Woo-byeok es un hombre poderoso y ambicioso con un pasado oscuro, manejando sus negocios con la ayuda de sus leales subordinados, Cha y Mi-yeon. Cha es diligente y reservado, mientras que Mi-yeon es inteligente y decidida, destacándose en el mundo d...
El presidente se quedó en shock al verla parada con una expresión muy seria frente a él. Después de todo, él venía muy sonriente con otros sujetos y verla ahí, después de haberla mandado a matar, lo desconcertaba de una manera impresionante. Decidió subir con ella y junto a otro asistente a la terraza del edificio.
—Cielos, qué vista increíble. Puedo ver esto gracias a ti. ¿Por qué estás aquí sola? —preguntó él, tratando de mantener la compostura.
—¿Tenía que hacer esto? —preguntó ella, con molestia, aunque su expresión era bastante neutral.
El presidente no dejaba de mirarla, disgustado.
—Dediqué toda mi vida a servirle a usted —dijo ella, con los ojos llenándose de lágrimas, gritándole— ¿tenía que intentar matarme?
—¡Qué...! —El presidente levantó su bastón, dispuesto a golpearla, pero ella se puso de rodillas, dejando que sus lágrimas fluyeran aún más fuerte, conmoviendo al otro asistente.
—Que llores es vergonzoso, sobre todo porque te crié yo —dijo el presidente, irritado.
—Señor, deberíamos irnos —sugirió el otro asistente, pero el presidente se acercó a ella, puso su mano sobre su cabello y lo removió.
—Oye, si sobreviviste debiste huir a otro país para salvarte. ¿Por qué volviste aquí y clavaste un clavo en tu ataúd? En todo caso, quiero agradecerte. Cuando supe que seguías viva, dudé en hacer este viaje de negocios, pero ahora puedo irme tranquilo —tomó su cabello y lo jaló para que ella lo mirara— me complaciste muy bien, Mi-yeon. Adiós.
Le dio unas palmaditas en la cabeza y comenzó a irse. Ella apretaba los puños con rabia y asco.
—Me preguntó por qué vine sola... —sacó su teléfono— porque So y Cha oirán todo lo que me acaba de decir para exponerlo.
—¡Hija de puta! —comenzó a golpearla con su bastón— ¿has estado llorando todo este tiempo y empiezas a negociar conmigo cuando casi es hora de mi vuelo, maldita perra?
Ella retrocedió hasta llegar al borde de la terraza, recibiendo cada vez más golpes. Su teléfono fue pisoteado por el presidente, quien luego la tomó del cuello, ahorcándola y dejándola a nada del vacío.
—¿Qué quieres? dime, porque pronto estarás muerta. ¿Necesitas una casa o dinero? Te lo he dado todo, mocosa malagradecida.
Justo cuando iba a soltarla...
—Presidente Song —Kang-ho apareció.
El presidente la soltó de inmediato, pero como ella seguía pegada a la pared, estaba a salvo.
—Cielos, estás vivo —Woo-byeok lo abrazó— no me importa nada más. Estoy bien mientras te tenga a ti.
El fiscal rompió el abrazo.
—Lo siento, esto es solo el comienzo. Song Woo-byeok, queda arrestado por agresión e intento de homicidio.
—¿Qué haces? —protestó Song mientras Kang-ho le ponía las esposas.
—Tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga puede y será usado en su contra en un tribunal.
—¿Estarás bien?
—Por favor, no debe preocuparse —Kang-ho le indicó a unos hombres que llegaron detrás de él— llévenselo.
Luego, se agachó para tomar el teléfono de Mi-yeon y la ayudó a ponerse de pie al ver que seguía agitada. Ella le sonrió, y él hizo lo mismo, asegurándole que todo estaría bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
