— Matthew, no pienso permitir que trates de una manera tan repugnante a la imagen de la mujer. — Melhnare interrumpe una vez más en la escena.
— Melhnare, ¿por qué estaba escrito en tu carta que esto debía pasar así? Estoy seguro de que tú tienes algo que ver aquí. — El quinto intenta excusarse.
— Te preguntas eso luego de reaccionar de esa manera. Sabes que tienes dudas encontradas, sabes que es de un hombre cumplir sus promesas, y tú le debes una a Ibett. — Melhnare se acerca lentamente y se arrodilla justo en frente del de cabellos oscuros.
— No sé cuál sea tu ideal, pero quiero que tengas en mente que las cosas no son como las cuentas. — Una mirada fría apuñala a la séptima.
— ¿Me estás diciendo que una chica que lloró tanto tras tu muerte no merece que cumplas su promesa de volver? — La séptima no es sigilosa con lo que dice, quiere abrir los ojos al chico.
— Melhnare, siempre estuve enamorado de Andre, desde que crecimos juntos en el mismo pueblo. — Septimo no se detiene y quiere arreglar todo.
— Si tanto amor tenías por ella, ¿por qué te enamoraste de alguien más?
La tensión es demasiado grande para Andrea; siente que podría cortarla con unas tijeras, mientras mira las frías miradas sedientas de información por parte de Melhnare y las tímidas respuestas sin sentido de Matthew.
— Si iba tras Andrea sin saber lo que ella sentía, la perdería para siempre. — Las lágrimas comienzan a rodear aquella pálida piel del chico.
— ¿Entonces era eso? — La elegida hace acto de presencia en la conversación.
— Andrea, no seas inútil, no escuches lo que este patán está diciendo. ¿No ves que solo te manipula? — Melhnare tiene la vista puesta en la de cabellos rojizos.
— Melhnare, que tu carta te exija que tenemos que separarnos no es realmente todo lo que redacta esta historia, ¿sabes? — Andrea decide revelarse, agachándose frente al chico.
Una carta se filtró entre ambas chicas; fue directo a las manos de la elegida Phen.
[ 51: Querida Andrea Phen,
Elegida, piensa con la cabeza por una vez. El futuro de nosotros, que es tu deber, será mucho más difícil si decides tener una relación con el quinto; eso está determinantemente prohibido. ]— Te lo dije, Andrea. — Melhnare lee por encima la carta para la elegida.
El acto reflejo de Andrea fue tan rápido que nadie pudo notarlo. La de hebras rojizas rompió la carta, haciendo que trozos ligeros cayeran al suelo.
— Nunca te expresé lo que sentía, Matthew, y ahora que puedo hacerlo no perderé la oportunidad por nada ni nadie. — La mirada sincera de Andrea provoca una derrota en Melhnare.
— Si tú quieres creerle, será tu problema; atente a las consecuencias. — Melhnare se levanta y se va, dejando ver su rubia cabellera.
Los ojos de la elegida y el quinto eran uno; entre todo ese caos, ellos se encontraron mutuamente, se expresaron la verdad, se enamoraron sin razones adversas.
Ellos estaban seguros de lo que tenían, de lo que sentían, y quisieron sellarlo con un acto puro...
Un beso, un beso definitivo que marcaría el inicio y, por qué no decirlo, un final horrible para la tierra en la que estaban. La ruptura de esa carta podría traer consecuencias oscuras.
Ellos no pensaban en eso; sus labios estaban sellados por el sentimiento más ciego. El amor había ganado la batalla, ya era demasiado tarde.
Mientras el amor triunfaba en otro lugar, Melhnare Mar, Arthur Left y Karl Messer estaban en la entrada, esperando claramente lo peor.
De un momento a otro, una silueta se veía a lo lejos; se acercaba cada vez más y, a su paso, comenzaba a aplaudir, dándole una celebración de triunfo.
— Qué bueno ver que cuentan con la astucia de una diosa a su mando, ya que veo que Karl no era lo suficientemente fuerte para aliviar mi hechizo. — Un chico de piel pálida, ojos grises y cabello azabache había entrado en el lugar.
Con estas palabras, unos pensamientos llegaron a la cabeza de Melhnare: Karl no estaba controlando al ogro, sino que lo estaba intentando controlar para alejarlo de su hermana. Por eso le dijo que se mantuviera callada; quería refugiarse en su orgullo.
— ¿Quién eres? O ¿quién piensas tú que eres? — Los labios fríos de Left sellaron la conversación.
— Tranquilos, no soy su mayor enemigo por ahora. Pronto hablaremos más de eso.
Una sonrisa retorcida se marcó en los labios de aquella sombría entidad.
Algo pasó por la cabeza del de cabellos rojizos. Para Karl, con todo su conocimiento adquirido, si lograba entender su apellido, entonces sabría cómo ganar.
— Dime tu nombre, idiota. — Se fue a por la cabeza el hermano de la elegida.
— Messer, yo no tengo nombre, ni siquiera tengo apellido, por si es lo que quieres pensar. — La figura misteriosa solo lograba poner más nerviosos a los elfos allí presentes.
— Todos los elfos tenemos un nombre y un apellido que nos identifica como raza. Será mejor que digas la verdad o estarás en problemas. — La séptima se pone a la defensiva.
— Ya les dije la verdad, no tengo un nombre, pero si gustan, pueden llamarme Air. — El chico culmina esto con una mirada algo fría hacia Melhnare.
— Muy bien, Air. Dime quién te mandó aquí, qué buscan y cómo nosotros podremos conseguirlo. — Enfrentó Messer.
Aquella alta silueta se acerca a Messer frente a frente y le otorga una carta.
[ 52: Querido Air,
Ha llegado el momento de hacer tu aparición. No tenía pensado que lo hicieras hasta un nuevo aviso, pero me estoy quedando sin reclutas. Entonces, ve y enfréntate a Egle; ella está dentro de la elegida. Tienes que lograr obtener el zafiro; eso nos dará la fuerza total. ]— ¿Quién escribió esta carta y por qué no parece igual que las que nosotros recibimos? — Messer enfoca con odio a Air.
— Porque quien les entregó la carta no era La Gran Entidad, el único escritor real. — Los ojos grises de Air comenzaron a alumbrarse de placer.
Eso lo dice todo... Eso significaba que el señor que parecía entregarles las cartas no quería revivir a los elfos, sino que los quería extinguir para siempre y ellos estaban allí engañados.
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🌱 El Camino de las 100 Cartas || Español || [ DORIAN ]
Fantasy- Bienvenidos al mundo verde. Andrea es una joven elegida por una misteriosa fuerza para revivir el mundo de los elfos. En una tierra lejana, un poderoso elfo de gran belleza, escribió 100 cartas que contienen pistas sobre la ubicación del Monte Pí...