⍣⃝🌹Engaño [Appleradio]

🥀 Mordido, Herida Angelical y 80%, Abrazo necesario de alguien inesperado 🥀

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🥀 Mordido, Herida Angelical y 80%, Abrazo necesario de alguien inesperado 🥀

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Lo habían logrado.

Charlie apenas podía creerlo. Contra todo pronóstico, habían herido a Obskurath y traído de vuelta a Alastor. Aunque fuera solo por ahora, habían conseguido una victoria crucial.

El infierno y su madre estaban a salvo, y Charlie juró que haría todo lo posible para mantenerlo así.

Observó a su alrededor, viendo las expresiones agotadas pero alegres de sus compañeros. Adán, a pesar de su habitual semblante irritado, tenía una chispa de satisfacción en sus ojos. Habían luchado y, juntos, habían triunfado.

"¿Todos están bien?" preguntó Michael, rompiendo el silencio con su voz fuerte y autoritaria. Su mirada recorrió el grupo, evaluando a cada uno de los presentes.

Vox asintió, aunque todavía parecía agotado. "Estamos bien. Por poco y no la contamos".

Mónica, con sus manos aún brillando debido al escudo celestial, se acercó a Lucifer. "Déjame ver esa herida," dijo, con preocupación en su voz. Lucifer la miró por un momento y luego sonrió, intentando tranquilizarla.

"Estoy bien, Mónica. No te preocupes. El único que importa en este momento es él," susurró, mirando con ternura al preciado ser en sus brazos.

Mónica no estaba completamente convencida de las palabras del Rey, pero al ver a quién Lucifer se refería, no pudo evitar sonreír con ternura. Extendió una de sus manos y suavemente acarició la mejilla de Alastor, notando la tensión aún presente en su rostro inconsciente, como si luchara contra algún remanente de la oscuridad.

"Eres muy fuerte, mi niño. Ya todo está bien. Lograste volver," susurró con suavidad, intentando transmitir algo de su propia fuerza al demonio ciervo.

Charlie se acercó a ellos, observando el rostro inconsciente de Alastor con asombro y alivio. Las marcas de la batalla aún eran evidentes en su piel, y las garras que reemplazaban sus manos temblaban ligeramente, reflejo de la lucha interna que había librado. "No puedo creer que realmente funcionó... Pudimos traer a mamá de vuelta."

Lucifer miró a su hija con ternura, sus propios ojos brillando con lágrimas no derramadas. "Fue todo gracias a ti, manzanita. Tú hiciste que esto fuera posible."

Charlie miró a su padre y a Mónica. La mujer sonrió a la princesa, asintiendo. Todavía le resultaba curioso y tierno cómo la princesa del infierno se refería a su hijo, pero en ese momento, solo sentía un profundo orgullo y alivio.

Gabriel, con una expresión seria pero calmada, habló con voz autoritaria. "Debemos volver al hotel. Necesito revisar sus heridas y curarlas, además de evaluar el estado de Alastor."

Todos asintieron a sus palabras, conscientes de la urgencia. Sin embargo, Lucifer tenía otras prioridades. "Ustedes adelántense," dijo, su voz firme y decidida. "Yo debo quedarme y reconstruir los daños. No podemos permitir que el caos se extienda más de lo que ya lo ha hecho."

Azrael, sin embargo, no estaba dispuesto a dejarlo actuar solo. "Si, no, ni creas que te dejaremos hacer eso en el estado en el que estás," dijo, mirando a su hermano con una ceja enarcada. Lucifer miró su brazo herido, notando la sangre dorada que cubría su piel.

Michael se unió a la objeción de Azrael. "Estoy de acuerdo. No irás a ninguna parte con esa herida." La preocupación se reflejó en el rostro de Charlie al escuchar estas palabras.