Capítulo 19

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*Pov Sara*

Había pasado casi una semana con el problema de los Thompson. Las hermanas no se han aparecido desde entonces ni tampoco me han denunciado. Pero eso será cuestión de tiempo, seguramente actúen como yo hice con Sullivan. Se tomarán la venganza por sus manos. Probablemente el cuerpo de Alan sea deborado, ya que se sospecha que en el bosque que está junto a la carretera haya osos o lobos, los causantes de múltiples desapariciones allí.

Hoy era mi día libre, lo cual me venía bastante bien. Tengo que planear mis jugadas, y hay demasiadas cosas de por medio, como: Liu Woods, _____ Sullivan, las hermanas Thompson, y otros casos más.

Llamaron a la puerta de mi oficina, era Sebastian, le dejé pasar y me entregó unos papeles.

—Son los informes de los crímenes de esta semana. Deberías echarle un vistazo. —Suspiré con pesadez. —Sé que tienes mucho trabajo, si quieres luego de revisarlos puedes darmelos, Stella y yo nos encargaremos. —Dijo amablemente.

—Esta bien. —El asintió y se marchó dejandome sola en mi despacho.

Creo que pasaré, no tengo ganas de revisar todo ese papeleo sobre muertos recientes. Además, el dijo que se encargaría de los informes debido a que tengo mucho trabajo. Así que, asunto resuelto.

Al rato volvieron a llamar a la puerta, esta vez me alegré. Era Robert. Le dejé pasar, y se sentó frente a mi mesa.

—¿Tienes algún plan? —Me preguntó repentinamente.

—¿Un plan? ¿Sobre qué? —Pregunté dudosa por su falta de explicación.

—No tenemos ninguna pista, y supongo que las Thompson estarán más interesadas en la venganza que en la buscada de Liu Woods. —Explicó con preocupación.

—Realmente no sé que vamos ha hacer. —Suspiré. —Creo que quizás estamos dándole demasiadas vueltas al asunto de las carreteras.

—¿Qué es lo que quieres decir con ello?

—Me refiero a que nos hemos empeñado demasiado en que esté escondido en el bosque, solo por el motivo de que una vez lo capturé allí. —Respondí sinceramente.

—Tienes razón. No creo que sea tan idiota como para volver al bosque.

(...)

Después de una larga charla con Robert pensando que debíamos hacer, decidimos que se dejaría de buscar cerca de las carreteras que dan al bosque, y que comenzarán a buscar más por la ciudad y en las afueras de ella.

Pronto daría la orden, quiero cerrar el caso cuanto antes. Dejando de lado ese caso, creo que dejaré el de Sullivan también, es posible que ya no siga con vida.

*Pov Liu*

Me desperté al notar la secadez de mi garganta. Miré la hora en el reloj que estaba sobre mi mesita de noche. Eran las 2:35 a.m.

Me levanté de mi cama y salí de mi habitación. Bajé las escaleras tratando de no hacer ningún ruido, pasé por el salón en el cual Jeff dormía, que por suerte no se despertó. Vi la luz de la cocina encendida, extrañado me asomé por la puerta.

Era _____, sentada en la mesa mirando fijamente a un vaso de agua que sostenía entre su manos. Entré a la cocina y me senté frente a ella. Cuando sintió el ruido de la silla se sobresaltó, al parecer no se había percatado antes de mi presencia. Cuando ella dirigió su mirada hacia la mía noté que tenía sus pestañas algo mojadas, como si hubiera estado llorando.

—¿Una pesadilla? —Supuse, ella asintió decaida. —¿Qué has soñado?

—Soñé que... Una mujer, mataba frente a mi a mis padres.

—Tranquila, solo era una pesadilla. —Le sonreí.

—¿Y tu por qué estás despierto? —Me preguntó.

—Tenía sed. —Ella miró su vaso que estaba medio lleno, y luego lo deslizo por la mesa hasta ponerlo frente a mi.

—Toma, ya no tengo sed. —Sonrió ella.

Cogí el vaso bebí de el.

Ahora que lo pienso, dicen que cuando una persona bebe de donde ha bebido otra... Es un beso indirecto en los labios.

Me sonrojé un poco ante ese pensamiento. Solté el vaso y con algo nerviosismo me levanté de la silla.

¿En qué estaría pensando? Seré estúpido.

—Supongo que... Ya es hora de volver a dormir. Buenas noches. —Me despedí y me dirigí hasta el marco de la puerta, le di una mirada de última hora. Se quedó mirando la mesa, pensativa como antes con el vaso. —¿Estás bien? —Pregunté no muy seguro.

Sé que tener una pesadilla sobre la muerte de tus padres no es agradable. Yo no paré de tenerlas cuando me hospitalizaron.

—Tengo miedo... —Susurró.

—Si quieres... Puedo dormir contigo. —Sentí los nervios comiendome por dentro, al igual que la vergüenza.

Ella pareció pensarlo, finalmente asintió con timidez. Se levantó de la silla, aparté la mirada algo sonrojado. Iba vestida con una camiseta negra mía que le llegaba por debajo de los muslos, era la primera vez que la veía así. Yo por ni parte llevo unos pantalones cortos grises y una camiseta negra parecida a la de ella.

Le agarré suavemente de la muñeca tras apagar las luces para guiarla. Pasamos por el salón sin hacer apenas ruido, subimos por las escaleras y llegamos a mi habitación. Una vez dentro cerré la puerta.

—Ponte cómoda. —Solté su muñeca, dejando de sentir la calidez de esta.

Ella se tumbó de lado dándome la espalda, en el lado derecho que daba a la ventana. Luego me tumbé yo en el lado izquiero. La cama era suficiente para dos personas.

Me giré un poco quedandome de lado, frente al pequeño cuerpo de ella. Sentí un fuerte impulso de querer abrazarla. Y en un abrir y cerrar de ojos ya tenía mi mano alrededor de su cintura. Sentí que me moría de la vergüenza, y probablemente ella se sienta incómoda. Levanté un poco mi brazo para quitarlo, pero ella agarró mi muñeca, dándome a entender que no quería que la quitara. Así que la dejé, y acerqué mi cuerpo un poco más al de ella.

Sonreí como un idiota sintiendo el cosquilleo en el estómago.

Sabía perfectamente por que ese cosquilleo. Desde que ella se perdió en el bosque y tuve ese interrogatorio con Jeff, me di cuenta de muchas cosas. Entre ellas, era que ella me gustaba.

Revenge for love (Homicidal Liu y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora