Alexander Shirley
Después de cuatro asaltos llenos de gemidos, sudor y placer me encuentro aún acostado en su cama con el cuerpo laxo mirando hacia el techo con la cabeza de Sophie reposando en mi bíceps.
- Al final no estudiamos nada. -murmura ella.
- ¿Cómo que no? -giro el rostro para mirarla con una sonrisa en mis labios-. He estudiado su cuerpo, desde los pies a la cabeza.
- Ese no era el plan de estudio de esta tarde. -ríe siguiendo mi broma.
- ¿Ah, no? ¿Entonces eran sus labios los que tenía que estudiar? Porque también lo hice. -le robo un pequeño beso.
- Era estudiar Biofísica, no el cuerpo del otro.
- Ups... fallo mío. Discúlpeme por eso. -me inclino besándola en condiciones.
Nos divertimos con los labios del otro sin invitar a nuestras lenguas al juego, mis manos se deslizan inconscientemente a su cintura acercándola más a mi cuerpo y las suyas se entrelazan en mi nuca aceptando mi cercanía.
- Son pasadas las doce. -susurra embelesándome con la suavidad de su voz y el delicioso movimiento de sus labios al hablar.
- Lo sé.
- Mañana debemos ir a la universidad. -sigue hablando.
- Lo sé. -repito.
- Tenemos que madrugar.
- Si quiere que me vaya solamente tiene que decirlo, eh. -bromeo saliendo de la ensoñación en la que sus labios me habían introducido.
- No es eso... era para decirte que deberíamos dormirnos. -duda al hablar.
- ¿Qué diferencia hay entre eso y que me vaya a mi casa a precisamente dormir? -cuestiono.
- Que esto también es una cama y se puede dormir muy cómodamente. -acaricia el colchón.
Entiendo la invitación para dormir junto a ella hasta mañana que tengamos la obligación de levantarnos y se me congela la sangre.
No puedo, yo nunca he dormido con una chica que no fuera mi hermana y mucho menos al tener sexo con ellas. Me arriesgo a crear un sentimiento más allá del deseo y me niego a caer en brazos de un amor que probablemente no sea correspondido.
La tentación de aceptar palpita en mí pero esbozo una sonrisa ladeada dándole un pico a sus labios.
- No duermo junto a las chicas con las que me acuesto, Sophie. -niego.
En su rostro se ve el dolor del rechazo que todos sentimos alguna vez y aprieto mis labios.
- Está bien.
- Siempre podemos pasar la noche despiertos divirtiéndonos, así me tendrá aquí días enteros si lo pide. -digo juguetón sin querer arruinar tanto la situación.
Y aunque la habitación ya se haya enfriado igual que su mirada no me doy por vencido.
- Lamento rechazarte, pero yo sí quiero descansar al menos un poco. Me harías un gran favor yéndote para poder dormir. -se aleja de mi cuerpo quitándose mis manos de la cintura y alejando las suyas de mi nuca.
El frío que me azota la piel antes cubierta por sus manos me hace estremecer y observo la ventana confirmando que está cerrada por lo cual no entiendo bien la extraña sensación.
Me levanto al chasquear mi lengua y recojo mi ropa del suelo ocultando mi desnudez poco a poco con ella bajo la atenta mirada de Sophie quien parece querer matarme.
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Nuestra divertida lista [+18]
RomansaAlexander se considera una persona demasiado sexual y fantasiosa. Adora disfrutar del buen sexo con una compañera de cama y otra de sus grandes pasiones es el hecho de conocer a las chicas que caen en su cama. Sophie anhela encontrar alguien quien...