Jane (Saga Darks)

9. La llave que no abre corazones

JANE

-Puede pasar señorita Toppan -Dice la voz del Dr Andrew al otro lado de la puerta.

Abro y cierro la puerta en cuanto paso y me dirijo lentamente hacia la silla enfrente de la mesa del despacho de Andrew.

Al principio de las sesiones no sé cómo saludarle, ni que decir, es lo peor.

-Buenas tardes Andrew, quiero decirle que no es necesaria esta sesión porque

-Ya se que no le gustan las sesiones, pero son obligatorias para todos los pacientes, ya sabe que necesitamos hacerle un seguimiento, y que somos mucho menos estrictos con usted -Me corta la voz del Dr Andrew -¿Cómo ha estado estos últimos días?

-Bien, supongo que como siempre -No tengo muchas ganas de darle explicaciones, así que en vez de mirarle a la cara me dedico a fijarme en los detalles de su despacho, es bastante simple, pero tiene algunos cuadros en la pared y cosas decorativas en la estantería que tiene detrás de su escritorio.

Al fijarme en los cuadros veo que ninguno son de fotos familiares, ni siquiera un pequeño cuadro que tiene en la mesa, en ese aparece un gato persa. Y eso me da a pensar si tiene familia o por lo menos si mantiene alguna relación con ellos aunque sea pequeña, y si tiene pareja, la verdad es que es un hombre bastante atractivo, y si no fuera mi psicólogo creo que sería majo.

-¿Me podrías decir que has estado haciendo estos días? -Vale, lo pillo, da igual si le ignoro, va a continuar con las preguntitas de las narices.

-Pues mira, el otro día me fuí al parque de atracciones, luego visité la muralla china...

-Muy graciosa Jane, ya sé que puede ser aburrido estar aquí, pero es por tu bien.

-Con aburrido te quedas corto...

-Volviendo al tema principal, ¿Qué has estado haciendo estos días? -Me pregunta a la vez que apunta algo en su dichosa libreta.

Pienso en lo que ha estado pasando últimamente, creo que si se lo contara le daría un infarto, así que mejor no contárselo.

-No mucho, ir a la cafetería con Hiena y Liam, ir a clase.. No lo sé, como tú has dicho no es que pueda hacer muchas cosas.

-¿No has hecho nuevos amigos? - Pienso en decirle lo de Dakota, pero solo he hablado con ella una vez. Y por supuesto que Hunter y Dilan no cuentan.

-No, he hablado con algún que otro paciente, pero para qué mentir, la verdad es que no.

Encarna una ceja y baja un poco la cabeza para escribir en su libreta. Eso me permite fijarme en su pelo, es negro muy oscuro, y estoy segura de que muchos matarían por el. Por eso me parece raro que esté soltero, es guapo y podría ser majo si se lo currara un poco más.

Tiene varios tatuajes por el cuello, que le favorecen mucho.

Tiene pinta que hace unos años sería el típico chico malo.

Me hace unas cuantas preguntas más a las que le respondo lo más breve posible.

Salgo del despacho del Dr Andrew y voy a la clase de Margarita ya que me he dejado mi cuaderno, espero que esta vez no me esté esperando Dilan para darme una charla sobre su maldito pájaro, no, perdón, sobre su "ave".

Me dirijo hacia la clase cuando paso delante de unas escaleras que dirigen a un piso inferior, sigo teniendo mucha curiosidad por todo eso del sótano y del paciente con el que estaba hablando la directora Kaia.

Suspiro aliviada cuando puedo entrar y salir de la clase sin que venga ningún loco de los pájaros que no se ha tomado las pastillas.

Como no sé qué hacer, voy al pasillo de Hiena, el segundo.