5 de noviembre de 2018
En la tranquila ciudad de Nueva York, específicamente en Manhattan, en un lujoso apartamento se podía ver a una pareja dormir profundamente, aun así, la rubia se giró de forma perezosa para abrazar a su novio, el cual no se movió, sin embargo, esta abrió los ojos y miró el reloj por inercia.
—¡¿Las 9?!—dijo Caroline sentándose de golpe en la cama—Despierta bebé, es muy tarde—agregó la rubia levantándose con rapidez, pero Kaleb abrió los ojos confundido.
—¿Qué ocurre?—
—Apagué los despertadores para dormir cinco minutos más y ya son las 9—se quejó Caroline corriendo hacia el baño del apartamento que ahora compartía con Kaleb, la pareja llevaba dos años viviendo juntos.
—¡¿Las 9?!, ay no, Kol va a matarme—dijo Kaleb levantándose para tomar su teléfono, donde vio que tenía nueve llamadas perdidas de su mejor amigo—Olvídalo, va a torturarme, no me asesinará porque según él sería muy rápido—agregó Kaleb antes de ir hacia el baño.
—Quería empezar mi reportaje temprano, ahora tendré que apurarme el doble—dijo Caroline duchándose. La rubia ahora era reportera del canal 6, de hecho era muy buena, sabía demasiado de los ataques de los seres malignos, pero era justo que alguno de los Rangers sacara un beneficio personal sin cruzar los límites.
—Caro, ya hablamos de esto, no tengo problema en que apagues tu despertador, pero no apagues el mío—dijo Kaleb con reproche.
—Te veías cansado bebé, lo lamento, fue muy mala idea—dijo Caroline sinceramente.
—Estoy muerto—murmuró Kaleb.
Cuando la pareja estuvo lista—en tiempo récord—salieron del apartamento para ir a trabajar, de hecho todo el grupo de amigos estaba graduado y viviendo la vida laboral de adulto—a excepción de Elena, la cual se graduaría en un mes—, aun así, Kaleb y Kol ya no eran vecinos porque se mudaron con su respectiva novia a apartamentos mucho más grandes.
—Buenos días, señor Westphall—dijo Christine sonriendo al ver al castaño llegar a la oficina casi corriendo, porque sí, Kaleb era oficialmente el vicepresidente de Industrias Mikaelson.
—Dirás buenas tardes, y ya lo hablamos Christine, sin formalismo—pidió Kaleb.
—De acuerdo Kaleb—
—¿Terminó la reunión?—preguntó Kaleb dudoso, pero Christine rió al ver que otra persona se acercaba.
—Sí, ya terminó—Kaleb suspiró y se giró para mirar a su mejor amigo.
—Kol...—empezó Kaleb nerviosamente.
—Maldito, te dije que era importante—dijo Kol indignado, al parecer el castaño no maduró del todo, aunque ya dirigiera todo el imperio Mikaelson.
—Me quedé dormido—se defendió Kaleb.
—¿Qué?, ¿Esa es tu excusa?, te dije que no quería soportar a los socios solo, eres un idiota—se quejó Kol antes de continuar su camino hacia su oficina, al parecer no había tenido una buena mañana.
—¿Tan mal salió?—preguntó Kaleb al ver a Daisy acercarse, la rubia había tomado el puesto de su papá y era socia en la empresa.
—Pues...pudo salir mejor—dijo Daisy con sinceridad, y Kaleb suspiró antes de ir hacia la oficina de Kol, quien parecía pensar cómo mandarlos a todos al diablo.
—Lo lamento, no esperaba que Caroline apagara mi despertador—dijo Kaleb dudoso, pero Kol no respondió—¿Quieres que te traiga un café?—agregó el castaño.
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POWER RANGERS 5: Evolution
RandomLa historia de los Rangers, al igual que cualquier historia que trascienda en los años y enfrente diferentes situaciones, tiene cambios, y con esos cambios llegan las consecuencias, aún así, una de las mayores lecciones que da la vida es como enfren...