Un viejo pergamino olvidado en una cripta secreta de Antigua contiene una profecía sobre el Dragón de ojos dorados. Habla de un tiempo en el futuro, cuando el caos y la guerra una vez más asolen el reino, y los dragones regresen para reclamar su dom...
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𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐘 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄
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En un tiempo de dragones y dinastías, cuando los cielos de Westeros se llenaban con el aleteo de criaturas míticas y los tronos se disputaban con fuego y acero, una figura emergió de entre las sombras para reclamar un lugar en la historia. Su nombre era Rhaelya, conocida por muchos como la Matasangre, y su legado sería uno de los más oscuros y complejos de la Casa Targaryen.
Rhaelya Targaryen, nacida en una época marcada por la paz y tranquilidad, creció en medio de los vestigios de la grandeza de su familia. Desde su infancia, fue testigo de las luchas internas y las ambiciones desmedidas que desgarraban a los Targaryen desde dentro. Mientras su hermana Rhaenyra y otros buscaban consolidar su poder a través de la paz y la política, Rhaelya se mantuvo en la periferia, observando y aprendiendo, esperando el momento oportuno para actuar.
La Danza de los Dragones, la guerra civil que fracturó la casa Targaryen y sumió el reino en el caos, dejó cicatrices profundas en el linaje que alguna vez fue sinónimo de poder absoluto. En el resurgir de las cenizas de esta devastación, Rhaelya vio una oportunidad para reescribir la historia de su familia. Dotada de una mente estratégica y un corazón endurecido por la pérdida y el sufrimiento, decidió que el Trono de Hierro debía ser suyo, sin importar el costo.
La Matasangre no era solo una guerrera; habilidades que había aprendido en su juventud y que la mayoría de los mortales ni siquiera podían imaginar. Con una determinación implacable, comenzó su ascenso al poder, eliminando a todos aquellos que podían desafiar su reivindicación. Uno a uno, sus rivales, incluidos sus propios hermanos y sobrinos, cayeron bajo su mano implacable, convirtiéndola en una figura temida y respetada por igual.
El reinado de Rhaelya fue un periodo de paradojas. Aunque restauró el orden y la estabilidad en los Siete Reinos, lo hizo a través de una purga de sangre y fuego que dejó una marca indeleble en la historia de Westeros. Los que sobrevivieron a su ascenso la veían como una salvadora que había devuelto el poder a los Targaryen, pero aquellos que sufrieron bajo su mando la consideraban una tirana despiadada cuya ambición no conocía límites.
Este es el comienzo de la historia de Rhaelya, la Matasangre, la mujer que se elevó de las sombras para cambiar el destino de una dinastía. En un mundo donde el fuego y la sangre son la moneda del poder, su legado persiste como un recordatorio de que el trono más codiciado de Westeros exige sacrificios que pocos están dispuestos a pagar.
Bienvenidos a la era de la Matasangre, una era forjada en la ambición y el sacrificio, donde el fuego de los dragones y la sangre de los traidores se entrelazan para tejer la leyenda de una mujer cuyo nombre sería recordado por generaciones.
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𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐘 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄
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DISCLAIMER . . . La franquicia de la casa del dragón no me pertenece, al igual que ningun personaje, ya que, estos son del autor Ryan CondalGeorge R. R. Martin. Solamente me pertenecen los personajes añadidos y su historia.
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