LA SECTA

CAPÍTULO 18

Pei Yunshu tapó la boca y la nariz de Zhuyou, notando el barro en el dorso de su mano, lo que hizo que un momentáneo rubor tiñera su rostro.

Sin dudarlo, miró fijamente a Zhuyou, temiendo que este método no funcionara con una bestia como él.

Al cabo de un momento, las largas pestañas de Zhuyou se agitaron y abrió lentamente los ojos. En ese momento, incluso sus pupilas rojas como la sangre sufrieron una transformación. Ya no eran del brillante carmesí de la sangre, sino de una profundidad extrema, pareciendo casi tan negras como la obsidiana.

Las negras pupilas verticales se clavaron en Pei Yunshu, que soltó las manos y se limpió torpemente el barro del dorso de la mano en la ropa. "Zhuyou, aún no has terminado de mudar de piel."

La cola de Zhuyou se agitó, salpicando agua sobre ambos. Pei Yunshu cerró rápidamente los ojos mientras el agua caía en cascada sobre su cabeza, mojando la mitad de su negra cabellera.

Cuando el ruido del agua cesó, abrió los ojos. Unas gotas brillantes corrían por sus mejillas. Sin tiempo para discutir, Pei Yunshu entregó la bolsa de almacenamiento a Zhuyou. "Zhuyou, usa tu energía espiritual para sacar las píldoras y plantas espirituales del interior."

Zhuyou le observó en silencio durante un rato. Luego, ayudándose de las manos, se incorporó y se inclinó hacia Pei Yunshu. Extendió la lengua y lamió una gota de agua brillante que colgaba de los labios de Pei Yunshu.

Pei Yunshu le miró extrañado, pero aquel gesto le trajo recuerdos de su estancia en el agua. Sujetaba con fuerza al dragón de las inundaciones, con los labios y la lengua entrelazados. Estos recuerdos eran demasiado encantadores y hermosos. Se apresuró a apartar la mirada, evitando la proximidad de Zhuyou.

Su rostro, antes pálido, se tiñó de rojo y Pei Yunshu giró la cabeza. Zhuyou siguió su ejemplo, persiguiéndole, acercando su rostro. Pei Yunshu sólo pudo apartarse de nuevo. Tras varios intentos, empezó a sentir una mezcla de vergüenza y rabia.

"Deja de hacer el tonto", le reprendió Pei Yunshu, mirándole con odio. Cogió la mano de Zhuyou y la colocó sobre la bolsa de almacenamiento. "Saca de dentro lo que necesito."

Zhuyou, desconocía las costumbres humanas, mientras que Pei Yunshu estaba bien versado en normas éticas. Antes, sus acciones podían atribuirse a la necesidad, pero ahora que ambos estaban despiertos, ¿cómo podían seguir actuando con tanta... desvergüenza?

Zhuyou metió la mano en la bolsa, con las pupilas verticales fijas en Pei Yunshu. Con voz ronca, preguntó: "¿Qué necesitas?"

"Todas las píldoras y plantas espirituales", Pei Yunshu echó un vistazo a su propia ropa interior y añadió apresuradamente: "Y ropa, incluidas túnicas y calzado."

Zhuyou fue sacando los objetos uno a uno. Aparte de las túnicas, sólo había la túnica daoísta de la Secta Shanshui. Además de estas ropas, Zhuyou sacó inesperadamente jabón hecho de baya de jabón.

Al ver el jabón, Pei Yunshu sintió un picor por todo el cuerpo. Tenía la ropa cubierta de barro e incluso el pelo sucio. Estaba deseando darse un baño.

Tras vacilar un poco, al final venció el deseo de bañarse. Pei Yunshu cogió ropa limpia, cogió el jabón de la mano de Zhuyou y se tragó una pastilla para restaurar su poder espiritual. Se levantó, buscó un lugar apartado y encontró una gran roca que bloqueaba la vista. Mientras uno no se asomara intencionadamente, sería imposible ver nada. Girando la cabeza, le dijo a Zhuyou: "Me bañaré allí. No se te permite... no se te permite espiar."

Zhuyou movió la cola y asintió débilmente.

Al ver que estaba de acuerdo, Pei Yunshu se sintió aliviado. Recogió unas cuantas piedras de espíritu de fuego y caminó hacia el lugar elegido.