Lazos ocultos | Max Mayfield

07 ━━¿Invitando a salir?

[ELLIE]

Estábamos Max y yo buscando a Dart por el vestidor de chicos. La oscuridad era casi total, y apenas podía distinguir los contornos de los objetos que nos rodeaban.

—¿Cómo voy a lograr ver a Dart si estamos en tremenda oscuridad? —mencioné, mientras buscaba en cada rincón, sintiendo cómo la ansiedad crecía.

Max se sentó en el borde de un banco, cruzando los brazos.

—Es una tontería buscar a un bicho raro —respondió con desdén, su mirada fija en el suelo.

Yo me senté a su lado, sintiendo que, aunque estaba buscando a Dart, en realidad tenía otra idea en mente. Tenía pensado invitarla al arcade.

—Oye, Maxine —comencé, mirando su perfil con un poco de nerviosismo.

Ella volteó a mirarme, sus ojos reflejando curiosidad.

—Dime, Ellie —contestó, con una expresión que me animó a seguir.

—No quisieras, estemm, tú y yo... ¿sabes? ¿Ir al arcade esta tarde? —mi voz se volvió un poco más baja al pronunciar esas palabras, y una sonrisa se dibujó en su rostro.

—¿La mismísima Ellie me está pidiendo salir? —preguntó, haciendo un gesto dramático que me hizo sonreír.

—¿Qué pasa con decirme "la mismísima"? —rodé los ojos, intentando mantener el tono ligero.

—Bueno, eres la hermana del rey Harrington —se rió, su sonrisa iluminando su rostro—. Pero cambiando de tema, sí, iré contigo al arcade. Para que veas cómo te destrozo nuevamente en Dig Dug.

Max se levantó y me ofreció su mano con una sonrisa traviesa.

—Vamos, levántate, pequeña Harrington —dijo, y tomé su mano, sintiendo una chispa de emoción.

Justo en ese instante, un grito resonó detrás de nosotras, rompiendo nuestra burbuja de diversión.

—¿Qué demonios haces? —preguntó Max, girándose hacia Mike, quien se acercaba con una expresión de sorpresa.

—¿Qué haces tú aquí... con Ellie? —replicó Mike, mirando de forma acusatoria.

—Buscamos a Dart —respondí, tratando de no dejarme intimidar.

—Este es el baño de niños —dijo, cruzando los brazos con desprecio.

—¿Y? —intervino Max, desafiante.

—Deberías irte a casa, Max —Mike tiró un objeto al suelo, frustrado, antes de marcharse de allí.

—¿Por qué me odias tanto? —Max lo siguió, claramente molesta.

—No te odio. ¿Cómo te voy a odiar si ni siquiera te conozco? —Mike respondió, mirando por encima del hombro.

—Pero no me quieres en el grupo —insistió Max.