JANE
Mucha gente se despierta con un "despiértate cariño" de su madre, un beso de su pareja o incluso simplemente con una alarma, pero no, aquí te despertaban con dos fuertes golpes en la puerta, y si no te enteras, te jodes.
No voy a negar que ayer me quedé hasta tarde solo porque la directora me dijo su nombre. Me sonaba mucho, pero no recuerdo de qué. <Kaia> Bonito nombre.
¿Y el tipo ese del sótano? Puede que no fuera nuevo y por eso La dir.... digo Kaia hablaba con él con naturalidad. O igual era de lo más común que la directora intentase hablar con sus pacientes.
Pero ¿En ese sótano las personas estaban bien cuidadas? ¿Les maltratarían? Muchas veces a pacientes de las plantas superiores les agarran de malas maneras. No me puedo ni imaginar en el sótano. Además. ¿Cuántas personas habría?
¿Y si entras?
No, no, eso es muy mala idea... ¿o no? No, si si, es mala idea.
Creo que les tendría que decir a Hiena y a Liam algo de la chica que ví en la ventana. Aunque igual piensan que estoy mal de la cabeza...
¿Y si se lo digo a la directora? <no puede ser mala idea, al fin y al cabo es su psiquiátrico.. igual quiere saber que alguien atormenta las noches de sus pacientes.
No, se lo diré primero a Hiena y a Liam y así me ayudan.
Y, si piensan que soy rara podrán seguir llamándome Bicho raro. Y, de paso, así le pregunto por qué narices empezó a llamarme así.
***
¿Quién ha conseguido dormir? Pues no lo sé, porque yo no.
Lo peor de no poder dormir es no saber por qué, por alguna razón no paraba de pensar en el hombre que se llevaron al sótano, y no entiendo porque, si debe de ser algo común.
Normalmente diría que les mandé un mensaje a Hiena y a Liam de que antes de ir a la cafetería iría un momento a mi clase. Pero es verdad. Que no tenemos móviles. A este paso nos comunicaremos con palomas mensajeras.
El camino a clase era más ruidoso que de normal, cosa que no debería importarme, pero últimamente me importaba todo.
Antes de entrar en la sala miré por la pequeña ventana que se situaba en la parte alta de la puerta, no me apetecía que Margarita me empezara a hablar de que a su nieto se le había caído un diente -No se cuantos dientes tendría su nieto porque me ha contado la historia como unas ochenta veces-.
Tal y como esperaba, mi cuaderno rojo está sobre mi mesa -Bueno, mi mesa y la de cualquier persona que tenga esta clase- Sinceramente no sé ni porqué me molesto en recogerlo, si se perfectamente que no me voy a poner a estudiar la historia de Alemania en el siglo no se cuantos.
Según el reloj de la clase aún me daba tiempo a ir a la cafetería a ver a Liam y a Hiena, sería el momento perfecto para contarles... no sé, todo.
Me empecé a sentir vigilada -Si, ahora resulta que seré esquizofrénica y todo...- Es una sensación extraña, como si en el momento en el que me dé la vuelta habrá alguien vigilándome. Diría que es solo una tontería o mi imaginación, pero me sentí igual la noche en la que había a alguien vigilándome desde el patio. Un escalofrío recorrió mi espalda, por lo que me dirigí a la puerta lo más rápido posible.
Al dirigirse a la puerta me dí cuenta de que lo que supuestamente me estaba vigilando era simplemente el pájaro que tenemos como mascota en el psiquiátrico. Me gustaría liberarlo, nadie merece ser enjaulado. Igual debería darle de comer. Aunque se supone que es nuestra mascota, dudo que los de nuestro pasillo la cuiden. Y, sinceramente, no me imagino a un asesino ciudadano de un frágil pajarito.
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Jane (Saga Darks)
Mystery / ThrillerEl psiquiátrico de Wilson; Una pesadilla. Parece que cada persona oculta algo, o puede que sea este lugar el que nos vuelve locos. Cada uno tiene su objetivo aquí. Solo tengo que averiguar cual me beneficia... o cual podría destruirme. Tengo una c...