ꜱᴛᴀʏ ᴀʟɪᴠᴇ ||Maitake||

Capitulo XII

Naoto abrazo a Hina al borde de las lágrimas agradeciéndole entre sollozos a Takemichi. Él sólo repetía que no era necesario.

Cuando ambos terminaron de explicar cómo habia sucedido todo fue que Takemichi intercedió, tenía que irse y estaba perdiendo tiempo solo dando ligeros mph, o respuestas superficiales.

—Lo siento mucho por involucrarte en esto lo vuelvo a repetir no tenía idea que esto podría suceder...pero tengo que irme, creo...creo que algo malo v-va...

Hina se habia dado cuenta desde hace unas horas atrás la mirada perdida y lo angustiado que estaba desde que intento hablar por teléfono, parecía que en cualquier momento colapsaría de miedo. Ella sonrió tranquilamente y se acercó a él.

—Está bien, gracias por esto no tenías que arriesgarte tanto. Tienes que salvarlo. No dejes que todo lo logrado se arruine, gracias.

Hina le dio un abrazo intentando tranquilizarlo, Takemichi no pudo decir algo mientras eso sucedía solo se quedó esperando a que terminara y se separó.

—Gracias, Naoto, Hina. Adiós.

Uno de los hombres de Naoto le llevo a casa la cual estaba en completa oscuridad antes de que el coche se detuviera bajo de él corriendo hacia la puerta que estaba sin la seguridad. No lo pensó demasiado al adentrarse en la oscuridad.

—¡Mikey! ¡Mikey! —Su corazón latía locamente— M...

Había alguien en el suelo, por un momento parecía ser una bolsa, pero al momento de que Takemichi se agacho a tocarlo sintio sus dedos mojados, giro al hombre con su corazón a punto de morir justo cuando se dio cuenta que era un hombre desconocido.

Con la poca luz que entraba de afuera pudo notar varios cristales en el suelo junto a cosas regadas.

Definitivamente hubo una pelea en su casa, ¿dónde estaba Mikey? ¿El hizo esto?

Takemichi pudo sentir lo aterrado que podría estar después de volver a hacer algo así, apresurado subió a su habitación esperando que estuviera ahí pero no habia nadie.

La idea que habia estado molestándole desde hace unas horas atrás comienza a crecer.

De repente escucha un sonido de la parte de abajo haciendo que se ponga en guardia y salga de sus pensamientos. Rápidamente busca con que defenderse tomando una estatua de un gato dorado que le gusta a Mikey.

Mentalmente pidió disculpas si la llega a dañar.

Caminando lentamente hacia el pasillo con el gato en la mano podía escuchar unos susurros y alguien refunfuñando.

—¿Quién está ahí? — Takemichi se quedó estático antes de avanzar más por las escaleras.

Esa voz.

Esa voz.

Takemichi se arriesgó a que fuera alguien desconocido saliendo lentamente.

—Y-yo...

Ran y Sanzu estaban al pie de las escaleras cerca del cuerpo tirado al verlo parecieron sorprendidos.

—¿Que estás haciendo aquí? —Ran pregunta con sorpresa poco disimulada.

Takemichi baja las escaleras aún con el gato en la mano mientras los observa sin expresión.

—¿Dónde está Mikey?

Sanzu hace un sonido molesto e interrumpe.

—Eso debería preguntarte a ti, desapareces durante horas y él jefe va detrás de ti... ¿Dónde está?