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Como si no tuviera opción Jeonghan terminó aceptando el hecho de que tenía que asistir a esa reunión.

Sus figura estuvo siempre a la vista de todo mundo mientras vestía ese traje realizado a su medida color rojo, resaltando y realizando un hermoso contraste con su tez pálida y su cabello largo rubio. Una obra de arte viviente.

Sin embargo la incomodidad estuvo presente toda la noche, sobre todo cuando, después de que Choi terminara de dar su discurso y unas cuantas palabras más, terminó bebiendo más de la cuenta. Un hombre cómo él, ebrio es un caso complicado, y cuando encontró a Jeonghan en el baño hablando con un desconocido, ni siquiera quería recordarlo. Lo tomó de la muñeca y lo arrastró fuera del lugar. El evento de socios había terminado y no tenía la intención de despedirse de los pocos que quedaban como si no le importara la mirada de los hombres y mujeres que permanecían ahí.

Su mandíbula tensa y su andar irregular pero constante consiguió que terminaran en el estacionamiento justo frente a su auto. La mano de Jeonghan dolía y justo donde había sido el agarre se enmarcó como una pulsera, una línea roja al rededor de su muñeca.

La furia encendida en la mirada del hombre frente a él parecía querer desbordarse como una presa de agua a punto de colapsar. No quería comenzar una discusión aquí, así que Jeonghan se apartó y entró en la parte trasera del vehículo. Todavía había personas merodeando el lugar y ya tenía suficiente con las miradas de antes allá adentro.

"¿Está todo bien?" Preguntó el chófer.

"Si, es solo... nos vamos a casa"

Como si hubiera entendido a la perfección, el hombre salió del vehículo, rodeándolo. Abrió la puerta del lado del copiloto y le indicó a su jefe que entrara. Choi Seungcheol caminó sin embargo ignoró la acción de su empleado y entró en la parte trasera, junto a Jeonghan.

La atmósfera era oscura. El rostro bañado en furia parecía no disminuir haciendo pregunta tras pregunta sobre el sujeto en el baño. Incluso cuando Jeonghan protestó el no conocerlo y saludarlo por cordialidad, la ira dentro del grande cuerpo parecía salpicar, a punto de estallar.

"¿A caso le sonríes así a todos los hombre que ves, eh? ¿Intentabas enrollarte con él?"

Pero la paciencia de Jeonghan parecía se demasiado grande. Incluso cuando entraron a su hogar soportó todas y cada una de las preguntas que lanzaba sin razonamiento.

"Estoy hablándote"

"Estoy cansado. Hablemos mañana, cuando la cordura te alcance y estés sobrio"

Por su puesto, esta actitud tan relajada lo único que provocaba era que Choi Seungcheol se encendiera como una mecha de bengala. Explotó, y sin previo lanzó a Yoon Jeonghan a la cama. Los ojos del joven rubio se abrieron de par en par y trató de luchar cuando un par de fuertes manos se posaron en sus caderas.

"Q-qué estás haciendo?" Su voz tembló. Una fuerte corriente de pánico sacudió su cuerpo.

Esta vez, el rostro que ha visto un millón de veces desde que lo conoció, mostraba una expresión totalmente diferente. La bestia que parecía ocultar al fin estaba mostrándose.

"¿Qué acaso no querías esto?"

Su rostro desenfocado por el alcohol que corría por sus venas. ¿En verdad estaba a punto de hacer esto? Se preguntó Jeonghan.

"Le sonríes a los demás hombres. Eres lindo con ellos, vi la forma en que trataste de seducirlo"

"¿De qué- de qué estás hablando? estás loco ¡suéltame! Solo fui cortés con él, es todo"

Ni Por Herencia  •Jeongcheol/Seventeen•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora