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"Gracias, conduzca con cuidado"

Jeonghan se bajó del taxi justo después de pagar, cerró la puerta y caminó hasta perderse en sus pensamientos. Decidió que visitar a su madre seria la mejor ayuda para su cuerpo y mente. Todavía en ella persisten las imágenes sobre lo que en realidad había detrás de aquella puerta.

Cuando llegó a casa de los Choi, su mente está clara, estaba seguro de que era lo que preguntaría para así poder entender como debería ayudar a ese hombre joven con quien está casado. Al menos así poder llevar una vida matrimonial decente.

'¿Qué es lo que hay en la habitación al final del pasillo?'

La pregunta había salido sin filtros, directa, tomando por sorpresa a la mujer quien en un principio parecía distante y decidida a no responder a su pregunta, sin embargo, al final decidió mostrarle por qué el misterio. Y Jeonghan se pregunta cuál fue la causa de que la madre de Choi decidiera hacerlo, aunque tal vez la respuesta era demasiado clara como para no verla.

Una habitación donde las paredes estaban decoradas con demasiadas fotografías tanto de él como de la chica, Jeonsa. A pesar de que él mismo tenía en su apartamento una caja con demasiadas fotografías, en la habitación todavía había aún más. Una completa locura. El lugar estaba lleno de cosas de la chica, desde ropa hasta los productos prácticos como su perfume, loción para el cabello y todas esas cosas que uno pensaría es extraño guardar por que sean de tu ex. Una obsesión, eso era lo que él joven Jeonghan pensaba sobre Choi Seungcheol.

Definitivamente lo hablaría con él, y esperaba, en serio esperaba poder ayudarlo con todo este rollo sobre la superación personal y dejar el pasado atrás. Quien sabe, tal vez él también pueda quedar fuera de todo esto, total, lo más seguro es que ni siquiera Choi lo quiera, o lo ame a él de verdad.

Dejando todos estos pensamientos atrás, al menos por hoy, presionó el timbre y justo después de un "ya voy" la puerta fue abierta. Ah, su madre como la extrañaba.

"Hannie, ¿Qué haces por acá? Pasa, pasa"

La mujer lo atrapó en un cálido abrazo y lo Incitó a pasar. La mujer se miraba mejor que antes y eso llenaba de alegría el corazón de Yoon Jeonghan. Al menos hay algo positivo en su vida.

"¿Cómo estás má?" Preguntó mientras la seguía hasta la cocina.

El lugar no era demasiado grande, justo del agrado de ellos dos. Obviamente cuando Choi Seungcheol buscó un lugar para la madre de su querido ángel, no pudo evitar buscar apartamentos mucho más amueblados y con condiciones de primer nivel, pero la mujer no estaba cómoda con todas las opciones que el hombre joven le mostraba, hasta que se dio por vencido y decidió aceptar las condiciones de Hanji; un lugar para nada ostentoso pero que tampoco fuera como el lugar del que Jeonghan y ella salieron.

"Mejor que nunca" Ah. La sonrisa de su madre vale oro.

"Siento que te he descuidado, lo siento. Debería venir más a menudo, cuando estabas en el hospital tampoco te visitaba tan seguido como hubiera querido"

"¿Qué cosas dices?" Parloteando, la mujer sacudió sus manos frente a ella "tu ya tienes tu propia familia. Además, tengo tanto tiempo libre ¡ayer aprendí a jugar al bingo!...

Jamás se cansaría de escuchar la voz de su madre. 'Entonces no tengo por qué arrepentirme, si mi madre está bien, yo estoy bien'

... Te lo digo, esa mujer está demente. Me sacó de la casa casi a la fuerza y me dijo: te estás perdiendo de las mejores cosas de la vida" la voz de la mujer es tan animada, y aunque Jeonghan no haya escuchado la mitad de las cosas que dice, al menos sabe que ella es feliz, se está riendo y el joven delgado de cabellos rubios es contagiado.

Ni Por Herencia  •Jeongcheol/Seventeen•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora