A la mañana siguiente, temprano, Bian Rong fue a buscar a Pei Yunshu y llamó a la puerta. "Yunshu, ¿estás despierto?"
Se oyeron ruidos de movimiento en el interior de la habitación. Al cabo de un momento, alguien abrió la puerta y apareció una figura alta. Con un rostro a la vez apuesto y de otro mundo, tenía una expresión de satisfacción: "¿A quién buscas?"
"Busco al Hermano Pei", Bian Rong se dirigió cortésmente al hombre, "¿Compartes la habitación con el Hermano Pei?"
"Compartimos cama", Zhuyou entrecerró los ojos, enfatizando la palabra "cama", "Todavía duerme."
Cada palabra de este hombre conllevaba una inmensa presión. Cuando Bian Rong se plantó frente a él, sintió que un instinto profundo le instaba a huir. A pesar de su orgullo, Bian Rong dijo sabiamente: "Me voy hoy. No molestaré al Hermano Pei en este momento. Por favor, transmítele mis saludos, amigo mío."
Zhuyou asintió ligeramente, "Por supuesto."
Bian Rong le devolvió el saludo con la cabeza. Solo despues de que su figura desapareciera por completo, Zhuyou bajo tranquilamente las escaleras, llevando un tazon de gachas y un huevo cocido a la habitacion, colocandolos sobre la mesa.
Una fragancia almizclada y marchita llenó la habitación. A Zhuyou le pareció agradable, con un toque de la fragancia de Pei Yunshu. Por eso dudó en abrir la ventana para que circulara el aire.
Levantando la cortina de la cama, Zhuyou se medio apoyó en ella. "Yunshu, come algo."
Pei Yunshu respondió con dos "hmms", durmiendo plácidamente con la mitad de la cara al descubierto sobre la almohada de seda. Zhuyou apartó los mechones de pelo que tenía cerca de la cara, bajó la cabeza, aspiró una bocanada de la carne enrojecida de la mejilla y soltó un sonoro "pop."
Sobresaltado por el ruido, Pei Yunshu apartó la cara de Zhuyou con la mano. "Dragón de inundación malo... aléjate."
Zhuyou le levantó directamente, y Pei Yunshu, alarmado por la repentina elevación, se despertó al instante. Sus ojos se abrieron de par en par, desconcertados, al verse volando.
Las gachas de la posada eran espesas, y Zhuyou le daba una cucharada cada vez que probaba bocado. Cuando hubo comido la mitad del cuenco, Pei Yunshu lo apartó, adoptando un tono frío y digno: "Estoy lleno."
Incluso después de estar lleno, Zhuyou no lo bajó. Siguió comiendo el resto de las gachas, tragándolas bruscamente de un par de tragos.
Tras terminar la comida, Zhuyou llevó a Pei Yunshu de vuelta a la cama, acariciándole el cuello. Manteniendo sus manos y pies obedientes, le dijo "Yunshi."
Pei Yunshu respondió con un frío acuse de recibo.
Tras llamarle cuatro o cinco veces, Pei Yunshu no pudo mantener por más tiempo la fría expresión. Se dio la vuelta, encaró a Zhuyou y sostuvo el rostro de éste entre sus manos. Empezó a predicar seriamente: "Dedicarse a tales actividades daña el cuerpo. Los cultivadores no deben entregarse a deseos excesivos."
Zhuyou frunció las cejas, preocupado. "Pero siento picor."
Pei Yunshu parecía desconcertado. "Entonces no debes haber recitado sinceramente el Mantra del Corazón Claro."
"..." Zhuyou habló despacio: "Contigo cerca, ¿para qué iba a necesitar recitar el Mantra del Corazón Limpio?"
Pei Yunshu sacudió la cabeza de forma anticuada: "Eres una bestia demoníaca. Quizá puedas complacerte un poco. Soy un cultivador humano, y la mera... no puede compararse con las bestias demoníacas."
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LA SECTA
FantasyCapítulos 105 + 6 Extras Descripción Si los residuos renacieran, ¿podrían volverse completamente nuevos? Pei Yunshu todavía se considera inútil; sólo se ha vuelto más inteligente y ya no busca lo que no puede lograr. Observa con calma cómo su maestr...