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Trabas y trabas, y Jeonghan estaba comenzando a cansarse de eso. Así que decidido, después de haber pasado a visitar a su madre y después de haber recorrido el los pasillos de la plaza comercial, tomó un taxi en dirección a casa de los padres de Jeonghan a sabiendas de que él hombre joven se molestaría con esto, pero hacía ya días que el mayor seguía poniendo contratiempos y esquivando las insistencias de Jeonghan para ir a casa de los padres de Choi.

Está nervioso pero más que esto, se encuentra decidido. Un cuarto de limpieza o no, un almacén o no, Jeonghan descubriría por que tanto misterio. Se quitaría al fin esa curiosidad de la cabeza.

Cuando estuvo frente a la entrada, pagó el taxi, tomó sus cosas que compró en la plaza comercial y se bajó del taxi. Sensaciones internas aparición, se sentía como en una serie de detectives, como Scooby Doo a punto de resolver un misterio. Pero tendría que entrar sin provocar sospechas. Respiró hondo y entró.

Después de un par de semanas de rondar a Seungcheol con preguntas como, "¿cuando visitaremos a tus padres?" "me siento aburrido solo en casa, ¿puedo ir a ver a tu madre?" Al fin estaba aquí, claro, sin Seungcheol quien probablemente se moleste un poco cuando se entere pero ¿que más da?

"Mamá Choi, estoy aquí" anunció el chico delgado y rubio en la sala principal. Naturalmente la mansión de la familia Choi se encuentra callada y en total silencio pero, hoy ese silencio era un poco diferente.

"¿Donde están todos?" Preguntó para su mismo pues ni siquiera el personal estaba a la vista, sobre todo por que nadie lo recibió en la entrada. Caminó por los pasillos, entrando a la cocina y regresando a la sala de estar. La planta baja estaba en completa soledad.

Dejo su bolso lleno de bocadillos que compró en la plaza comercial en la mesa y subió las escaleras a la planta alta. Mirando a izquierda y derecha, se lamio los labios encontrando con su mirada la puerta de aquella habitación misteriosa pero no quería parecer alguien desesperado aunque así fuera.

Caminó en dirección contraria de aquella puerta dirigiéndose hasta la habitación de la señora Choi. No era para nada novedoso que ambos, marido y mujer durmieran en habitaciones diferentes. Jeonghan fácilmente podría deducir que la elección fue a petición de la mujer.

"Mamá suegra, estoy aquí" pronunció el joven justo después de dar tres suaves golpes en la puerta de madera. Esperó dos segundos... cinco... diez. Nada.

"¡querido! ¿Qué te trae por aquí?"

Jeonghan giró su cuerpo, sorprendido por la repentina aparición de la mujer entre tanto silencio. No la sintió llegar. Ella siempre limpia y con sus ropas lisas, justo ahora mostraba una imagen diferente. Con algo de polvo en su ropa, manchas de sudor combinado con suciedad y algo de telarañas en su cabello. Jeonghan extendió su mano para retirarlo.

"Oh! Deja querido. De igual forma estaba por tomar una ducha" la mujer entró dentro de su habitación incitando a Jeonghan a seguirla "¿a que se debe tu visita? No te esperaba por aquí. Cheolie tampoco me avisó que vendrían"

"Solo quería dar una visita sorpresa. Traje unos bocadillos, los deje en la mesa del comedor"

"Oh, gracias. No te hubieras molestado. ¿Puedes esperarme abajo? Bajaré en unos minutos"

Unos minutos eran más que suficientes para que Jeonghan lograra hacer su cometido.

"Claro" jeonghan salió de la habitación, cerrando la puerta con cuidado y cerciorándose de que nadie más a excepción de él se encontrara a la vista. Tan solo cuando escuchó el agua de la regadera caer, caminó a paso rápido hasta el otro extremo del pasillo en aquel donde se encontraba esa puerta que a simple vista parecía ser una habitación más. Al fin se quitaría esa duda de su cabeza.

Ni Por Herencia  •Jeongcheol/Seventeen•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora