Capítulo 18. El hoy y para siempre

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Cuando el baile terminó, todos los invitados se acomodaron en su respectiva mesa y silla, algo que enorgulleció a Kol y a Elena, porque notaron que nadie se quedó sin silla, así que terminaron chocando sus manos, eso sin duda fue un buen trabajo. Entonces procedieron con el primer brindis a cargo de los recién casados, así que David les entregó un micrófono y fue a su silla, dejando todo en manos de Kol y Elena.

—Buenas noches, me alegra mucho que estén aquí acompañándonos esta noche, y lo primero que debo decir es que no se sorprendan por la cantidad de invitados, nosotros creímos conocer pocas personas hasta que hicimos la lista...—empezó Elena bromeando, y Kol tomó su mano para acercarse al micrófono.

—Según ella era asocial—aclaró Kol mientras los invitados reían, todos sabían que la pareja no daría un discurso convencional.

—Fui asocial hasta penúltimo año de preparatoria, cuando conocí a cierta persona que llegó a Midtown llamando la atención de todos, y terminó agradándole a toda la escuela—dijo Elena incrédula, y aquellos que estudiaron en Midtown le dieron la razón.

—A mí no me agradaba Aiden—se defendió Kol, y Elena empezó a reír.

—¡Oye!, él no te agradaba—dijo Aiden señalando a Steve, el cual se lamentó.

—Es un buen punto—admitió Kol.

—Me rompió la nariz—dijo Steve, y eso generó otra ola de risas, era gracioso el solo imaginar la situación.

—¿Le rompiste la nariz?—dijo Richard, confundido, y Elena sonrió.

—Sí señor Mikaelson, Kol se fue a los golpes con Steve en pleno pasillo de la escuela—dijo Elena tranquilamente mientras los invitados sonreían.

—¡Cómo en Washington!—dijeron Jake y Dan a la vez.

—Oigan ya, nos desviamos—se quejó Kol.

—De acuerdo, retomando el brindis. Para nosotros es un honor que todos nos acompañen esta noche, era un momento que veíamos lejano, pero hablábamos de lo que diríamos cuando viviéramos un día tan especial como lo es nuestra boda, pero ahora nos damos cuenta de que no es sencillo expresar una emoción tan grande en palabras. Con los años aprendí que empezar una relación es sencillo, y les aseguro que empezar la relación con Kol fue una travesía—empezó Elena mirando a su esposo, el cual se hizo el desentendido.

—Es mentira—se defendió Kol aumentando las risas.

—Aja, fue sencillo fijarme en él, llegó como ese joven amable, lindo con una pizca de misterio, lo que yo no esperaba es que ese misterio lo llevara a admitir que yo le gustaba, pero prefería ser solo mi amigo—continuó Elena indignada, y hasta Richard asintió tipo "soy testigo", algo que llamó la atención de todos.

—Oye, creí que habíamos superado eso—se quejó Kol.

—No me interrumpas Kol—se quejó Elena a su vez antes de continuar—El punto es que en pocos días llamó mi atención y luego tuve que admitir que me había enamorado de él, aun así, aprendí que lo difícil empieza cuando admites que te enamoraste, puedo decir que la mayoría de personas presentes entienden a lo que me refiero, la travesía de una pareja durante una relación es tropiezo tras tropiezo, pero cada uno deja una lección valiosa, una que te lleva a disfrutar cada segundo que estás con esa persona que amas más que a nada. Puedo dar fe que ni Kol ni yo creíamos en la expresión "espero conocer a mi alma gemela", no creíamos que existiera, pero ahora aseguramos que existen, y no por la parte buena y feliz de enamorarse, aprendimos que las almas gemelas existen porque amar también es afrontar el sufrimiento que te causa esa persona, no podemos evitar hacer sufrir a quien amamos, es algo involuntario muchas veces, pero también aprendimos a amar en medio del dolor, y por eso, es que Kol y yo estamos hoy frente a ustedes, porque aceptamos que el amor puede doler, pero vale la pena—dijo Elena mirando a Kol, el cual sonrió con sinceridad y deseaba comérsela a picos, además, todos sonrieron ante esas palabras—Sigue amor—añadió la pelinegra, y Kol suspiró tipo "por qué dejé que hablara primero".

POWER RANGERS 5: EvolutionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora