Las calles eran oscuras, solo algunos faroles parpadeantes en las esquinas de cuadra daban un poco de luz. Se detuvo junto a un grupo de mujeres que parecían conversar animadas, quedaron mirando su auto apenas lo hizo, un poco cohibida bajo la ventanilla del copiloto para hablar
- Me podrían recomendar una de edad similar o más cercana a 22 años por favor
Ellas se miraron antes de sonreírme con picardía y un poco de amabilidad. Una de ellas saco su teléfono y comenzó a teclear antes de guardarlo nuevamente
- Espera un poco mientras ella viene hacia acá- si bien su voz era amable, parecía un poco ruda al hablar
Me sentía nerviosa, mis manos estaban sudando sobre el volante, por lo que las acerque a mis rodillas para secarlas. Unos suaves golpes en el techo del auto me hicieron voltear nuevamente hasta el grupo de mujeres, encontrando a una muy hermosa asomada en la puerta. Ella me sonrió con suavidad por lo que hablé
- Cuánto cobras y por cuanto tiempo? - al parecer fui muy directa pues se sorprendió un momento, pero seguido volvió a sonreír
- 30 por una hora
Sorprendida mire nuevamente hacia la calle frente a mi. Era cara para ser joven, pues me había imaginado que solo cobraría 20. Me acerque a la puerta del copiloto para abrirla, ella dudo pero igualmente se subio
Recorrí las calles buscando aquel letrero brillante que con anterioridad había visto al pasar. Al entrar al estacionamiento del motel volví a sentir el nerviosismo pues sentía la mirada de la mujer a mi lado atenta a cada uno de mis movimientos. Me baje del auto para rodearlo y así abrir su puerta, ella me sonrió y tomo mi mano para ayudarse a bajar. Camine con pasos firmes pues sentía que si dudaba, saldría corriendo de aquel lugar, mi corazón estaba palpitando en mi cuello como si fuera a saltar de un puente, ya no estaba nerviosa, estaba aterrada. Pedí una habitación por el tiempo acordado, ella me siguió sin decir nada. Al cerrar la puerta me di cuenta que ella ya estaba sentada en la cama, esperando indicaciones, mire la habitación para ubicar el baño. Suspiré y hablé finalmente
- ¿Puedes bañarte por favor?- ella me miró unos segundos antes de obedecer
Por años me habían dicho que las prostitutas tenían muchas enfermedades sexuales y al pensar en eso no pude evitar sentir un poco de asco y miedo
No tardó mucho tiempo en salir del baño, cubierta únicamente con una pequeña toalla que solo cubria el frente de su cuerpo. Trague con pesadez
Me acerque dudosa y ella hizo lo mismo pero más confiada. Nos quedamos mirando, levante mi mano para acariciar el brazo que se encontraba a su lado, pues si tocaba el que se encontraba aferrada a la toalla, era probable que la dejara caer. Ella en ningún momento dejo de sonreírme lo que yo agradecí, recorrí su brazo con mi mano hasta llegar a la suya, tirando con suavidad para guiarla hasta la cama, en donde ella se sentó nuevamente
- No quiero que finjas - le dije mientras me alejaba un poco - te contraté por qué deseo ser capaz, de en un futuro, complacer a cualquier pareja que pueda tener- me senté a su lado bajo su atenta mirada- necesito que me guíes
- De momento estás haciendo todo bien- puso su mano sobre mi rodilla- también es mi primera vez con una mujer, así que haré lo posible por complacerte
Busco mi mano con la suya y me acaricio con el pulgar, la tomo para después guiarla con lentitud hacia su cuello, sin que lo pidiera, lo acaricie hasta llegar a su nuca, enredando por un segundo mis dedos en su cabello, guíe mi mano por el camino de vuelta hasta poder bajar a su pecho, ella dejo caer con suavidad la toalla que aun la cubria, mire con atencion su cuerpo, baje mi mano con suavidad por entre sus pechos a lo que ella suspiró. La empuje con lentitud hasta que quedó acostada en la cama, volví a mirar su cuerpo abajo de mi, su mano volvió a acariciar la mia mientras la llevaba a uno de sus senos, ahogue un suspiro, lo acaricie con suavidad mientras acercaba mi cuerpo más al suyo apoyando mi mano a su costado para quedar un poco encima de ella
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Trabajadora de la noche
RomanceUna mujer aburrida de su vida monótona, decide cambiar el rumbo buscando por las oscuras calles de su ciudad a "la compañía perfecta" contratando una trabajadora sexual para satisfacer sus necesidades. Decisión que cambiará toda su vida