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—Te lo dije —me vuelve a echar en cara Sofia por decima vez en la tarde. 

El día se había resumido en que mi amiga me recordara todas las veces que podía que las fotos de Christopher y Violeta cenando en el restaurante no eran mas que un síntoma de que aquello no tenía ningún futuro. 

No necesitaba que me lo dijera, lo sabia de sobra. 

Ni siquiera me puse a mirar la revista, ni las noticias ni los miles de tweets que saltaron ese sábado por la mañana. No me hacia falta ver tremendo papelón del señor Drew. 

Eso si, una pequeña parte de mi si que se alegraba si aquello iba a servir para hacer que todas las criticas hacia su persona se redujeran en un pequeño porcentaje. 

Llevaba toda la mañana y mitad de la tarde en su piso, ayudándola a intentar limpiar esos 27 metros cuadrados que se podía permitir. 

—Lo mejor que podemos hacer es mantenernos alejadas de esos dos Ana —me avisa Sofia.

—¿Y el señor Jones? —le pregunto curiosa.

—Bah, no valía tanto la pena, con hombres casados solo puedes tener dolor de cabeza.

Le miro con los brazos cruzados, justo ahora que a mi se me iba la pinza ella se ponía en modo responsable. Lo que me faltaba. 

—Haz lo que quieras, yo ya te he avisado —zanja.

Me tumbo en el sofá mientras mi amiga se vuelve a sus quehaceres. La charla con Sofia había sido algo tensa pero al final habíamos podido llegar a un entendimiento. Le pedí perdón y le juré y perjuré que no haría nunca mas daño a Jacobo, cosa que pensaba cumplir a rajatabla. 

Noto como vibra mi móvil y miro la pantalla, un mensaje del señor Drew. 

"¿El lunes a las 9 en en mi bufete?"

Pongo los ojos en blanco. Él sabía que estaba enfadada, tanto por lo que pasó en su casa como por sus fotos con Violeta y aún así tenía tanto cara como para mandarme mensajes como si nada. 

"No, gracias" escribo y le doy a enviar.

Al cabo de unos minutos recibo su respuesta.

"No me gustas nada cuando te pones asi de cabezota señorita Ruiz"

Suspiro frustrada. ¿En que momento le gustaba entonces?

No tenía ni la menor idea de qué hacer. 

¿Estaba harta de perseguir a Christopher? Bastante.

¿Estaba dispuesta a alejarme de él definitivamente? En absoluto. 

"Mi padre no me dejará volver ahí ni en cien años"  le mando intentado con todas mis fuerzas dejar el enfado a un lado.

Christopher no parecía dispuesto a cambiar. En el momento en que viera que aquello ya no me compensaba lo dejara ir, mientras tanto, ni quería ni podía. 

"Eso lo puedo solucionar yo" responde al cabo de unos segundos.

Si que era engreído este hombre. 

Decido dejar la conversación, no me iba a bajar del burro y él tampoco. 

Ya vería como solucionar aquella insistencia mas tarde porque convencer al señor Ruiz de volver al bufete era algo que ni me contemplaba. 

El timbre de Sofia suena y por un segundo temo que sea el mismismo señor Drew que me ha encontrado a saber como y viene a obligarme a volver a  mi puesto.

TUYA (MIA II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora