Capítulo 12

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*Pov Liu*

Habíamos conseguido escapar de la casa de Sara con éxito. Estábamos caminando, ella iba algo insegura y yo por mi parte fui con cuidado de no cruzarme con ningún policía. Lo conseguimos, y ahora estamos cruzando el frondoso bosque protegido por Slenderman, hacia mi cabaña.

—¿A dónde vamos? —Se atrevió ha hablar por primera vez en todo el camino.

—A mi cabaña. —Contesté sin mirarle, solo seguí apartando las ramas del camino.

—Me duelen los pies, y siento mis piernas débiles. —Se quejó.

—¿Cuánto tiempo has estado en la casa de Sara? —Le pregunté sin dejar de caminar.

—No lo sé, no recuerdo nada. —Contestó apenada.

—Quizás estuvistes demasiado tiempo allí sentada y no comiste mucho. —Supuse observando que ya estábamos cerca.

Seguí caminando, y eché un corto vistazo a la chica. Antes estaba a casi dos metros de distancia de mi, pero estaba vez estaba parada.

—¿Estás bien? —Le pregunté colocándome frente a ella, que tenía las manos apoyadas sobre sus rodillas dejando caer un poco de su peso.

—Estoy algo cansada. —Se incorporó. —No puedo seguir caminando más.

—Ya faltan unos minutos para llegar, vamos. —Antes de que protestase le agarré de la mano y tiré de ella para que siguiera mi ritmo.

Tal y como dije, solo era cuestión de minutos llegar a la cabaña.

—Ves, estábamos bastante cerca. —Le sonreí, viendo la cara de alivio de la chica.

—Sí, eso vi, pero ya puedes soltarme la mano. —Me di cuenta de que aún tenía su mano agarrada, así que se la solté rápidamente algo avergonzado.

Abrí la puerta de la cabaña, y entramos, seguidamente la cerramos.

—Parece acogedora. —Comentó ella observando el salón.

—¿Prefieres que te enseñe la cabaña o comer y descansar? —Pregunté mirando a la chica.

—Comer y descansar suena bien. —Contestó sonriente. Asentí y me dirigí a la cocina seguido de la chica

—Advierto que no soy muy bueno cocinando. —Dije mientras buscaba algo para cocinar en las estanterías.

—Yo sé cocinar, es lo menos que puedo hacer por el momento. —Dejé de rebuscar en la estantería y me giré con sorpresa a ella.

—¿Recuerdas como se cocina? —Pregunté con algo de asombro.

—Sí, también lo que aprendí de mis estudios. —Algo es algo, por lo menos hay esperanza de que recuerde todo.

—Esta bien.

Me senté en el sofá del salón, observando a la chica como iba investigando por si sola la cocina.
Realmente quería ayudarla, ya sé que soy un asesino, aún que llevo un buen tiempo sin asesinar a nadie. Pero, quería que ella tuviera otro punto de vista sobre los asesinos, ya que por lo que oí los odia, y también que pudiera conseguir hacérsela pagar a Sara. Esto podría darle más emoción a mi vida, y ayudarle a ella.

Según le oí decir a Sara, la chica mató a sus padres y a un asesino, pero negaba que lo hiciera por gusto, sino por defensa propia, parecía sincera.

Salí de mis pensamientos por el buen olor que salía de la cocina.

—¿Qué estas cocinando? —Le pregunté, ella me dio una corta mirada y volvió a seguir con la comida.

—Pasta. —Contestó.

Mientras que ella terminaba de cocinar la pasta, yo colocaba la mesa. Finalmente ella terminó de cocinarla y nos disspusimos a comer.

—Esta buena. —Comenté al meterme una poca en la boca.

—Oye Liu, ¿Sabes algo de mi? —Preguntó mirándome con esperanza. Hice mi mejor esfuerzo por recordar todo lo que oí.

—Sí, sé unas pocas cosas de ti. —Respondí.

—¿Podrías decirme lo que sepas? —Asentí con la cabeza.

—Tu nombre es _____ Sullivan, tus padres eran muy buenos contigo, tenías buenas notas en la Universidad y económicamente no estabais mal. —Recordé omitiendo algunas cosas, como que Sara la acusó por matar a sus padres, por su bien.

—Al parecer tenía una buena vida, me pregunto que es lo que habrá pasado. —Sonrió con algo de nostalgia.

—Tranquila, ya comenzaras a recordarlo todo. —Le tranquilicé un poco. —Luego puedes ducharte, te vendaré la cabeza.

*Pov Sara*

La cosa se iba a poner más interesante, le haré sufrir el doble jugando con sus recuerdos, haciendo que se odie a si misma y me suplique la muerte. Esa idea me mantenía contenta. Estaba en mi coche con Amelia de camino a la oficina de policía. Hoy había una reunión con los policías llegados de Miami.

Llegamos a la comisaría, una vez allí nos dirigimos a una de las salas donde solíamos realizar unas reuniones. Entramos a tiempo, me senté junto al jefe, y Amelia al lado mío. Ya estábamos todos, incluidos los policías "superiores" a nosotros de Miami.

—Para comenzar, quiero que conozcáis a los encargados de la misión de capturar a Liu Woods. Los hermanos Thompson. —Dijo el jefe, Richard.

Los hermanos estaban sentados en un lado de la mesa, eran tres. Dos chicas que parecían de la misma edad, y un chico que aparentaba unos años más que las chicas.

—Antes de nada queremos presentarnos. Yo soy Alan Thompson. —Comenzó el chico, pellirojo oscuro de ojos azules. —Ella es Enma, mi hermana. —Señaló a la pelinegra con el cabello largo con algún que otro rizo al final de el, de ojos marrones con lentes. —Y ella es su melliza, Rose. —Señaló a la pelirroja algo más claro que su hermano, de ojos azules grisáceos.

—Creo que ya no nos hacen falta vuestros servicios. —Intervine mirándolos.

—¿Qué quieres decir, Sara? —Preguntó Richard.

—He capturado a Liu Woods. Solo debo llevarlo a la comisaría. —Contesté orgullosa y mirando con suficiencia a los hermanos.

—No deberías a ver actuado, el caso pasó a ser nuestro. —Dijo Alan con el ceño fruncido.

—Nos has robado el caso. —Espetó la pelinegra Thompson.

—Sara, te di la orden de retirarte. Dije claramente que el caso ya no era nuestro, sino de los hermanos Thompson. —Negó con clara decepción el jefe Richard.

—No se juega con los Thompson. —Dijo entredientes la pelirroja de ojos grisáceos.

Esto me sonó a guerra.

Revenge for love (Homicidal Liu y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora