Ni Por Herencia •Jeongcheol/Seventeen•

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"Me iré a dormir. No quiero escucharte ni verte" Jeonghan había sido claro, después de manejar a mitad de la noche y cargar con sigo a un Choi Seungcheol ebrio, su mente se sentía que en cualquier momento iba a explotar.

Sentía la opresión en su pecho pero por algún motivo en específico no soltó lágrima alguna. ¿debería hacerlo? ¿Debería llorar? Él no lo sabía. Se sentía traicionado por muy ridículo que sonara. Por que esa extraña y repentina obsesión de Choi Seungcheol hacia él era en realidad por el gran parecido de esa chica y Jeonghan.

Escaneó todas y cada una de las fotografías donde aparecía la chica y, ¡el parecido es realmente abrumador! El color de ojos, la nariz, el color de piel, incluso la forma de los labios es tan ridículamente parecidos. Como una copia, como si uno de ellos hubiera sido puesto en una fotocopiadora humana y el resultado fue acertado a la perfección.

Jeonghan recargó su cuerpo en la pared del baño y suspiró. Sus ojos cerrados intentando procesar aquello. Estaba sobrellevando la situación de una manera raramente pacífica, por que claro, no es como si fuera una persona realmente enamorada enterándose de una infidelidad o donde tu marido no ha podido olvidar a su ex.

"¿Pero por qué me siento así?" Sus emociones estaban demasiado movedizas dentro de él, como un millón de insectos dentro de él corriendo de un lado a otro y luego estaba esa ligera opresión dentro, entre su pecho y la boca del estómago.

"Ángel mío" la voz gruesa y rasposa de la otra persona resonó en sus oídos. No quería escucharlo. Por alguna razón, el tan solo oírlo le provocaba esa sensación  que no sabe descifrar aún. Y ese apodo, sabe que ese apodo no es de él ni para él.

En lo que restó de la noche, Jeonghan no respondió a las palabras de aquel hombre joven que parecía inestable al andar y al hablar. Incluso pareció escucharlo llorar y suplicar pero Jeonghan estaba tan somnoliento que parecía mas un sueño que la realidad.

Cuando despertó se dio cuenta de que aún seguía en el cuarto de baño. La ropa de cambio seguía aún en sus manos y él seguía tan desaliñado. No quería que llegara la mañana, pero desafortunadamente eso es inevitable. No quiere salir de ahí, no quiere ver la escena del otro lado de la habitación y tampoco quiere saber que es lo que hace la otra persona.

Pero una vez más, el tiempo es inevitable y él no puede permanecer ahí toda su vida. Además tiene que ir con su madre para la cita médica. El médico de la familia había dado buenas noticias y si todo salió bien, la mujer adulta podría abandonar su estancia en ese lugar.

A pesar de posponer su salida del baño con una ducha relajante, fue inminente no salir de ahí. No miró al joven hombre con quien se había casado cuando salió de la habitación y tampoco quería verlo, por no sabía como afrontar y comenzar una conversación que no tenía forma alguna.

"¿A donde vas?" La voz áspera lo asustó justo antes de teclear la contraseña de la puerta. Deteniéndose en seco y sin voltear se mantuvo en el lugar "Tu no vas a dejarme, no puedes" su voz profunda, sus palabras sonaban rudas ¿a que se refería?

"Iré a visitar a mi madre. Hoy el médico nos dará el nuevo avance que ha tenido" No volteó, no quería hacerlo. No quiere ver a la otra figura dentro de la habitación.

"Enviaré a mi chófer. El te llevará y te recogerá; y te traerá de vuelta aquí"

No protestó. Jeonghan no quería comenzar una discusión que probablemente no lo llevaría a ningún lado. Oprimió los botones y esperando el pitido de la puerta, salió.

Aunque sabía que tarde o temprano tendrían la conversación sobre todo este tema ¿que podría hacer él? El "matrimonio" seguiría por qué en su acuerdo no estipularon nada relacionado a "amores anteriores" o algo por el estilo.