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En el internado internacional de Gran Bretaña " Avalon Isles ", una tarde de tormenta envolvía el campus en una neblina grisácea. Dentro del aula de historia antigua, las altas ventanas góticas dejaban entrar una luz tenue que apenas iluminaba las filas de pupitres de madera pulida y libros antiguos alineados en estanterías de roble oscuro. El profesor, un hombre de aspecto distinguido con traje gris y cabello canoso recogido en una coleta, caminaba con paso firme entre los estudiantes. Su voz profunda resonaba en el aula mientras explicaba las intrigas políticas del Imperio Romano. Mapas desplegados sobre la pizarra mostraban las conquistas militares y rutas comerciales que habían definido la historia de Europa y el Mediterráneo.
Los estudiantes, sentados en grupos dispersos por el aula, escuchaban con atención mientras tomaban notas en cuadernos forrados en cuero. A las miradas furtivas o susurraban comentarios entre sí, reflejando la diversidad cultural del internado con acentos que iban desde el británico más formal hasta el español melódico y el japonés distante. El aroma de tiza y madera se mezclaba con el perfume de las flores frescas que adornaban los ventanales, dando al aula un aire de solemnidad y serenidad a pesar del bullicio distante de la tormenta fuera.
El profesor, animaba a los estudiantes a participar en la discusión, haciendo preguntas sobre el impacto duradero.
A medida que la clase avanzaba, la lluvia golpeaba con más fuerza contra las ventanas.
En medio de la clase de historia antigua, con el profesor enfrascado en explicaciones sobre las campañas militares de Julio César, una nota doblada clandestinamente pasaba de mano en mano entre los estudiantes.
Carlos, con gesto impaciente, deslizó discretamente un papel hacia Checo, su amigo de rincón. El papel, arrugado por el trayecto y manchado ligeramente por la tinta del bolígrafo, pasó inadvertido por varios compañeros hasta llegar a su destinatario, un joven de ojos verdosos, pero llegó a otras manos, Lewis, quien estaba sentado en la primera fila con una sonrisa burlona en los labios tomó el papel antes de llegar a su destino.
Sin escrúpulos, Lewis abrió el papel con un gesto rápido. Sus ojos recorrieron las líneas escritas con un interés mordaz. La nota, en letra cursiva y breve, llevaba un mensaje directo de Carlos a Charles. Un destello de diversión iluminó los ojos de Lewis mientras leía el contenido. No pudo evitar soltar una carcajada ahogada, atrayendo la mirada del profesor hacia él con cejas fruncidas y gesto severo.
━━━ Señor Hamilton, ¿Algún comentario pertinente sobre la campaña gálica que nos quiera compartir? ━━━ Inquirió el profesor, su tono cortante.
