Revenge for love (Homicidal Liu y tu)

Capítulo 29

*Pov Liu*

Comencé a abrir los ojos, entraba algo de luz por la ventana. Estaba recostado sobre una cama, pero este no era ni mi cuarto ni el salón. Intenté incorporarme pero sentí un dolor repentino en el pecho.

—Si sigues intentando moverte te harás más daño y tardarás en recuperarte. —Miré hacia mi derecha, me sorprendí al ver a _____ sentada en una silla, por lo tanto estoy en su cuarto.

—¿Quiéres qué me recupere antes para que me marche antes de tu cuarto? Si quieres me puedo ir a otro. —Dije algo molesto tras recordar la pelea de ayer.

—De verdad que eres idiota. —La vi suspirar mientras me miraba, de repente mostró algo de preocupación. Me sorprendió aquello a decir verdad. —No me importa que estés aquí, era para que no te hicieras más daño. Realmente quiero que te recuperes. —Trató de volver a su neutralidad pero aún así se le notaba algo preocupada. Quería sonreír pero me contuve.

—Lo siento, saqué las cosas de contexto. —Me disculpé. Ayer salí a buscarla para pedirle perdón y ahora que la tengo delante reacciono así de buena mañana, soy imbécil.

—Ayer todos se volvieron locos buscándote. No me esperaba que existieran criaturas como esas. —La vi pensativa y algo inquieta.

—Esa criatura es The Rake, normalmente es difícil verlos pero en este bosque hay más posibilidades. No esperaba encontrármelo, pero ya ves. —Sonreí un poco mientras miraba donde probablemente se encuentre la herida.

—Daba escalofríos verlo. —Comentó.

—Sí, y aparte, ¿quién me salvó? No recuerdo casi nada de lo que sucedió. —Tenía curiosidad. Por un momento la vi dudar.

—Fue Jeff. —Afirmó con rapidez.

—Mentira, fue ella con su pistolita de vaquero robada de los Thompson. —Rió Jeff abriendo la puerta un poco.

Miré sorprendido a _____, quién fulminaba a Jeff con la mirada, con lo cual eso significaba que lo que decía mi hermano era cierto. Ella es quién me había salvado.

—¿Eso es cierto? ¿tú me salvaste? —Nuestros ojos se volvieron a encontrar.

—Qué importa. —Espetó algo molesta con un leve rubor en sus mejillas.

—Aww, se hace la chica dura e insensible. —Siguió Jeff picándola.

Sentí algo de lástima a pesar de que era algo divertido de ver, pero preferí ganarme algo de puntos con ella, ya necesitaba bastantes para que me perdonara, y si hablamos de que acepte quién soy y las cosas que he hecho, más todavía.

—Deja de molestarla, lo importante es que fue de mucha ayuda. Yo no estaría aquí de no ser por eso. —Le miré suplicante y pareció captar mi situación, alzó las cejar por un momento y sonrió juguetón.

—Cierto cierto, tienes razón. Bueno, os dejo solos. —Se fue con rapidez.

Ella se quedó mirando sus manos mientras el color de sus mejillas se iba poco a poco.

—Respecto a lo de ayer... Lo siento. —Quería continuar pero me interrumpió.

—¡Yo también lo siento! —Dijo con rapidez y abandonado su neutralidad totalmente. Se notaba que quería disculparse sí o sí.

Sin embargo, dudé. ¿Por qué quería disculparse cuando sus ideales eran tan claros? No me cuadra con su personalidad. Tal vez se siente algo culpable por mi condición actual.

—¿Por qué lo sientes? —Pregunté mirándole fijamente.

—No tenía derecho a decir aquellas cosas. No sé cuales han sido tus motivos para haber matado a otras personas, aparte también me ayudaste. —Por un momento vi algo de esperanza en su mirada. Esperando que diera una excusa válida para justificar mis acciones.

—Solo he asesinado a criminales. —Suspiré. Su expresión se relajó, al igual que su cuerpo. Es como si tratara de autoconvencerse de que no soy una mala persona.

Pero debo admitir que yo también me relajé, suspiré algo aliviado con solo pensar que al menos ahora me adiaba un poquito menos.

—No pongas esa cara de alivio, aún tengo muchas preguntas que hacerte. —Mi cuerpo volvió a tensarse.

—Pero no ahora, así que descansa. —Se levantó y cuando estaba apunto de salir volvió a dirigirme una mirada. —Sin embargo, acepto tus disculpas. —Curvó un poco sus labios haciendo una pequeña sonrisa. Después se fue.

Si no me ha matado el zarpazo de The Rake lo hará esta chica por acelerarme tanto el corazón. Cuando baja su guardia un poco y deja a un lado su forma de ser tan neutral y vacía, simplemente me encanta.

Rápidamente entró Jeff mirándome con picardía.

—¡Así se hace hermano! —Dijo victorioso.

—Maldito cotilla. —Traté de parecer molesto pero fue inevitable que soltara una risa.

*Pov Sara*

Nada, ni rastro de _____ Sullivan, ni de Liu, ni de Alan o sus hermanas. Respiré profundamente para intentar calmarme y no ponerme a romper cosas. No hay ni una sola pista, quizás Alan se haya refugiado en el bosque, y ojalá se lo haya comido un oso o lo que sea.

Mientras tanto la oficina estaba patas arriba, los que llevaban el caso de Sullivan estaban frustrados, no le encontraban a ella, y por supuesto, tampoco a sus padres, por mi si la encuentran me facilitarían quizás el problema, en cuanto a los padres dudo que los encuentren, ya me encargué yo de eso. Respecto a las hermanas Thompson supongo que están planeando ir con todas a por mi o se habrán retirado, cosa que dudo bastante después de haber estado con ellas y ver el carácter que tienen, no parecían las típicas que se darían pon vencido a la primera. El problema es que sin ninguna pista no puedo idear ningún plan de ataque o incluso de uno de defensa. Sólo queda esperar a que den la cara.

Robert entró a mi oficina, pareció destapar todos mis sentimientos con solo verme.

—Cálmate, tiempo al tiempo. Sé que son varias cosas las que tenemos que hacer, y las hermanas Thompson son un problema. —Suspiré. Eso no me ayudaría a calmarme.

—En realidad son un gran problema. —Le corregí. —Traté de reunir información sobre ellas e incluso de su hermano, pero no he podido encontrar nada que nos sirva. Ni siquiera una dirección. Realmente se cuidaban las espaldas incluso trabajando junto con otros policías. —Dije bastante irritada. —¡Y Alan! Ese desgraciado seguro sigue vivo, lo presiento. —Apreté el puño de la rabia. Ojalá lo hubiera matado. —Y Sullivan, joder... —Antes de seguir me callé de golpe, casi hablo de más.

—Sullivan... —Repitió mirándome, más bien parecía analizarme. —Ahora que lo pienso, tienes mucho interés en esa chica. —Dijo con cierto tono, parecía acusarme.

—Que va, es sólo qué... —Me interrumpió.

—Pensaba que no había secretos entre nosotros. ¿No me contarás por qué tanto interés en ella? —Su mirada era penetrante.

Dudé bastante. Sabía que él era de fíar, pero era policía también. Algunas cosas podría dejarlas pasar por ser yo su amiga o simplemente estar de acuerdo con algo aunque sea injusto y vaya contra la ley, pero, ¿hasta qué punto? ¿realmente podría contárselo? Hacerlo sería correr un riesgo, pero si me ayuda puede ser una gran ventaja.

—Bien, te lo contaré... —Respiré hondo.