Capitulo 2

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Sesshomaru se vio obligado a recurrir a la humana de su medio hermano ya que su protegida Rin necesitaba con tanto humano, la pequeña no podría vivir siempre rodeada de demonios dejando atrás lo que ella realmente es. Pero Rin se rehusaba a cualquier contacto con los humanos, a pesar de que ya a pasado un largo tiempo de lo sucedido en su aldea ella todavía no tiene la confianza suficiente con ellos. Pero la pequeña niña tenía una excepción, aquella excepción eran los humanos que acompañaban a su medio hermano, pero Sesshomaru jamás dejaría que él y el monje pervertido se acercara a ella. Sesshomaru inmediatamente descarado a la exterminadora de demonios, ya que las razones eran obvias por lo tanto la única persona que quedaba de sobra (Sin contar al kitsune) era Kagome. Con el tiempo Sesshomaru se dio cuenta que disfrutaba la compañía de la humana, incluyendo a su bestia interior quien se protestaba cada vez que ella estaba cerca, en un principió el pensó que aquella sensación se debía a que Rin sonreía más y por el hecho de que ahora tenía contacto por los de su especie. Sesshomaru estaba al tanto de sus sentimientos, pero claramente el jamás los admitiría tan fácilmente, el no sería como su padre.

Después de haber dejado cerca de la aldea, Sesshomaru quería preguntarle a Kagome sobre el pozo, ya que el la había visto en varias ocaciones entrar y salir por el, pero cuando se disponía a preguntarle por ello su medio hermano se había interpuesto entre ambos por lo tanto no le quedo más opción que fingir que volvía a sus dominios, el se quedó en los alrededores del bosque esperando a que la humana se hiciera presente.  Cuando Sesshomaru regresó a su palacio se dio cuenta que el aroma de la humana se encontraba todavía presente en el jardín, todavía no podía decir cuál aroma desprendía ella ya que su cuerpo se encontraba impregnado con varios aromas diferentes.

—¡Amo Sesshomaruuuu! –El fiel demonio verde se corría lo más rápido que podía hacía su amo, pero no tan rápido ya que sus cortas piernas se lo impedían —Lo están esperando en la sala principal. –dijo mientras retomaba el aliento, Sesshomaru solo asintió y camino hacia la sala principal, le extraño no poder sentir la presencia de aquel misterioso invitado en sus dominios. Mientras caminaba por los pasillos los sirvientes que pasaban por ahí lo saludaban con una reverencia demostrando respeto hacia su Lord. Al deslizar la puerta de la sala principal, un demonio se encontraba de pie mirándolo.

—Miren, mi viejo frío amigo –lo saludo el con una reverencia –¿Sorprendido Señor Sesshomaru?

-¿A que se debe tu visita en los dominios de este Sesshomaru? —dijo algo molesto cerrando la puerta.
—¿Que haces aquí?

—Eso te lo respondo luego, ahora responda mi pregunta ¿Has quedado sorprendido al no notar mi presencia?

—¿A que se debe eso? –Preguntó algo curioso.

—Veras es que es un nuevo poder que acabo de adquirir. Lo había leído en uno de los pergaminos que están en mis dominios y quise probarlo, sinceramente jamás pensé que funcionaría. —Dio una fuerte y rasposa risa —¿Quieres saber como? —el demonio le levantó una ceja mientras que Sesshomaru lo miraba atentamente en silencio —Veo que están interesando en ello, pues solo he tenido que comerme a una sacerdotisa , Así de simple

—Ya veo, ¿A que se debe tu visita en los dominios de este Sesshomaru?

—Realmente eres un caso perdido, deberías dejara esa forma de hablar ya no muchos la usan, los tiempos cambian señor Sesshomaru. Pero en fin –da un suspiró –el propósito de mi visita es que me gustaría llegar a un acuerdo con usted.

-¿Que clase de acuerdo?

–Veo que estas interesado –río nuevamente, me gustaría que uniéramos fuerzas, pero no por un simple papel, si no una más fuerte. Estaba pensando en que podría despojar a mi hijo con tu protegida.

-Lamentos informarte que tendré de rechazar aquella oferta, no deseo unir fuerzas mediante Rin.

—Veo que te has hablando ¿No ves que aquella humana te hace mal? Deberías dejarla ir, ella debe de estar con los suyos.

—Lo que yo haga con ella no es de tu incumbencia.

—Bueno, creo que mejor tratare de convencer al Lord del Este. Nos vemos —con ello el Lord del Norte se convirtió en una pequeña luz roja y salió por la ventana dirigiéndose al Este.

-.-.-.-.-

Kagome necesitaba volver urgentemente a su época ya que mañana tendría una prueba súper importante de matemáticas, pero esa no era la única razón del porque necesitaba volver, se sentía asquerosa. Necesitaba una ducha decente, aún que se bañara allá en cualquier lago, laguna o río, aquello no le era suficiente.

—Que flojera —se quejó mientras se sentaba en su silla frente al escritorio —No quiero estudiar —Kagome abrió con pocas ganas su cuaderno y miro los números —¿Que se supone que es esto? —Dejó caer su cabeza sobre el cuaderno —Esto me pasa por romper una maldita perla. —Kagome se dio unos pequeños golpes en las mejillas y tomó su lápiz, después de varias horas estudiando se quedo dormida sobre su mesa.

A la mañana siguiente Kagome se dio una pequeña ducha, luego se puso su uniforme y bajo a tomar desayuno.

—Buenos dias mamá –saludo a su mamá con un beso en la mejilla.

-Buenos dias hija ¿te has quedado estudiando?

—Si, hoy tengo una prueba de matemática ¿Tanto se nota? –dijo bostezando.

—Digamos que tienes unas ojeras, pero solo se notan si te miran de cerca.

-Será, me pasa por viajar al pasado ¿Donte esta Sota?

-No ira hoy a clases, amaneció con fiebre.

—Vaya, espero que se mejore –Kagome se sentó a tomar desayuno junto con su madre. Minutos más tarde Kagome dejo el templó y se dirigió al colegio, al llegar a su sala se encontró con sus amigas quienes la saludaron animosamente.

—Hey Kagome, parece que Hojo te esta buscando.—dijo Yuka mientras miraba la puerta de la sala, Hojo se dio cuenta que se habían dado cuenta de su presencia empezó a hacer señas para que la joven se acercara.

—Buenos días Hojo.

—Buenas días Higurashi. ¿Ya te mejoraste de tu enfermedad?

—Ah si si — '¿Que les abra dicho mi abuelo esta vez? ' pensó.

—Toma, mi madre me a dicho que te entregue esto, dijo que te va a ayudar con las hormonas.

—¿Hor-hormonas?

—No tienes que ocultar tu enfermedad, se guardar secretos. ¿Estas teniendo problemas con ellas no cierto?

—Ah...ja ja...si..-Kagome pensó en su abuelo y juro vengarse. La campana sonó.

—Adios Higurashi, las clases ya empiezan.

—Si...Adiós —Kagome se sentó en su puesto, la profesora pasó lista y luego entregó las pruebas

—Empiecen –Al dar vuelta la hoja Kagome se llevó una gran sorpresa al darse cuenta que la prueba no era de matemáticas si no que de historia. Miró atónita la prueba, se había desvelado por nada.

—'Bueno Kagome, has viajado por dos años al pasado no debe ser difícil'–pensó.

"Lee el siguiente documento y luego responde" sus ojos se abrieron como platos al leer de que trataba el documento. —'¿El árbol sagrado?'

Abriendote mi corazón (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora