Capítulo 11. Que estés esperándome.

544 74 39
                                    

Antes de iniciar a leer, por favor vuelvan a la sinopsis, y fíjense en el número 3.
Gracias.

Maia

Revolví lo que había en mi plato sin mucha importancia.

Tenía mi codo sobre la mesa, mi barbilla recargada en mi puño, y sobre todo, el aburrimiento. Un profundo aburrimiento expandiéndose por cada célula de mi cuerpo.

Esto era tedioso.

Digo, pude haber estado haciendo algo más interesante que quedarme aquí, solo mirando a la nada, "disfrutando" de una deliciosa comida o lo que sea. Lo cierto es que no lo estaba disfrutando, era como una pesadilla. Y más si resaltamos el hecho de que no pude elegir qué comer, y mi padre se encargó de ordenar solo un plato lleno de una ensalada que jamás en la vida podría gustarme.

¿A quién le gusta la ensalada? Al menos algo de carne, joder.

Esto es como...

Si estuviera haciendo dieta.

Quizás necesite una dieta debido a tanta comida chatarra que ingiero, pero no pensé que literalmente la viviría tan pronto.

Tenía que prepararme con anticipación.

No así.

Mierda.

Escuché un carraspeo. Elevé el rostro para ver

—¿No vas a comer? —me preguntó, señalando con su cubierto

Solté un largo suspiro

—Sí, es solo que... no tengo mucha hambre.

—¿Ah no? Pensé que sí. Con esto de que ya casi es media noche y no habías comido nada en la tarde.

—Sí comí algo papá —mentí—. Unas... galletas.

—Eso no es suficiente.

Apreté mis labios

—Lo siento.

—No te disculpes. Y come. Ya verás que está deliciosa.

¿Deliciosa? Prefiero vomitar.

No lo digo por ofender a las personas que comen vegetales, y les gusta, es solo que mi cuerpo no lo ha hecho nunca, y pienso que, si lo hago ahora probablemente no me llene en lo absoluto, y por el contrario, solo me deje peor.

Me dediqué a hacer lo mismo.

Por lo que parecieron horas.

Mi padre le dio un sorbo a su copa

—¿Hay algo de lo que quieras hablar? Es la primera cena que compartimos juntos desde hace varios días. Si quieres proponer un tema de conversación...

Una pregunta llegó a la punta de mi lengua

—¿Y los chicos?

—¿Hablas de la banda?

—Sí —me encogí de hombros—. Pensé que quizás... vendrían con nosotros.

Rodó sus ojos en un gesto de molestia

—Les dije que no podían salir a ningún lado y que era mejor descansar. Mañana tenemos varias cosas que hacer, pero al parecer, prefieren hacerle caso a su vocalista que a su mánager.

Eso me tensó

—¿Jake?

—Presiento que no le agrado mucho —me miró con precaución—. ¿No te dije que le hablaras bien de mí?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 15 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un concierto para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora