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Jeonghan aparecía en uno de los pasillos de su facultad, los estudiantes iban y venían ya sea en su grupo de amigos o solos, como él y la verdad lo prefería así. Desde que habló con Seungcheol por llamada aquella vez, debe admitir que en verdad sintió temor. Pero tal vez culpe el hecho de ver demasiadas novelas en donde el rico siempre sale impune de todo, como si no hubiera hecho nada.

Así que es mejor andar con cautela en los pasillos y evitar cruzarse con Seungcheol a toda costa. Ya hasta lo bloqueó para no recibir alguna llamada suya.

Llegó a los casilleros. Sacaría algunos cuadernos que ocuparía más tarde y guardó otros.

"Hola hyung, buenos días~" la perfecta y armoniosa voz de Seungkwan se hizo presente, pasándose justo a lado de Jeonghan donde ambos eran vecinos de lockers.

"Hola Kwanie, ¿cómo estuvo tu fin de semana?" Jeonghan volteó a su amigo y notó el leve sonrojo en sus mejillas "¿alguna novedad? ¿algo interesante? ¿algún chico bonito?"

"¡Yah! Para. Soy tímido" Seungkwan enterró su rostro dentro de su casillero y Jeonghan rió por lo divertido que era esto, este será su nuevo pasatiempo; molestar a Seungkwan.

"Entonces tu estado de ánimo tiene nombre y apellido ¿o me equívoco?"

Lentamente Seungkwan fue asomando su rostro por la puerta del casillero, aún siendo algo tímido.

"No necesitas decirlo. Tu rostro ya habló por si sólo"

"Estuvimos todo el fin de semana hablando por chat" dijo en una oración apenas audible a los oídos de Jeonghan "Es, es agradable"

"Ah, Hansol debe ser un buen chico. Lo parece, es muy calmado, también muy respetuoso, atractivo" Jeonghan remarcó la última palabra echando un vistazo a la reacción de su amigo.

"Jaja, no pienso quitártelo. Igual siento que no soy su tipo, sus gustos parecen ser más... tú"

"¿En verdad lo crees?"

"Arriba la esperanza abuelita" animó el mayor con una sonrisa. Seungkwan no entendió lo de abuelita.

El día seguía su transcurso. Los estudiantes a estas horas de la tarde parecían caminar sin rumbo, como si fueran una especie de zombi. Sin mencionar que la última clase era a las ocho de la noche.

Jeonghan caminaba de regreso al salón. Normalmente en una hora libre todos los alumnos deberían estar fuera y distraerse o estudiar, pero curiosamente se encontraron a Hansol en su andar y Seungkwan como buen amigo abandonó a Jeonghan y se fue con el de facciones serias.

El aula estaba vacía, o eso pensó creer ya que, al entrar, dos estudiantes a los cuales no recordaba sus nombres estaban recargados sobre la pared. Eso hizo que Jeonghan detuviera su caminar por unos segundos.

Cuando siguió nuevamente con su andar los dos chicos también lo hicieron yendo directamente hacia él. El chico de cabellos castaños trató de evadirlos pero fue inútil, ellos eran dos, un dos contra uno.

"¿Qué es lo que quieren?" Preguntó antes de que cada uno lo tomara de los brazos "voy a gritar si no me sueltan" amenazó.

Ninguno de los dos chicos dijo nada. Jeonghan los miró retándolos, abrió su boca y exhaló un poco de aire. Si estos chicos creían que no lo haría estaban equivocados.

Antes de poder gritar uno de los dos chicos habló.

"Choi nos mandó"

"Ese maldito" pensó Jeonghan.

"Dígale que no quiero verlo, así que suéltenme"

Jeonghan forcejeo para tratar de zafarse pero los chicos son notablemente un poco más grandes que él y, en una lucha de dos contra uno y donde pareces ser el débil lo único que puedes hacer como estrategia es darte por vencido.

Ni Por Herencia  •Jeongcheol/Seventeen•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora