🌱 El Camino de las 100 Cartas || Español || [ DORIAN ]

05 ✰ EL DIOS APOLO LEXUS 🌱

— Andrea...— Noah aun está confundido por lo que acaba de pasar y lo único que desea es saber el porqué de Andrea presentarse en el ministerio de los elfos -.

— Bien hecho príncipe Lexus. — El padre de Noah se acerca a la ninfa dejando esta breve frase en la espalda del Elfo inocente -.

Noah sabia que algo iba a estar mal por la manera en la que su padre hablo, sentía que iba algo mal, y lo único que se le ocurrió hacer fue correr hasta acercarse el primero que su padre.

Las hebras oscuras se veían brillar de un tono púrpura gracias a la luz del sol, estas se posicionaron frente a su padre y de espalda a la ninfa.

— Vamos, Noah, ¿ qué estás haciendo? — El padre de Noah habla con miedo a ser humillado frente a toda su gente reunida en ese lugar -.

— Noah, no te preocupes estaré bien...— Un dulce murmuro le llega a Noah por la parte trasera de su oreja -.

Noah gira su cabeza para ver a Andrea, sus ojos no estaban siendo engañados era ella, la inocente niña estaba de regreso, pero nadie en ese lugar sabía que era una persona inofensiva, todos pensaban que era Egle, la ninfa sagrada.

Noah no tiene idea de como solucionar esto, así que hace completo contacto visual con su padre, para hacer tiempo para que algo se le viniera a la cabeza.

— Mucho gusto Ninfa Sagrada, es un placer para mí conocerte en mi generación. — El caballeroso Elfo se acerca a la ninfa lentamente mientras da de lado a su hijo -.

Noah se percata de algo muy aterrador, su padre tiene un cuchillo en sus manos, está listo para ejecutar una acción de asesinato.

Andrea se percata de que tal amabilidad solo podría significar que algo malo va a pasar.

— Señor Lexus, permítame un segundo, hay alguien gritando ahí fuera. — Andrea fue salvada por la campana cuando la noticia de que un humano se había infiltrado en el Monte Pírico -.

El señor Lexus logra esconder el arma blanca dentro de su bolsillo exterior, Noah consternado va sigiloso tras su padre y agarra a la bella ninfa de cabello rojizo por su mano.

Este sabía que tenía que sacarla de allí de inmediato debido a que no sabía porque su propia raza estaba dispuesta a matar a su diosa; pero algo malo estaba sucediendo.

— ¡Señor, hay algo que deben saber! — El gran estruendo del chico fuera del palacio del Monte Pírico, llama la atención de todos -.

— Dígame humano, ¿qué haces aquí?, ¿ cómo hiciste para entrar? — El señor Lexus se dirige a confrontar la situación -.

— Una chica de rojos cabellos está quitando mi lugar, yo soy el verdadero elegido, yo debo perpetuar esta espécimen. — El chico muy enojado grita sus palabras frente al señor Lexus -.

— No tienes razón, la señorita presente es la encargada de perpetuar nuestra espécimen. — Lexus rebate su afirmación-.

El señor Lexus tiene una oculta bajo la manga, pero literalmente poseía la decima carta escrita por el dios elfo en su mano.

— Yo soy el elegido, ¡y lo puedo demostrar! — El chico toma una posición para rebatir a la realeza elfo con otra carta -.

El señor de canoso cabello saca de su manga la carta.

[10: Señor Lexus,
Esta carta está dirigido a usted para decirle que la encargada de perpetuar nuestra especie es una diosa que logro encarnarse es una humana promedio antes del tiempo de exterminación, su cabello es rojizo y sus ojos oscuros, enfócate en ella, la diosa Egle vive dentro del cuerpo de Andrea Phen. ]

— Pero eso no me sorprende porque yo también tengo una carta, señor. — el chico de hebras rubias saca de su pantalón una carta -.

[Querido Elegido,
Esta es la primera carta que recibirás con la dirección de a donde deber ir para recuperar tu espécimen, dentro de tú vive un dios superpoderoso, Apolo, el cual tendrá que salir para traer a la vida de nuevo a la espécimen de los elfos, cuidado con la chica de hebras Rojizas que intentara llegar primero que tú y si logra mentir de que es la elegida perderemos nuestra raza, debes ir al Monte Pírico y seguir a esa chica de cabello Rojo. ]

— Muy bien, si dices ser el elegido, sin llegar a ser un elfo, demuéstralo, haz el sacrificio. — El señor Lexus saca su cuchillo desde el fondo de su bolsillo trasero-.

— ¿Para qué necesitó un cuchillo? — Pregunta el chico confuso -.

— El sacramento implica que los elfos vemos el espejo del alma, otorgale tu vista a tu alma, arranca tus ojos con este cuchillo. — El señor hablaba alardeando mientras el joven se ponía cada vez más nervioso-.

El chico no sabía como reaccionar ante eso, estaba realmente aterrorizado así que planifico el terreno, al ni ver obstáculos, soltó el cuchillo y salió corriendo por la portada del palacio.

En ese mismo instante una flecha que parecía ser una ilusión de brillo violeta atraviesa la cabeza de aquellas rubias hebras, sin causarle daño físico de ningún tipo.

Con esta técnica una vez que saliera del castillo borraría su memoria por completa y le impediría ver el castillo de nuevo.

Solo las personas con una fuerte creencia por los elfos y su especie pueden ver menudo monumento.

— Quien fue capaz de crear menuda estupidez, yo soy Apolo Lexus, como va a ser posible que halla recarnada y de ser así menuda estupidez.

— Yo lo hice capitán. — Una bella mujer con un largo cabello violeta, exuberantes curvas y pálida piel, movía sus labios rosas para asegurar ser su culpa-.

— ¡Regina!, como te atreves a hacer menuda estupidez. — El rey ve con cara desagradable a la antes arquera mencionada -.

— No te alarmes gracias a mi flecha tu especie sigue intacta. — Aquella chica con una vestimenta bastante corta y provocadora se acera al señor Apolo -.

— ¿Porque hiciste esto? — Dudoso y con algo de miedo se dirige a la chica de moradas características-.

La chica muestra su carta al señor Lexus dejándolo sorprendido.

[11: Querida Mel Lebrón,
Usted, maga de alta gama será la encargada de salvar a la Ninfa de las manos del tirano Apolo; debido a que si un dios mata a otro dios su poder se multiplica, sus ideales no es conseguir que la especie vuelva, sino tener el doble del poder para asesinar a la sangre humana. ]

Apolo no sabía como reaccionar, miro de la nada a la chica, la cual mientras murmuraba prometía que si la ninfa no llegaba a salvo a la fuente de la vida dentro del Monte Pírico, su vida culminaría.