina...

Okey... tal vez si pudo trepar.

Salió de la sala, cerrando la puerta tras de sí con mucho cuidado de no hacer ruido, y corrió a la habitación de Raine. Entró y cerró la puerta con cerrojo.

-Raine... Raine, despierta-se subió a la cama y cuando iba a moverla para que despertará, se dio cuenta que no estaba ahí.

El pánico lo invadió y se acercó a la ventana. Observo la distancia que había entre él y el suelo; se rompería una (o dos) pierna, efectivamente.

Escucho gritos provenientes de otra habitación. Eran de Raine. Gritaba horrorizada, pidiendo ayuda.

El cuerpo de Hunter se congeló ahí mismo, capaz de reaccionar. El miedo no le permitía moverse, sus manos temblaban, su corazón estaba a punto de escaparse del pecho.

Los gritos se detuvieron de un momento para otro y escuchó el ruido de una puerta cerrarse con brusquedad. Continuamente, escuchó como alguien empujaba la puerta para entrar. Observo de nuevo la ventana, aterrado.

¿Qué otra opción le quedaba?

Los golpes en la puerta se volvieron más fuertes aún. No podía saltar, estaba seguro. Se mataría. Tenía que pensar en algo más...

The Gravesfield's MurdersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora